Cuti Romero y Licha Martínez, los implacables de la selección argentina para atacar desde la defensa

Cuti Romero y Licha Martínez, la fórmula central del presente y que garantiza años de seguridad para la selección
Cuti Romero y Licha Martínez, la fórmula central del presente y que garantiza años de seguridad para la selección - Créditos: @HECTOR VIVAS

MIAMI.- La erupción del MetLife está latente en el aire. El grito de desahogo de Lautaro Martínez irrumpió cuando la noche se preparaba para un final sin lo más sagrado del fútbol, el gol. Fue el premio para la multitud de argentinos que copó una mole de 82.000 butacas, e incluso el detonante de alguna escaramuza con hinchas chilenos, impactados por la agónica anotación que no dio lugar a respuesta deportiva.

En el juego de los puntos de atracción luego de una noche como la vivida, el abanico es amplio. De la impresionante nueva demostración de solvencia de Dibu Martínez a la preocupación por un Messi diezmado que aun así tuvo dosis de genialidad; de la voracidad de Lautaro, en pugna por la titularidad a la aparición final de Di María, que entró con el ritmo de otras épocas. Pero en medio de ello, la opinión general apuntaba al elogio de la zaga del futuro que se afianza en un notable presente. Cuti Romero y Lisandro Martínez asoman como la pareja perfecta, y habrá que hurgar en un presente de actividad mundial (con la Eurocopa en marcha) si hay alguna selección en el planeta que cuente con una dupla que reúna el talento completo que la argentina.

Cristian Romero anticipa a Rodrigo Echeverría en el partido que la Argentina derrotó por 1 a 0 a Chile, en el MetLife Stadium, por la segunda jornada de la Copa América; el cordobés, un incondicional del seleccionador Lionel Scaloni
Cristian Romero anticipa a Rodrigo Echeverría en el partido que la Argentina derrotó por 1 a 0 a Chile, en el MetLife Stadium, por la segunda jornada de la Copa América; el cordobés, un incondicional del seleccionador Lionel Scaloni - Créditos: @Aníbal Greco / Enviado Especial

La construcción de la selección de Lionel Scaloni ha tenido varios procesos evolutivos. El primero fue el del recambio generacional tras el caos de Rusia 2018, el fin de ciclo de varios históricos y la incorporación paulatina de nuevos valores. La construcción del grupo. Con un eje fundamental: Lionel Messi. Rodear al mejor y formar una red de contención para que el 10 no sea el que lleve el peso, sino el guía futbolístico para la transformación y el éxito final. Encontró primero la sala de motores, los mediocampistas que oxigenaron, acompañaron y sostuvieron al 10. De Paul, Paredes y Lo Celso, en un principio; Enzo Fernández y Mac Allister, más tarde. Adelante, Lautaro era el 9 del consenso, y apareció Julián.

Lisandro Martínez desplazó a un histórico como Nicolás Otamendi de la zaga central de la selección en los partidos con Canadá y Chile, por la Copa América
Lisandro Martínez desplazó a un histórico como Nicolás Otamendi de la zaga central de la selección en los partidos con Canadá y Chile, por la Copa América - Créditos: @MITCHELL LEFF

La evolución de la zaga central es uno de los puntos más interesantes del proceso de 73 partidos que arrancó el 8 de septiembre de 2018. Germán Pezzella y Ramiro Funes Mori fueron titulares en el debut de Scaloni ante Guatemala, con Alan Franco y Walter Kannemann como opciones. Fueron los primeros amistosos, pruebas y errores. No se repetiría. Nicolás Otamendi volvió rápidamente al primer equipo y junto con Pezzella afrontó la Copa América 2019. Una pareja con personalidad y experiencia para sostener el ciclo iniciático.

El entuerto a Scaloni se le generó en 2021, cuando apareció en escena Cristian Romero. El Cuti había pasado de Atalanta a Tottenham y el entrenador argentino vio en él a un potencial engranaje de renovación. No se equivocó. No fue para el cordobés un camino fácil en el principio, ya que varias lesiones le pusieron obstáculos en la continuidad en la selección. De hecho, en la conquista de la Copa América 2021, Cuti jugó solo tres de los siete partidos, entre ellos la final con Brasil. Después, no volvió a salir. A tal punto que obligó a Otamendi a correrse a la izquierda. Scaloni lo vio antes que nadie: Cuti sería su primer central. Las lesiones se fueron espaciando, ya tiene estatus de mariscal, con 33 cotejos y 3 goles.

Licha Martínez lidera el ejercicio, con Cuti Romero como escolta; iniciaron el camino en la selección juntos, en el campeonato Sudamericano Sub 20 de 2017, en Ecuador
Licha Martínez lidera el ejercicio, con Cuti Romero como escolta; iniciaron el camino en la selección juntos, en el campeonato Sudamericano Sub 20 de 2017, en Ecuador - Créditos: @Aníbal Greco

El caso de Lisandro, que cumplió su 20° encuentro con la camiseta argentina, es distinto. Su progreso fue mucho más vertiginoso. Pero también debió ejercer la paciencia. En casi todo el Mundial de Qatar ocupó en ocasiones el lugar de tercer central (a veces él, a veces Pezzella). Su versatilidad le dio un lugar en cuartos de final ante Países Bajos para formar línea de 5. Pero para Scaloni, Romero-Otamendi era una fija. Hoy ello cambió.

La dupla Cuti-Lisandro es acaso la que engloba las mayores virtudes que se pueden buscar. Destreza técnica, decisión para comandar y pasar al ataque, timing para cerrar y para anticipar. Son implacables en el mano a mano y peligrosos en el área rival. Ante Chile, de hecho, fueron los que intervinieron en la acción previa al gol de Lautaro.

Los tres referentes de la zaga central de la Argentina: Licha Martínez, Cuti Romero y Nico Otamendi, el histórico que todavía no tuvo acción en la actual Copa América
Los tres referentes de la zaga central de la Argentina: Licha Martínez, Cuti Romero y Nico Otamendi, el histórico que todavía no tuvo acción en la actual Copa América - Créditos: @Aníbal Greco

En los dos partidos, las estadísticas de Opta los sitúan como los dos futbolistas con mayor contacto con la pelota. Las acciones de Argentina casi siempre comienzan o pasan por ellos dos. Contra Canadá, Cuti dio 93 pases y solo dos fueron fallados; en ese partido, no hizo ninguna falta y Lisandro apenas una. Contra Chile, recuperaron 11 pelotas entre ambos, y si bien bajó la eficacia de pases, volvieron a mostrar algo clave para la posición que ocupan: cometen pocas infracciones y no acumulan tarjetas. La enorme confianza en sus condiciones hace que recuperen sin golpear.

No es casualidad la amalgama. Ambos son clase 98 y se conocen desde hace muchos años. Son muy amigos y en cada práctica se los ve bromear y luego subir esas historias a sus redes. Compartieron las juveniles cuando Claudio Úbeda y Fernando Batista los convocaron para la selección Sub 20 –en aquel plantel que jugó el campeonato Sudamericano en Ecuador estaban otros dos compañeros actuales: Nahuel Molina y Lautaro Martínez-. Sin embargo, hasta esta copa, apenas habían compartido zaga como titulares en un partido informal de preparación ante Japón, en diciembre de 2016. Y un poco más tarde en un amistoso de la Sub 23 frente a Colombia.

Juntos, desde el Sudamericano Sub 20 de Ecuador

En Inglaterra son grandes rivales. A principios de año, cuando Martínez volvió luego de una molesta y larga lesión, se sacaron chispas en el duelo Tottenham-Manchester United. Pero después del partido, Cuti posteó una entrañable foto de ambos y un mensaje de buena onda por el regreso de su amigo.

En este andar henchido de la selección argentina, el hallazgo de esta pareja central es otra muestra de la búsqueda permanente de la perfección. Una zaga de lujo, como pocas pueden encontrarse, y que de no mediar imprevistos garantizan muchos años de seguridad.