Culmina el periodo anual de peregrinación a la Meca con casi dos millones de asistentes

La peregrinación anual a La Meca ha concluido, con los peregrinos participando en los últimos rituales bajo un calor extremo.

Desde el amanecer, cientos de miles de personas se dirigieron al lugar sagrado para arrojar piedras a los tres monolitos que representan a Satanás en la ceremonia de la "lapidación del diablo".

A continuación, realizan un rito de despedida, caminando siete veces alrededor de la Kaaba, el gigantesco cubo negro de la Gran Mezquita de La Meca. Las autoridades dicen que 1,8 millones de personas, en su mayoría extranjeras, asistieron la peregrinación de este año, algo lejos del récord de 2,5 millones que hubo durante la peregrinación de 2019 antes de la pandemia.

Una vez finalizado el rezo en Mina cada uno de ellos sacrifica un animal, normalmente un cordero, aunque puede ser también una vaca o un camello -dependiendo de sus recursos económicos- antes de afeitarse la cabeza, siguiendo así los rituales realizados por el profeta Mahoma hace 1.400 años.

Según el islam, aquellos peregrinos que no tienen suficientes recursos deberán ayunar tres días durante la peregrinación y siete tras regresar a su país.

El Aíd al Adha es celebrado también en el resto de los países musulmanes en recuerdo del sacrificio que Abraham estuvo a punto de hacer degollando a su hijo Ismael para constatar su fe, pero en el último minuto Dios le ofreció un cordero en su lugar.

Todos los rituales se realizan en La Meca, aunque los peregrinos visitan antes o después del evento la mezquita del profeta en la ciudad de Medina, a unos 400 kilómetros al norte de la ciudad santa.

El hach, uno de los cinco pilares del islam, es obligatorio para cada musulmán cuya salud y recursos económicos se lo permitan, pero también es una de las importantes fuentes de ingresos a la que Arabia Saudí se vio obligada a renunciar en los últimos dos años por la covid-19.