Cubanoamericano nombrado embajador de EEUU ante la OEA quiere defender la democracia en la región

El nuevo embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos, Frank Mora, nativo de Miami, quiere hacer que la organización sea “aún más relevante” en medio de la “creciente erosión” del sistema democrático en América Latina y el Caribe, dijo a los periodistas el jueves, tras descartar la posibilidad de que los gobiernos autocráticos de Cuba, Venezuela y Nicaragua regresen pronto a la organización.

Mora dijo que los tres gobiernos tienen puestos vacantes en la organización. Aún así, si los miembros siguen la Carta Interamericana de la Democracia, un conjunto de compromisos para defender la democracia en la región, “los países donde existen este tipo de regímenes no deberían tener presencia en la OEA si vamos a ser consecuentes”.

El embajador estadounidense insistió en que la organización de 34 miembros era la única de tipo multilateral en la región con representantes de gobiernos elegidos democráticamente y con una infraestructura lo suficientemente fuerte para abordar algunos de los desafíos más urgentes en América Latina y el Caribe, incluido el cambio climático, la recuperación de los efectos de la pandemia de COVID y el aseguramiento de alimentos para la población.

También dijo que la OEA priorizaría sus misiones de observación electoral en un esfuerzo por fortalecer la democracia en la región.

Mora es un miembro muy conocido de la comunidad cubanoamericana en Miami, donde ha sido miembro activo de las campañas del Partido Demócrata y es exdirector del Centro Latinoamericano y del Caribe Kimberly Green de la Universidad Internacional de la Florida. También se desempeñó como Subsecretario Adjunto de Defensa para el Hemisferio Occidental durante la administración de Barack Obama entre 2009 y 2013 y fue profesor en el Departamento de Estrategia de Seguridad Nacional en el National War College.

Mora declinó comentar sobre temas controversiales, incluida la investigación de ética en curso sobre la supuesta relación del secretario de la organización, Luis Almagro, con un miembro del personal y su propia prolongada confirmación en el Senado de Estados Unidos.

Mora fue confirmado como embajador en diciembre, casi un año y medio después de su nominación en agosto de 2021. A pesar de sus credenciales en política exterior, su nominación fue retenida en el Senado durante varios meses por los senadores cubanoamericanos Bob Menéndez (D-NJ) y Marco Rubio (R-FL) por su apoyo a la política de Obama de acercamiento a Cuba.

Su predecesor, el exrepresentante del estado de Florida Carlos Trujillo, también cubanoamericano, dejó el cargo a principios de 2021, y algunos en el Senado se negaron a llenar el cargo incluso cuando la administración Biden organizó una Cumbre de las Américas en junio del año pasado, un evento que regularmente organiza la OEA.

Mora llega a ocupar el escaño estadounidense en la OEA cuando el liderazgo de la organización es desafiado por encuentros regionales alternativos como CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, un mecanismo promovido por algunas de las dictaduras de la región como Cuba y Venezuela. En una sesión la semana pasada en Argentina, CELAC dio la bienvenida a dos pesos pesados de la región, Brasil y Colombia, luego de que las elecciones en ambos países favorecieran a candidatos de izquierda.

Pero Mora dijo que la OEA ofrece una integración real y un fuerte compromiso con los valores democráticos.

“No hay otra organización que trabaje tan de cerca, colaborando a pesar de nuestra diferencias”, dijo. “Hay, por supuesto, diferencias, pero hay un propósito común; existe un compromiso de defender los valores de la democracia y respetar los derechos humanos. Y eso es único”.