Cuba viene a Miami en busca del oro en el Clásico Mundial, ¿cómo será recibido el Team Asere?

Cuba viene a Miami. Por segunda vez en su historia de Clásicos Mundiales una selección de la mayor de las Antillas avanza a la ronda semifinal, pero lo hace en una ciudad donde chocará con reacciones encontradas que van desde quienes se ven representados en ella a esos que la consideran una extensión del sistema imperante en el país.

Después de vivir al borde del abismo de la eliminación, Cuba no solo rebasó como líder de su grupo sino que derrotó en la mañana del miércoles 4-3 a Australia en el Tokio Dome de Japón para acceder a la siguiente ronda con sede en el loanDepot park, enclavado en La Pequeña Habana.

Cuando menos será un espectáculo interesante de ver al llamado Team Asere, porque una selección de la isla nunca había jugado un torneo de tanta magnitud en Miami, sede de la comunidad de cubanos más grande y donde la mayoría mira con recelo todo lo relacionado con el gobierno, aunque algunos insisten en que este grupo no tiene nada que ver la “política’’.

Para este encuentro, las acciones de Cuba habían subido enormemente frente a una Australia eficiente, pero sin los elementos determinantes para imponerse a un equipo que por primera vez integraba a figuras de Grandes Ligas como Yoan Moncada, Luis Robert Moirán y Andy Ibáñez.

Un grupo que, por otro lado, contaba con veteranos de vasta experiencia en Clásicos como Alfredo Despaigne, quien en el quinto episodio pegó el batazo de sacrificio que rompió un empate a una carrera y le dio ventaja a su equipo antes de que Yoelkis Guibert remolcara dos más con un sencillo.

Australia fue la primera en abrir la pizarra en el segundo inning con indiscutible impulsor de Rixon Wingrove antes los envíos de un Yariel Rodríguez que no disfrutó de su mejor comando y se iría después de 3.1 episodios, con cinco boletos a su cuenta.

Sin embargo, los de la tierra Down Under no pudieron capitalizar ese descontrol del as del pitcheo, mientras Cuba empataba en el tercero con una jugada de selección sobre batazo de Moirán y luego tomaba el control del encuentro con las remolcadas de Despaigne y Guibert.

Los canguros descontarían dos con un cuadrangular del propio Wingrove con un hombre en circulación ante Roenis Elías, pero el relevo cubano no permitiría más libertades para asegurar el boleto a Miami, algo que muchos no esperaban luego de dos derrotas consecutivas en el inicio del evento.

Sin duda, el punto de inflexión favorable a Cuba fue el partido contra Panamá cuando una ofensiva de 13 carreras habría de ayudarles en criterios de desempate dentro de un grupo donde todos terminaron con balance idéntico de dos victorias y dos derrotas.

Moncada, a no dudarlo, fue un hombre vital en este renacimiento, pues si en los primeros dos encuentros se fue de 8-0, en los otros días pegaría siete imparables en 10 turnos con cinco impulsadas, elevando en el proceso al resto de la ofensiva antillana.

Y ahora lo que parecía una posibilidad lejana se ha hecho realidad y Cuba saldrá a la grama artificial del parque de los Miami Marlins para un choque donde buscará, el 19 de marzo (7 p.m.), el pase a la final contra un oponente aún por determinar.