Cuba necesita ‘urgente’ alivio de sanciones, dijo diplomática cubana a funcionarios de EEUU

Una diplomática cubana se reunió con un funcionario de alto rango del Departamento de Estado de Estados Unidos la semana pasada en Washington D.C., una reunión no reportada anteriormente que subraya los renovados esfuerzos del gobierno cubano para buscar un alivio de las sanciones a medida que se profundiza la crisis económica en la isla.

El 10 de octubre, el subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Eric Jacobstein, se reunió con Johana Tablada de la Torre, una funcionaria que se ocupa de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

Según una portavoz del Departamento de Estado, los funcionarios discutieron “instalaciones diplomáticas, servicios consulares y migración irregular”.

La portavoz dijo que los derechos humanos, un punto focal de tensión entre los dos gobiernos, también formaron parte de la agenda.

Jacobstein “presionó a la subdirectora Tablada para que Cuba liberara a los aproximadamente 1000 presos políticos detenidos injustamente y permitiera a los cubanos ejercer sus libertades fundamentales”, dijo la vocera.

En entrevista con The Hill, Tablada dijo que “visitó diferentes entidades del gobierno de Estados Unidos o del Departamento de Justicia. Y me he reunido con otros departamentos; no mencionaré cuáles porque no quiero que sean citados ante el Congreso”.

El Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional no respondieron a los correos electrónicos en busca de información sobre las reuniones.

En entrevistas con medios estadounidenses, Tablada dijo que su viaje tenía un propósito: mejorar las relaciones con Estados Unidos y persuadir a la administración Biden para que levante las sanciones que, según ella, están afectando a la población.

“Las relaciones no van muy bien”, le dijo a CNN en Español. Tablada añadió que las autoridades cubanas están “tratando de mejorar las relaciones, avanzar hacia una posición más constructiva... y también un poco, honestamente, tratando de sensibilizar a contrapartes nuestras en el gobierno, en la sociedad civil, en el Congreso de Estados Unidos de la urgencia que tenemos de que cambie la política de Estados Unidos hacia Cuba al menos en algunos de los aspectos que son hoy más difíciles y que tienen un mayor impacto en la vida de los ciudadanos”.

Cuba se encuentra bajo un embargo comercial y financiero estadounidense, aunque están autorizadas las exportaciones de alimentos, medicinas y otros suministros en beneficio del pueblo cubano.

Los funcionarios cubanos continúan expresando su frustración por el hecho de que el presidente Joe Biden mantenga las sanciones que adoptó su predecesor. Esas medidas tomadas por el expresidente Donald Trump efectivamente expulsaron a los militares del negocio de las remesas, una importante fuente de ingresos para el gobierno cubano. En particular, han insistido en que se elimine a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, lo que, según dijeron, ha asustado aún más a los bancos, acreedores y empresas a la hora de realizar negocios con la isla comunista.

El país atraviesa tiempos difíciles, con escasez de alimentos, medicinas y petróleo y una infraestructura en ruinas que no puede proporcionar servicios esenciales. El gobierno respondió a las manifestaciones en toda la isla en julio de 2021 con represión—lo que Tablada negó en ese momento— y una nueva legislación que prohíbe las críticas a las autoridades y al Partido Comunista.

Más de 400,000 cubanos han huido de la deteriorada situación para venir a Estados Unidos en los últimos dos años, una ola migratoria histórica que Tablada atribuyó directamente a las sanciones estadounidenses.

Si bien las sanciones han contribuido a la crisis actual, reduciendo el flujo de dinero que va a las arcas del gobierno, los expertos también señalan varios otros factores, incluida la pandemia de Covid, la lenta recuperación del turismo, la disminución del apoyo de Venezuela, una reforma monetaria mal implementada que condujo a una inflación vertiginosa y, en última instancia, a la renuencia del gobierno a adoptar reformas de mercado más amplias para aumentar la producción de alimentos y atraer inversión extranjera.

El gobierno de Biden ha dicho que ha facilitado el envío de ayuda humanitaria a la isla y se está centrando en apoyar a un sector privado emergente que podría ayudar a satisfacer las necesidades de la población. El mes pasado, funcionarios estadounidenses señalaron que se estaban preparando para anunciar regulaciones que permitirían a los empresarios privados cubanos abrir cuentas bancarias en Estados Unidos para facilitar sus operaciones. Pero el anuncio oficial se ha retrasado inexplicablemente.

Sigue existiendo un obstáculo principal para mejorar las relaciones con Cuba: el destino de cientos de manifestantes pacíficos antigubernamentales y disidentes que están encarcelados.

Pese a los repetidos llamados de Estados Unidos, la Unión Europea y el Vaticano, las autoridades cubanas se han mostrado renuentes a liberarlos a menos que el gesto sea correspondido por la administración de Biden con el retiro de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo.

Repitiendo la posición de Cuba sobre el tema, Tablada dijo que Estados Unidos ha utilizado los derechos humanos como justificación para sus duras políticas hacia la isla. No se le preguntó sobre la liberación de los presos políticos.

La campaña diplomática de Cuba se produce en medio de algunos cambios en el panorama de las políticas de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe y una discusión más amplia sobre la eficacia de las sanciones.

El martes, Estados Unidos dio la bienvenida a un acuerdo que ayudó a sellar entre el gobierno de Maduro y la oposición en Venezuela. Una portavoz del Departamento de Estado dijo al Miami Herald que la administración estaba dispuesta a considerar “modificaciones” a las sanciones estadounidenses si el régimen de Maduro adopta reformas democráticas concretas y cumple las condiciones para elecciones libres y justas en 2024 en Venezuela.

El viaje de Tablada a Washington se produce después de que el poderoso senador cubanoamericano Bob Menéndez, de Nueva Jersey, se viera obligado a renunciar a su presidencia del Comité de Asuntos Exteriores porque enfrenta cargos de soborno y acusaciones de haber actuado como agente extranjero de Egipto. Menéndez ha sido un firme defensor de mantener las sanciones al régimen cubano. Su sustituto, el senador Ben Cardin, es percibido como alguien más dispuesto a trabajar con la administración de Biden en cuestiones de política exterior.

En ese contexto, Tablada apeló al enfoque más pragmático de la administración para tratar con gobiernos autoritarios.

“[Estados Unidos] tiene relaciones políticas, diplomáticas y económicas con países que están muy, muy, muy lejos en sus estándares de derechos humanos [de] donde se encuentra Cuba en este momento”, dijo a The Hill. “Y no quiero mencionar ningún nombre, porque probablemente también tengamos buenas relaciones con ellos”.

Pero mencionó a China “porque Estados Unidos tiene una mejor relación con China que con Cuba. Honestamente.”