Cuatro cosas a destacar después que DeSantis logró su ‘billete perforado’ en Iowa

El gobernador Ron DeSantis quedó en segundo lugar en los caucus de Iowa el lunes por la noche, muy por detrás del ex presidente Donald Trump, pero logrando una victoria muy necesaria, aunque estrecha, sobre la ex embajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley en la primera votación de la temporada de las primarias de 2024.

“Salimos con nuestro billete perforado de Iowa”, dijo, celebrando los resultados en una reunión de simpatizantes en West Des Moines.

Durante meses, el gobernador y sus aliados habían telegrafiado que al menos una medalla de plata en Iowa le situaría como la clara alternativa a Trump. Antes de la votación del lunes, los aliados de DeSantis argumentaron que para mantener el rumbo simplemente necesitaba superar las encuestas, que le mostraban en promedio con algo menos del 16% de apoyo. (Con más del 95% de los votos escrutados, el apoyo al gobernador superó el 21%).

Pero la votación del lunes por la noche también sirvió para recordar la duradera influencia de Trump sobre los electores del Partido Republicano. El ex presidente terminó primero en los caucus y la Associated Press le concedió el triunfo apenas 30 minutos después de comenzar la votación. Tenía poco más del 50% de los votos después de la medianoche.

La campaña de DeSantis enfrenta ahora un futuro incierto. Esto es lo que le espera:

Una dura subida en Nueva Hampshire

Sus perspectivas en las próximas contiendas por la nominación son menos seguras de lo que eran en Iowa, el estado donde pasó la mayor parte de su tiempo haciendo campaña en los últimos ocho meses.

El martes hará una escala en Greenville, Carolina del Sur —algo inusual, ya que aún falta más de un mes para las primarias—, seguida de un recorrido por Nueva Hampshire, donde se celebrarán las primarias presidenciales la próxima semana.

La contienda en Nueva Hampshire no parece prometedora para DeSantis. Su estrategia de apostarlo todo a los caucus de Iowa a menudo se hizo a expensas de la construcción de una base más profunda de apoyo en el Nueva Hampshire, una realidad que se confirma en las encuestas públicas. Encuestas recientes de Nueva Hampshire muestran a DeSantis por detrás de Trump y Haley con márgenes de dos dígitos.

Carolina del Sur, que celebra sus primarias el 24 de febrero, también pudiera suponer un reto para DeSantis; no solo es el estado natal de Haley, sino que fue su gobernadora durante seis años. En Nevada, un cambio de reglas en la forma en que el Partido Republicano estatal otorga sus delegados ha sido ampliamente visto como de beneficio para Trump.

Dado el desalentador camino por delante, algunos republicanos no están seguros de cuánto tiempo DeSantis puede justificadamente continuar en la contienda.

“Necesita conseguir una victoria”, dijo Kevin Madden, estratega republicano que fue asesor principal de Mitt Romney durante su contienda presidencial de 2012. “Las campañas prosperan con el impulso. Y si tienes eso, empiezas a desarrollar un bucle de retroalimentación negativa con los donantes, los voluntarios, los medios”.

Un futuro financiero incierto

Todavía hay dudas persistentes sobre la longevidad de la candidatura presidencial de DeSantis, en particular sobre cuánto dinero queda en las arcas de su campaña y si el dinero seguirá fluyendo lo suficientemente rápido como para impulsar una operación política de ritmo rápido y multiestatal.

Después de que el último período de recaudación de fondos terminó en septiembre, la campaña de DeSantis tenía solo alrededor de $5 millones a mano que podían ser gastados en las primarias. Muchos de los grandes donantes que alimentaron sus primeras ganancias financieras ya han dado la cantidad máxima permitida por los límites federales, lo que significa que no pueden donar más a su campaña.

Al preguntarle en Iowa la semana pasada sobre si tiene dinero para seguir en campaña, DeSantis dijo que “estaría bien”. En una mesa redonda de Bloomberg News en Des Moines el lunes, Roy Bailey, un copresidente del comité asesor de finanzas nacionales de DeSantis, dijo que la operación del gobernador tenía suficiente dinero en el banco para continuar hasta el Super Martes.

“Tenemos abundante combustible en el tanque para hacer el trabajo para llegar al Super Martes”, dijo Bailey.

La campaña de DeSantis no tendrá que presentar otro informe financiero hasta el 31 de enero.

Todavía hablando de ‘largo plazo’

Al mismo tiempo, Jessica Szymanski, portavoz de Never Back Down, el principal superPAC que apoya la candidatura presidencial de DeSantis, dijo que el grupo está “totalmente preparado y listo para ayudar a conseguir votos para el gobernador DeSantis en Nueva Hampshire, Carolina del Sur y más allá”.

DeSantis y sus aliados insisten en que no va a ninguna parte.

El representante estatal de la Florida Chip LaMarca del Condado Broward —una de las pocas docenas de republicanos del estado natal de DeSantis que viajaron a Iowa para ayudar al gobernador a hacer campaña antes de los caucus— dijo que espera que DeSantis permanezca en la contienda durante al menos otro mes. El propio DeSantis dijo que su campaña está preparada para una lucha prolongada por los delegados.

“Estamos en esto a largo plazo. Entendemos que tienes que ganar la mayoría de los delegados”, dijo durante una presentación dominical en CNN. “Entendemos que aquí hay un proceso largo, pero nos va a ir bien, porque lo hemos hecho bien”.

El ex presidente de la Cámara de Representantes del estado de la Florida, José Oliva, quien viajó a Iowa para hablar en un precinto de los caucus en nombre del gobernador el lunes, dijo que DeSantis tiene la intención de permanecer en la contienda hasta al menos el Super Martes, cuando 16 estados celebrarán sus primarias.

“Si hay algo que la política nos ha enseñado es que cualquier cosa puede suceder”, dijo Oliva. “Su punto de vista es que va a ir a Nueva Hampshire, va a ir a Carolina del Sur y va a ir al Super Martes. Cree que su mensaje es un mensaje fuerte y cree que puede conseguir que resuene”.

Sería útil, añadió Oliva, que el campo republicano “se estrechara”.

El elefante en la habitación

Todavía está el factor Trump. El ex presidente lidera tanto a DeSantis como a Haley en prácticamente todas las encuestas nacionales y estatales, y ha aprovechado sus diversos enredos legales —incluidos los cargos penales relacionados con sus esfuerzos para anular las elecciones presidenciales de 2020— para volver a impulsar a su base de electores.

Oliva reconoció que los electores con los que habló a los que les gustaba DeSantis no estaban dispuestos a abandonar a Trump. Aun así, argumentó, puede haber un resquicio de esperanza.

“Mientras Trump esté justo en o alrededor del 50%, eso significa que la mitad del electorado todavía está buscando una alternativa”, dijo Oliva. “Y mientras eso siga así, existe la posibilidad”.