Cuatro conclusiones de la audiencia del jueves de la Comisión que investiga lo sucedido el 6 de enero

Los miembros la Comisión Selecta de la Cámara de Representantes que investiga el ataque del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos celebran su novena audiencia pública en el Capitolio en Washington el jueves 13 de octubre de 2022. (Amanda Andrade-Rhoades/The New York Times)
Los miembros la Comisión Selecta de la Cámara de Representantes que investiga el ataque del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos celebran su novena audiencia pública en el Capitolio en Washington el jueves 13 de octubre de 2022. (Amanda Andrade-Rhoades/The New York Times)

La comisión de la Cámara de Representantes que investiga lo que condujo al ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 celebró su novena audiencia del año, y quizá la última, el 9 de octubre pasado, y retomó los argumentos de que el presidente Donald Trump fue el responsable directo de incitar la violencia. Para sorpresa de todos, al final de la audiencia el panel votó por unanimidad, 9-0, citar a Trump para que proporcione tanto documentos como testimonios sobre los intentos de revertir las elecciones.

A continuación, cuatro conclusiones de la audiencia.

La comisión quiere el testimonio de Trump.

El presidente de la comisión, el representante demócrata de Mississippi Bennie Thompson, dijo que, teniendo en cuenta la participación casi exclusiva de Trump para motivar los acontecimientos del 6 de enero, el expresidente debe contestar las preguntas directamente frente al pueblo estadounidense.

Thompson dijo: “La necesidad de que esta comisión escuche a Donald Trump va más allá de nuestra búsqueda de los hechos” y agregó que el expresidente tenía que rendir cuentas y estaba obligado a responder por sus acciones.

No se sabe si Trump accederá a una comparecencia de alto impacto ante la comisión.

Trump considera que no hay nadie mejor que él para defenderse y poder explicar sus acciones, además de que suele ignorar los consejos de sus abogados, los que seguramente le dirán que no comparezca por voluntad propia.

Desde que se supo que la comisión selecta de la Cámara de Representantes planeaba citar a Trump para que testificara, el expresidente ha estado diciendo a sus asistentes que está a favor de hacerlo, siempre que sea en directo, según una persona familiarizada con lo que ha dicho. Sin embargo, no se sabe si la comisión aceptaría tal demanda.

Al mismo tiempo, Trump ha reconocido las dificultades de testificar durante una investigación en curso. Hace poco se acogió a la Quinta Enmienda 440 veces en respuesta a las preguntas de la fiscalía de Nueva York, la cual después presentó una demanda por fraude contra él, tres de sus hijos y ejecutivos de la Organización Trump.

Durante la investigación del consejero especial Robert Mueller sobre los vínculos entre su campaña de 2016 y Rusia, Trump proporcionó respuestas a preguntas por escrito y nunca habló en persona con los investigadores.

Si Trump se niega a rendir testimonio y entregar documentos, no se sabe si la comisión recurrirá a los tribunales para obligarlo a que lo haga. Un esfuerzo de este tipo en los tribunales podría alargarse durante algún tiempo y, en caso de que los republicanos recuperen el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio mandato del mes que viene, la comisión dejaría de existir.

El panel presentó muy pocas pruebas nuevas.

En una serie de audiencias celebradas durante la primavera y el verano, la comisión se basó en un conjunto de pruebas nuevas que desarrolló a partir de entrevistas y documentos y ofreció una imagen actualizada y condenatoria de cómo Trump “convocó y reunió a la turba, para luego encender la llama de este ataque”, en palabras de su vicepresidenta, la representante republicana de Wyoming, Liz Cheney.

Desde la última audiencia, que se llevó a cabo en julio, la comisión obtuvo una serie de mensajes internos del Servicio Secreto y nuevas imágenes de video de Roger Stone, además de que entrevistó a otros asesores de Trump. Pero en esta audiencia, el comité retomó, repitió y reiteró en gran medida imágenes, testimonios y argumentos que había expuesto en audiencias anteriores, aunque de una manera a menudo convincente y muy visual que comunicó de nuevo el terror y el caos que se apoderó del Capitolio ese día y la furia bipartidista inicial contra Trump.

Sin duda, el material nuevo más impactante estuvo compuesto por las imágenes de los líderes del Congreso después de que fueron evacuados del Capitolio y trasladados a un lugar seguro.

El discurso público sobre la exposición criminal de Trump ha cambiado de manera drástica en un tema no relacionado desde agosto, cuando la investigación del Departamento de Justicia sobre si manejó mal los documentos clasificados y obstruyó la justicia se convirtió en una crisis jurídica importante para él.

Los aliados de Trump ejercieron presión para que se declarara la victoria antes de tiempo la noche de las elecciones.

La comisión mostró cómo uno de los aliados de Trump, el activista conservador Tom Fitton, envió un correo electrónico a la Casa Blanca el 31 de octubre de 2020, con un discurso que Trump debía pronunciar la noche de las elecciones para declarar la victoria solo con base en los resultados preliminares. “Hoy celebramos las elecciones… y yo gané”, decía Fitton que Trump debía afirmar.

La comisión también reprodujo audios y videos de otro aliado cercano de Trump, Steve Bannon, en los que este decía que Trump iba a declarar la victoria la noche de las elecciones sin importar los resultados.

Trump siguió ese consejo y se declaró vencedor aquella noche, lo cual dejó a sus seguidores con la idea falsa de que sí había ganado.

La comisión también reprodujo testimonios de asesores de la Casa Blanca que mostraban cómo Trump reconoció en privado que sabía que había perdido las elecciones, incluso mientras continuaba tratando de revertir los resultados.

Una de las asistentes, Alyssa Farah, testificó que en una breve interacción en el Despacho Oval con Trump una semana después de las elecciones, este expresó su frustración por haber sido derrotado por Joe Biden.

“¿Puedes creer que haya perdido contra este maldito?”, recordó Farah que Trump le preguntó.

El hecho de que Trump reconociera en privado haber perdido y siguiera intentando revertir las elecciones podría ser útil para los fiscales quienes, para conseguir una condena, a menudo necesitan demostrar más allá de toda duda razonable que un individuo sabía que lo que estaba haciendo era incorrecto.

Continúa la incógnita de si se pedirá una investigación penal.

“Tenemos suficiente información para solicitar que se inicie una investigación penal en contra de varias personas”, dijo Cheney casi al final de la audiencia, sin mencionar a nadie ni especificar a qué pruebas se refería.

Cheney, que ha estado impulsando la idea de una remisión penal al Departamento de Justicia desde el año pasado, también mencionó la posibilidad de hacerlo en su declaración de apertura y dijo que la comisión “podría decidir al final presentar una serie de remisiones penales”.

Sin embargo, la comisión aún tiene que determinar si lo hará o no. Y en este momento, no está claro qué efecto sustantivo tendría esa medida. Cuando la comisión comenzó sus trabajos el año pasado, había pocas señales públicas de que el Departamento de Justicia pretendía llevar a cabo una investigación que pudiera implicar a Trump, pero desde entonces el departamento ha dado una serie de pasos agresivos, como pedir la comparecencia de los asesores de la Casa Blanca de Trump ante un gran jurado en Washington.

© 2022 The New York Times Company