Cuando se apura a los niños a comer, desperdician más alimentos

Por Lisa Rapaport (Reuters Health) - Los niños a los que en las escuelas los apuran para almorzar elegirían comidas menos equilibradas y desperdician más porque no tienen tiempo para comer. Un equipo comparó la cantidad y el tipo de alimentos que eligieron 1.000 alumnos de tercer a octavo grado y cuánto de eso comían durante el tiempo de almuerzo seis veces en el período escolar 2011-2012 de un distrito escolar de bajos ingresos. El almuerzo duraba entre 20 y 30 minutos. Los niños eran significativamente menos propensos elegir una fruta si tenían menos de 20 minutos para comer, que si tenían 25 minutos o más. Aquellos con menos tiempo para comer no terminaban el primer plato ni comían las verduras o tomaban la leche. "Habrían consumido más vegetales, leche y entradas si hubiesen tenido más tiempo", dijo la autora principal, Juliana Cohen, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, Boston. "Si reducen el consumo de esos alimentos a diario durante el año escolar, podría ser peligroso para su salud". Cuando los alumnos tenían 25 minutos o más para comer, el 57 por ciento se sirvió una fruta, comparado con el 44 por ciento de los alumnos con 20 minutos para comer, según publica el equipo en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que "los alumnos tengan por lo menos 20 minutos para almorzar" desde el momento en que se sientan a comer. En el estudio, los niños con menos de 20 minutos para almorzar consumieron un 13 por ciento menos de entrada, un 12 por ciento menos de verduras y un 10 por ciento menos de leche que aquellos con más tiempo. Para Gregory Madden, profesor de psicología de Utah State University, y que no participó del estudio, una solución sería modificar la actividad posterior al almuerzo. Cuando los niños tienen un recreo después de almorzar, tienden a ir a comer rápido y comer lo menos posible para tener más tiempo de juego, según agregó. Durante el almuerzo suelen organizar los juegos para el recreo en lugar de comer. Pero Madden aseguró que si tuvieran que volver al aula, serían más propensos a quedarse en el comedor escolar. Samantha Heller, nutricionista del Centro de Atención Musculoesquelética y Rendimiento Deportivo de New York University, y que no participó del estudio, explicó vía e-mail que un riesgo de apurar a los niños para almorzar es que se llenen con alimentos de baja calidad nutricional, comida rápida y dulces, si tienen hambre el resto del día. FUENTE: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, online 11 de septiembre del 2015.