Cuando los caballos están en problemas, piden ayuda a los humanos

Los caballos piden ayuda si no saben resolver un problema
Los caballos piden ayuda si no saben resolver un problema

Tradicionalmente se ha considerado a los caballos uno de los animales más inteligentes que existen. Durante muchos años el ser humano tan solo los utilizaba como alimento, sin embargo en algún momento de la Prehistoria nos dimos cuenta que eran mucho más útiles como compañeros de viaje o de trabajo, y empezamos a domesticarlos. Desde entonces la cooperación entre humanos y equinos se ha mantenido durante miles de años.

Esta semana, un equipo de investigadores de la Universidad de Kobe en Japón ha descubierto una nueva y sorprendente faceta de los caballos: son capaces de pedir ayuda a las personas si se topan con un problema al que no encuentran solución.

El artículo, titulado “los caballos envían señales a los humanos cuando se enfrentan a tareas insalvables” apunta a que los animales usan señales visuales y físicas, como tocar o empujar a sus cuidadores, para llamar su atención y pedir así que les echen una mano.

No solo eso, el estudio también ha detectado que los caballos varían su comportamiento y las señales según el conocimiento del problema que tengan las personas que pretenden ayudarles. Es decir, los caballos indican, señalan y miran de manera diferente, dependiendo de si el cuidador conoce o no el problema.

El estudio se ha publicado en Animal Cognition y para llegar a estas conclusiones han realizado dos experimentos diferentes con los caballos.

Las señales son más intensas y duran más tiempo si el humano no conoce el problema
Las señales son más intensas y duran más tiempo si el humano no conoce el problema

El primer experimento consistió en presentar un buen puñado de zanahorias a los caballos ocultas en un cubo que no podían alcanzar. Tras varios intentos infructuosos, los animales esperaron a que llegara un cuidador y entonces pedían su colaboración mediante señales visuales o incluso físicas, tocando y empujando al cuidador hacia el cubo.

En el segundo experimento los científicos querían saber si los animales cambiaban su comportamiento según el conocimiento que los propios cuidadores tenían sobre los alimentos escondidos. Y efectivamente: Si el cuidador no sabía nada de las zanahorias ocultas, los caballos daban más señales y durante más tiempo, que si el cuidador sabía dónde estaba la comida.

De esta manera, los investigadores afirman que los caballos tienen habilidades cognitivas muy desarrolladas que les permiten no solo indicar a los humanos el problema al que se enfrenta sino incluso adaptar su comportamiento al conocimiento que las personas tengan de ese problema.

Robert Redford en la película
Robert Redford en la película “El hombre que susurraba a los caballos”

Los resultados de este estudio sugieren que para entenderlos no hace falta ser “el hombre que susurraba a los caballos”, quizá tan solo haga falta fijarse bien, porque es posible que ellos mismos nos estén dando las pistas necesarias para entender lo que quieren.

Referencias científicas y más información:

Monamie Ringhofer, Shinya Yamamoto “When horses are in trouble they ask humans for help” Kobe University, Japón

Ringhofer, M. & Yamamoto, Domestic horses send signals to humans when they face with an unsolvable task S. Anim Cogn (2016). doi:10.1007/s10071-016-1056-4