Cuando en 1923 fue censurada una película que hablaba sobre los peligros de las drogas

Hoy en día numerosas son las campañas de concienciación que se realizan desde diferentes instrucciones (tanto públicas como privadas) para avisar del peligro que suponen las drogas y/o cualquier tipo de adicciones, siendo muy común poder ver los anuncios en televisión, internet, vallas publicitarias o cualquier medio de comunicación y red social.

En 1923, la película ‘Human Wreckage’ fue censurada por hablar sobre los peligros que suponían las drogas  (imágenes vía Wikimedia commons)
En 1923, la película ‘Human Wreckage’ fue censurada por hablar sobre los peligros que suponían las drogas (imágenes vía Wikimedia commons)

Pero no siempre se ha tenido el mismo punto de vista sobre este tipo de campañas, debido a que hasta no hace tanto se tenía en convencimiento que si se hablaba de un tema polémico públicamente (como era el caso de las drogas) lo que se estaba haciendo era publicitar e incitar al consumo. Por tal motivo se prefería no tocar el tema en abierto y se censuraba todo aquello que hablaba de eso, aunque fuese para informar de los peligros que suponía ser adicto a algún tipo de estupefaciente.

Esto es lo que ocurrió en 1923 con la película ‘Human Wreckage’ (titulada en español como ‘El naufragio de la humanidad’) un filme de la época dorada del cine mudo y cuyo principal motivo era advertir a la población de los graves peligros que suponía convertirse en adicto a la morfina, una droga legal y muy recetada por los médicos y que podía ocasionar gravísimas secuelas.

La principal impulsora de esta película fue Dorothy Davenport, una famosa actriz, guionista, directora y productora de cine, con una prolífica carrera a sus espaldas, cuando se produjo el fallecimiento de su esposo, Wallace Reid (también actor y uno de los galanes cinematográficos de aquel momento), quien falleció, el 18 de enero de 1923, mientras se encontraba ingresado en un sanatorio para recuperarse de la adicción a la morfina que lo había llevado a ser un drogadicto a causa de un accidente que tuvo durante el rodaje de una película cuatro años atrás y que le fue recetado para aliviar los dolores y poder seguir trabajando.

En aquellos años, Wallace Reid tenía una fulgurante carrera, rodando una media de dos o tres películas a la semana y era denominado como uno de los iconos sexuales masculinos de la época (junto al célebre latin lover, Rodolfo Valentino).

Tras el fallecimiento de Wallace Reid, su viuda decidió invertir parte de su capital para producir y protagonizar el mencionado filme (Human Wreckage) cuya trama versaba en una joven pareja en la que el esposo se convertía en adicto a la morfina (debido al estrés que padecía a causa del trabajo) y lo devastador que era esa droga y como destrozaba sus vidas y la de todos aquellos que se convertían en adictos, retratando perfectamente los submundos en los que se movían los traficantes y delincuentes que se enriquecían con los estupefacientes.

Curiosamente en el cartel que anunciaba la película, Dorothy Davenport no aparecía con su verdadero nombre sino como ‘Mrs. Wallace Reid’ (Sra. de Wallace Reid), con el fin de hacer un golpe de efecto en los espectadores, debido al gran impacto que causó el fallecimiento de su esposo entre los admiradores.

El 17 de junio de 1923 se estrenaba la película, pero se encontraron con numerosos problemas para distribuirla y proyectarla en los cines, debido a que estamento encargado de regular y velar por la moral de los estadounidenses puso numerosísimas trabas, debido a que se tenía el convencimiento de que el filme podría llegar a hacer el efecto contrario y en lugar de servir para acabar con las adicciones incitaría a los espectadores a conocer y probar las drogas.

A pesar de la censura a la que se vio sometida la película, finalmente se consiguió un permiso especial para proyectarla en un reducido número de salas de cine, aunque estaría prohibido el visionado de la misma a los menores de 21 años (mayoría de edad en aquel tiempo).

La propia Dorothy Davenport acudió personalmente a cada uno de los pases que se ofreció en los diferentes cines en los que se permitió la proyección de la película, dando una charla a los espectadores con el propósito de divulgar sobre el peligro de las adicciones a las drogas.

Fuera de los Estados Unidos el filme tampoco tuvo demasiada suerte, siendo censurada en la mayoría de países en los que se distribuyó. Por ejemplo, en el Reino Unido, la ‘British Board of Film Censors’ prohibió la proyección de ‘Human Wreckage’ en sus salas.

Como dato anecdótico, cabe destacar que fue tal la férrea censura con la que se encontró la película que a día de hoy no existe ni una sola copia del filme, por lo que muy probablemente se ordenaría su destrucción.

Fuentes de consulta e imágenes: Twilight of the Idols: Hollywood and the Human Sciences in 1920s America / allmovie / silentera/ catalog.afi / Hollywood, the pioneers / imdb / Wikimedia commons

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