¿Cada cuánto hay que defecar? La frecuencia importa, dice un estudio

Las frecuencias de defecación autodeclaradas por los participantes del estudio se clasificaron en cuatro grupos: estreñimiento (una o dos deposiciones por semana), normal-baja (de tres a seis por semana), normal-alta (de una a tres al día) y diarrea (Sebastien SALOM-GOMIS)
Las frecuencias de defecación autodeclaradas por los participantes del estudio se clasificaron en cuatro grupos: estreñimiento (una o dos deposiciones por semana), normal-baja (de tres a seis por semana), normal-alta (de una a tres al día) y diarrea (Sebastien SALOM-GOMIS)

¿Con qué frecuencia hay que defecar? Un estudio difundido este martes en la publicación Cell Reports Medicine revela que una o dos veces al día mejora la salud a largo plazo.

Investigaciones anteriores han vinculado el estreñimiento y la diarrea con mayores riesgos de infecciones y afecciones neurodegenerativas, respectivamente. Pero esos resultados se observaron en pacientes enfermos.

"Espero que este trabajo abra un poco la mente de los médicos a los riesgos potenciales de no controlar la frecuencia de las deposiciones", declaró a la AFP Sean Gibbons, autor principal del estudio, que asegura que los médicos suelen considerar las deposiciones irregulares como una mera "molestia".

Gibbons y su equipo recopilaron datos clínicos, de estilo de vida y biológicos -incluidos datos de química sanguínea, microbioma intestinal y genética, entre otros- de más de 1.400 adultos sanos sin signos de enfermedad activa.

Las frecuencias de defecación autodeclaradas por los participantes se clasificaron en cuatro grupos: estreñimiento (una o dos deposiciones a la semana), normal-baja (de tres a seis a la semana), normal-alta (de una a tres al día) y diarrea.

Cuando las heces permanecen demasiado tiempo en el intestino, las bacterias en vez de engullir la fibra disponible hacen fermentar las proteínas, produciendo toxinas.

"Lo que descubrimos es que, incluso en personas sanas estreñidas, se produce un aumento de estas toxinas en el torrente sanguíneo" que son especialmente dañinas para los riñones, explica Gibbons.

En los casos de diarrea, el equipo encontró análisis químicos clínicos indicativos de inflamación y daño hepático.

Gibbons explicó que durante la diarrea, el organismo excreta un exceso de ácido biliar, que el hígado reciclaría para disolver y absorber las grasas de la dieta.

Las bacterias intestinales conocidas como "anaerobios estrictos" asociadas a una buena salud prosperan con una o dos deposiciones al día, aunque se necesitan más estudios para corroborarlo.

Según Gibbons, para conseguir esta frecuencia hay que consumir fruta y verduras, beber mucha agua, practicar ejercicio físico con regularidad y seguir una dieta con predominio de vegetales.

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