Hacerse publicidad junto al féretro de Isabel II tiene el efecto contrario al deseado

El traslado del féretro de Isabel II desde el Castillo de Balmoral hasta Edimburgo, un recorrido de algo menos de 200 kilómetros, fue retransmitido en directo por cadenas de televisión de distintas partes del mundo y visto por millones de personas. La jornada estuvo llena de momentos significativos y detalles que serán recordados durante mucho tiempo. De todos ellos, hubo uno en concreto que despertó numerosas críticas y que tuvo que ser fue rectificado.

Tras las críticas, la pegatina con el nombre de la funeraria encargada del traslado de Isabel II desde el Castillo de Balmoral al Palacio de Holyrood fue retirada. (Foto: AP Photo/Alastair Grant)
Tras las críticas, la pegatina con el nombre de la funeraria encargada del traslado de Isabel II desde el Castillo de Balmoral al Palacio de Holyrood fue retirada. (Foto: AP Photo/Alastair Grant)

La polémica se desató cuando algunas personas que estaban viendo la retransmisión del traslado se percataron de que en una de las ventanas coche fúnebre había una pegatina bien visible con el nombre de la funeraria, William Purves, y acudieron a las redes sociales para mostrar su malestar por ello. Un detalle que puede ser habitual en los funerales, pero que, tratándose de uno real y televisado, fue visto por algunos como un gesto publicitario gratuito y poco apropiado.

Síntoma del interés que la pegatina despertó tras aparecer en pantalla y en algunas imágenes tomadas de ese día es que, como señala NYP, el sitio web de la funeraria colapsó debido al aluvión de visitas. Otro síntoma es las búsquedas online. Como se puede comprobar a través de la herramienta Google Trends, las búsquedas de William Purves se dispararon el pasado domingo. En Reino Unido, por ejemplo, se ven varios picos entre el domingo y el martes y cómo el interés descendió después. Con un 100, Escocia fue la región donde más aumentaron las consultas.

Ese pico en el aumento de las búsquedas del nombre de la funeraria también se registró a nivel mundial, con una especial incidencia en Reino Unido (100), seguido de Irlanda (31), Australia (15), Nueva Zelanda (12) y Chipre (9). Datos que muestran que la empresa, desconocida para muchos hasta el domingo, ahora es 'famosa' a nivel mundial.

Una publicidad que no ha sido positiva debido a las críticas que pueden leerse en redes sociales. “Días tristes en los que el director de la funeraria se asegura de recibir publicidad gratuita hasta Edimburgo. Deberían avergonzarse de ustedes mismos, William Purves”, se puede leer en uno de esos mensajes en contra recogidos por varios medios.

“Me alegra ver que el logotipo de William Purves fue retirado del coche fúnebre de la Reina en algún lugar a lo largo de la ruta. Es triste ver que estaba allí en primer lugar”, se señalaba en otro en referencia a que la pegatina ya no estaba cuando el coche hizo su entrada en el palacio escocés.

The Scottish Sun pudo hablar con un portavoz de la funeraria horas después de que estallase la polémica y este le confirmó que la pegatina se retiró “lo antes posible” como respuesta a las reacciones negativas contra la empresa.

“Cuando la comitiva se fue de Balmoral, nos dimos cuenta de la atención negativa que nuestra empresa estaba recibiendo en relación con la marca y eliminamos el logotipo en la primera oportunidad. Actuamos lo antes posible y nos enorgullecemos de ser discretos con todos nuestros clientes”, explicó al medio escocés.

También comentó que su participación el domingo en el traslado se había ensayado y planificado durante años y que esa pegatina es algo que siempre está presente en sus coches. Pero que, en cuanto fueron conscientes del efecto negativo de la misma, actuaron en la “primera oportunidad” que tuvieron.

Sobre haberse encargado del traslado de Isabel II, desde William Purves señalan que “ha sido un privilegio y un honor servir a la Reina y hemos recibido el apoyo más increíble a nivel local y mundial para la procesión de ayer”.

EN VÍDEO | El cortejo fúnebre de la reina Isabel II partió este domingo de Balmoral a Edimburgo