La cámara que nuclea a centros de diagnóstico por imágenes salió hoy a denunciar que se están suspendiendo turnos de tomografías por faltante de las sustancias de contraste debido a “la demora en la entrada al país de insumos estratégicos para el sector de la salud”. La entidad afirma, a la vez, que la parálisis generalizada de importaciones alcanza también a la compra de equipos o de repuestos para su mantenimiento.

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“La situación es de extrema preocupación”, sostuvieron, esta mañana, las autoridades de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (Cadime) a través de un comunicado. Un relevamiento a 250 centros especializados de todo el país, según explicaron a LA NACIÓN, reveló que hay prestadores con tomógrafos sin operar desde hace 40 días. En el interior del país, el escenario es todavía más crítico.

“Proveedores de insumos como el contraste endovenoso manifiestan que se encuentran sin stock a raíz de la demora en los trámites de importación –señalaron desde Cadime–. Esta situación impacta en la suspensión de prestaciones en las pymes de diagnóstico médico y en una existencia que no supera los 30 días en el caso de los grandes prestadores.” Uno de esos proveedores no tiene disponibilidad hasta el 4 del mes que viene, según anticipó.

En los últimos días, como publicó LA NACIÓN, distribuidores de reactivos para análisis clínicos estaban informando a los laboratorios que están trabajando con el stock de seguridad, que es la reserva de resguardo para hacer frente a imprevistos en la cadena de suministros. La afectación está alcanzando a todas las especialidades médicas de un modo u otro y a pesar de la reglamentación del impuesto PAIS para eximir al sector de un impuesto del 7,5% que no termina de implementarse, como vienen explicando a este medio profesionales y responsables de áreas de compra de instituciones del sector privado y público.

Ante la consulta, desde Cadime se limitaron a referirse al texto de su comunicación. Guillermo Gómez Galizia, presidente de la cámara, señaló por escrito sobre el faltante de materiales de contraste: “La carencia de estos insumos se suma al incremento del orden de entre el 30 y el 80% en los precios de otros insumos, como los reactivos de diagnóstico para la salud humana, indispensables para la continuidad del servicio de análisis clínicos y el funcionamiento de determinados equipos instalados en hospitales, clínicas, sanatorios y prestadores ambulatorios”.

Incluyó en la lista a “sondas, catéteres, cánulas de aspiración, equipos de administración de sangre y de soluciones parenterales, equipos para diálisis, agujas para biopsia, puertos para administración de medicamentos oncológicos e insumos oftalmológicos y odontológicos”.

Las imágenes por tomografía con el uso de contraste se usan para estudios diagnósticos o procedimientos que exigen una mayor definición radiológica de tejidos, como en oncología, cardiología o neumonología, entre más especialidades.

A modo de ejemplo, en el Hospital de Clínicas, que depende de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se hacen unas 15.700 tomografías en total por año; el 75% es con uso de contraste. Uno de cada cuatro estudios por imágenes en ese hospital escuela se hace en un tomógrafo.

“No hay faltante, se siguen haciendo la misma cantidad de estudios, pero hay que hacer las compras cada vez con más frecuencia en el mes”, indicaron fuentes del hospital escuela de la UBA. “Hay insumos en stock para alrededor de un mes más y lo que sucede desde hace 45 días es que aumentaron mucho los precios de los insumos y los proveedores entregan menos cantidad (un tercio de lo habitual), lo que lleva a tener que comprar mucho más seguido que antes”, agregaron ante la consulta.

Demoras

“La tomografía sin contraste no sirve para pacientes oncológicos. Si esta demora es de 40 días [según informó Cadime], estamos antes una situación sumamente grave”, consideró Diego Kaen, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), tras leer el comunicado.

Eduardo Eyheremendy, presidente de la Sociedad Argentina de Radiología (SAR), señaló en diálogo con LA NACIÓN que la especialidad está pasando por la misma situación que el resto del país. “No estamos ajenos ni peor. Al haber restricciones de importación, hay demoras en aparatos que requieren repuestos para ser reparados –explicó–. Las ordenes de importación se están liberando a cuenta gotas y eso amenaza el flujo de abastecimiento de insumos como el contraste y jeringas para bombas inyectoras. y liberar la importación de repuestos puede demorar meses.”

En la Clínica La Sagrada Familia ya tuvieron que parar el tomógrafo por falta de un repuesto. Estaba demorado en un contenedor, sin ingresar al país. En ese centro, que cuenta además con dos resonadores, también de última generación, estos equipos son esenciales para definir el tratamiento de un paciente que está cursando un accidente cerebrovascular (ACV) sin demoras. “Nos especializamos en la atención del ACV [con el doctor Pedro Lilyk, referente en neurocirugía endovascular] y un tomógrafo es una herramienta absolutamente básica y necesaria para determinar en 3,5 minutos si es un ACV isquémico o hemorrágico. No podemos tener el tomógrafo sin funcionar”, explicó Christian van Gelderen, director médico de ese centro del barrio de Belgrano.

A propósito del comunicado de Cadime, consideró en diálogo con LA NACIÓN que “es un tema grave” que se suma a los demás inconvenientes por los que atraviesa el sector de la salud y que la pandemia de Covid-19 también ayudó a visibilizar. Como vienen señalando autoridades de hospitales y centros privados, van Gelderen mencionó la fuerte suba de los precios tras las PASO.

“Los insumos aumentaron hasta un 80% y, sobre todo en lo que se refiere a los contrastes, fue una diferencia fuerte porque en algunos casos hay dificultades con las entregas –dijo el profesional a este medio–. Los materiales biomédicos que utilizamos a diario (jeringas, agujas y guantes de látex, entre otros tantos más) son importados e impactan enormemente en los costos diarios. Además del profesional que tiene que interpretar los resultados, una tomografía implica el equipo, que tiene un costo en dólares, y las placas y el contraste, que también son importados.”

Van Gelderen puso esa situación como ejemplo para afirmar que “es muy difícil el escenario como el actual. Si un tomógrafo tiene un desperfecto y necesita un repuesto que no está disponible de inmediato, depende de una autorización de importación. Hay pacientes que necesitan que ese equipo funcione para estadificar un cáncer, hacer un diagnóstico cardiovascular o por otro problema de salud. En medicina cardiovascular, la angiotomografía [para evaluar los vasos sanguíneos] es actualmente el método de elección.”

Los profesionales consultados coincidieron en algo con colegas a los que viene consultando este medio en los últimos meses sobre los problemas que atraviesa el sector de la salud. “Pasaremos esta crisis al igual que lo hicimos con la pandemia”, resumió Eyheremendy.