La crisis energética es tan grande que Hamburgo quiere racionar el agua caliente

Ya son más de cuatro meses los que han pasado desde que Rusia atacó Ucrania y provocó la primera guerra en suelo europeo en las últimas tres décadas. Y las consecuencias sobre el continente cada vez son más evidentes, especialmente en lo que se refiere a la crisis energética.

Cabe recordar que la UE importó en 2021 el 40% de su gas desde Rusia y la intención es ir reduciendo paulatinamente esa dependencia rusa. Una transición que va a ser difícil y que va a tener una prueba de fuego este próximo verano. Y ya hay una importante ciudad europea que ha dado la voz de alarma: Hamburgo.

Hamburgo ya advierte de que puede terminar racionando el agua caliente ante la crisis energética. (Getty).
Hamburgo ya advierte de que puede terminar racionando el agua caliente ante la crisis energética. (Getty).

Esta urbe, que se sitúa al norte de Alemania, es la segunda más poblada del país (solo detrás de Berlín) y es la ciudad no capital más grande de toda la Unión Europea con sus cerca de 2 millones de habitantes. Y el aviso para navegantes de sus autoridades no se ha hecho esperar.

Jens Kerstan, senador de Medio Ambiente, ha advertido que un escenario plausible es que Hamburgo tenga que racionar el agua caliente ante la crítica situación actual causada por la crisis energética, tal y como recuerda Business Insider.

En declaraciones al periódico alemán Welt am Sonntag, ha alertado que Hamburgo podría limitar la disponibilidad de este recurso a determinadas horas del día ante "una escasez aguda de gas" y ha puesto de relieve que el momento actual es muy delicado. Tampoco descarta la posibilidad de reducir la temperatura máxima en la red de calefacción del distrito.

"Estamos en una crisis mucho peor de lo que la mayoría de la gente cree", señaló en el Hamburger Abendblatt, otro medio, antes de señalar que "cuanto más ahorremos ahora, mejor será la situación en invierno".

De momento, ya lanza varias recomendaciones que muestran la gravedad de la crisis, como tomar duchas más cortas, evitar el uso de la bañera, instalar termostatos modernos y eficientes y cambiar los cabezales normales de la ducha por otros que ahorren agua.

Medidas estas que se suelen tomar en periodos de falta de agua y sequía, pero que lógicamente también son útiles para ahorrar energía. Y puede que además sean ahora más necesarias que nunca antes.

Alemania tiene mucha dependencia del gas ruso. (Photo by Sean Gallup/Getty Images)
Alemania tiene mucha dependencia del gas ruso. (Photo by Sean Gallup/Getty Images)

Y es que si en el caso de la UE la dependencia del gas ruso era alta, en lo que se refiere de manera específica a Alemania la necesidad es incluso mayor. Anteriormente, el 55% del gas que importaba procedía de Rusia, mientras que en abril ya consiguió reducirlo al 35%. La idea es llegar a solo el 10% para el verano de 2024, pero lógicamente es necesario encontrar alternativas.

Alemania ha aumentado las importaciones de gas desde Países Bajos y Noruega, así como el gas natural licuado, que se transporta en barco. Sin embargo, es difícil sustituir semejante dependencia y hay temor a que los cuellos de botella provoquen el colapso de industrias enteras, como el aluminio o el vidrio.

Por tanto, es fundamental avanzar hacia la eficiencia energética y todo el ahorro de gas que puedan aportar los ciudadanos va a ser decisivo, de ahí la posibilidad del racionamiento de agua. Además, el país está intentando aumentar la infraestructura de energía renovable e incluso ha planteado la posibilidad de encender las centrales eléctricas de carbón inactivas como solución a corto plazo.

El otoño y el invierno serán buenos termómetros para analizar la situación, lo que parece claro es que los próximos meses e incluso años van a ser duros, mientras que se va produciendo esta transición energética.

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