Criatura bautizada en honor a la Rana René entrega pistas sobre la evolución de los anfibios

Por Will Dunham

WASHINGTON, 21 mar (Reuters) - En el Pérmico no había muñecos, pero sí una rana René, o al menos un precursor de los anfibios modernos que ha sido bautizado por el nombre de la célebre rana, en inglés, Kermit the Frog.

Los científicos describieron el jueves el cráneo fosilizado de una criatura llamada Kermitops gratus que vivió en lo que hoy es Texas hace unos 270 millones de años. Pertenece a un linaje del que se cree que surgieron las tres ramas vivas de los anfibios: ranas, salamandras y cecilias sin extremidades.

Aunque sólo se ha descubierto el cráneo, de unos 3 cm de largo, los investigadores creen que Kermitops tenía un cuerpo robusto similar al de una salamandra, de unos 15-18 cm de largo, aunque las salamandras no evolucionarían hasta dentro de unos 100 millones de años.

Los anfibios son uno de los cuatro grupos de vertebrados terrestres vivos, junto con los reptiles, las aves y los mamíferos. Las características únicas del cráneo de Kermitops -una mezcla de rasgos arcaicos y otros más avanzados- están proporcionando información sobre la evolución de los anfibios.

"Kermitops nos ayuda a comprender la historia primitiva de los anfibios al revelar que no existe una tendencia clara a parecerse cada vez más al anfibio moderno", afirma Calvin So, estudiante de doctorado en paleontología de la Universidad George Washington y autor principal del estudio publicado en la revista Zoological Journal of the Linnean Society.

El fósil se recogió en 1984 cerca del lago Kemp, en Texas, y se conserva en la amplia colección del Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsonian, en Washington, pero no se ha estudiado a fondo hasta hace poco.

Kermitops tenía un hocico redondeado, parecido al de las ranas y las salamandras. En las cuencas de sus ojos se conservaban huesos palpebrales -o huesos de los párpados-, una característica ausente en los anfibios actuales. Su cráneo está formado por huesos en forma de tejado, a diferencia de los delgados huesos en forma de puntal de los anfibios actuales.

"La longitud del cráneo delante de los ojos es mayor que la longitud del cráneo detrás de los ojos, lo que difiere de los demás anfibios fósiles que vivieron en la misma época. Creemos que esto podría haber permitido a Kermitops cerrar sus mandíbulas más rápidamente, lo que le permitió capturar presas rápidas de insectos", dijo So.

El registro fósil de los primeros anfibios y sus antecesores es irregular, lo que dificulta averiguar los orígenes de los anfibios modernos.

"Kermitops, con su anatomía única, ejemplifica realmente la importancia de seguir aportando nuevos datos fósiles para comprender este problema evolutivo", afirmó el paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural y coautor del estudio, Arjan Mann.

(Reportaje de Will Dunham, Editado en español por Héctor Espinoza)