Los crecientes riesgos que plantea Irán al mundo

ARCHIVO - El director General del Organismo Internacional de la Energía Atómica, OIEA, Rafael Mariano Grossi, a la derecha, habla con el número dos de la Organización iraní de la Energía Atómica, Behrouz Kamalvandi, en el aeropuerto Imán Jomeini de Teherán, Irán, el 22 de noviembre de 2021. (Organización iraní de la Energía Atómica via AP, Archivo)
ARCHIVO - El director General del Organismo Internacional de la Energía Atómica, OIEA, Rafael Mariano Grossi, a la derecha, habla con el número dos de la Organización iraní de la Energía Atómica, Behrouz Kamalvandi, en el aeropuerto Imán Jomeini de Teherán, Irán, el 22 de noviembre de 2021. (Organización iraní de la Energía Atómica via AP, Archivo)

WASHINGTON.- El mes pasado, como parte de su monitoreo del programa nuclear de Irán, el Organismo Internacional de Energía Atómica informó haber encontrado rastros de uranio enriquecido al 84%. El dato es importante, porque para producir armas nucleares se necesita un enriquecimiento del 90%. El 28 de febrero, un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa de Estados Unidos advirtió que “los avances nucleares de Irán desde que abandonamos el Plan de Acción Integral Conjunto han sido notables”, en referencia al acuerdo internacional de monitoreo del programa nuclear de Irán que se firmó en 2015, conocido como PAIC. “Hasta que Trump decidió abandonar el acuerdo, en 2018, Irán habría necesitado 12 meses en fabricar una bomba de material fisible: hoy tardaría apenas 12 días.”

Mientras los países firmantes del PAIC -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania y la Unión Europea- siguen conversando sobre reanudar las negociaciones, Irán parece estar apelando a la estrategia de los “hechos consumados”, dejando plantada una nueva realidad que deba ser considerada punto de partida de cualquier nuevo acuerdo.

Pero esa es solo la amenaza más obvia que planteará Irán en los próximos meses. La República Islámica también tiene enfurecidos a los gobiernos de Europa y Estados Unidos por la provisión de drones a Rusia para ser usados en su guerra contra Ucrania. En ese sentido, Irán se ha convertido en el único aliado de guerra incondicional de Rusia, mensaje para los líderes de Occidente de que a Irán no le importa lo que digan y que solo está dispuesto a negociar desde una posición de fuerza. (Irán niega que los drones que le vendió a Rusia se usen para matar a los ucranianos, pero nadie en ambos lados del Atlántico le cree.) Por eso las conversaciones para reanudar el acuerdo no llegan a ninguna parte y la República Islámica avanza a paso firme por el camino de la bomba nuclear.

Y el problema no es solo el potencial destructivo de Irán, porque si finalmente llegara a construir una bomba, sus países vecinos, mucho más poderosos, también tendrán que tomar decisiones. Arabia Saudita, su rival regional, financió durante años el programa nuclear de Pakistán, que en mayo de 1998 realizó su primera prueba nuclear pública como respuesta a los ensayos nucleares de la India, dos semanas antes. Gracias a eso, los sauditas se aseguraron una fuente de armas nucleares en caso de necesitarlas. Si Irán cruzara la línea de llegada nuclear, Arabia Saudita, y probablemente los Emiratos Árabes Unidos, contarían con una rápida vía de acceso a sus propias armas nucleares, y se desataría un proceso de proliferación nuclear en Medio Oriente.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu - Créditos: @AFP

Consciente de esa amenaza, el gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu sopesará cuidadosamente algunas alternativas sumamente peligrosas. Netanyahu se refirió repetidamente al programa nuclear de Irán como “una amenaza existencial” para su país. Hasta ahora, la respuesta de Israel ante los avances nucleares de Irán se limitó a acciones que los israelíes llaman “cortar el césped”: espionaje, sabotajes, y ataques dirigidos contra instalaciones y científicos para retrasar el proceso de enriquecimiento de uranio. Pero si Irán decide apurar el paso y cruzar la línea de llegada, Israel, y su aliado Estados Unidos, tendrán que decidir si se arriesgan a una guerra para destruirlo. Llegado ese punto, ninguna opción será buena.

Brutal represión interna

Adentro de Irán la presión también va en aumento. La brutal represión de las protestas generalizadas logró despejar momentáneamente las calles, pero la profunda consternación por la muerte de una mujer arrestada por la “policía de moralidad” por andar con la cabeza descubierta desató manifestaciones espontáneas difíciles de contener, porque se trata de un movimiento sin organización ni liderazgo. El combo de ejecuciones públicas y de agotamiento de la sociedad civil por sus fallidos intentos de forzar un cambio ha permitido que el régimen de Teherán recupere el control de las calles y los campus universitarios. Pero si la muerte de una mujer puede desatar semejante ola de indignación pública, solo es cuestión de tiempo para que vuelva a pasar, y las autoridades del gobierno iraní lo saben.

El ayatollah Ali Khamenei ordenó a las fuerzas armadas que asistan al personal médico en la lucha contra el brote
El ayatollah Ali Khamenei cumplirá el mes que viene 84 años - Créditos: @AFP

Para sumar tensiones, tanto la sociedad iraní como las figuras del poder saben que en un futuro no muy lejano el país enfrentará la primera verdadera transición de liderazgo en décadas. En los 44 años de historia de la República Islámica, solo una vez el poder fue transferido de un líder supremo a otro. Ali Khamenei ostenta esa posición desde 1989, pero el mes que viene cumplirá 84 años, y los rumores sobre su mala salud circulan desde hace años. Los miembros del régimen con influencia y acceso a la riqueza no tienen certezas del impacto que tendrá el recambio en el equilibrio de poder. Eso pone a todos nerviosos…

En los últimos días se difundieron auspiciosas noticias de que el gobierno de Irán estaría abandonado su perfil confrontativo. Sus funcionarios prometieron recibir a los inspectores internacionales en las instalaciones nucleares donde se detectaron rastros de uranio enriquecido avanzado y reinstalar las cámaras de vigilancia y demás equipos de monitoreo en los todos los lugares de donde fueron retirados el año pasado. Tal vez el régimen de Irán no quiera un enfrentamiento directo con Occidente y tema que sus vecinos, que están mejor armados, se ocupen de dañar aún más la acorralada economía iraní. O tal vez simplemente estén ganando tiempo, para llegar a la línea de llegada de la capacidad nuclear, que para los líderes de Irán parece ser la única garantía definitiva de seguridad. Desde afuera, es imposible saberlo. Israel, en particular, deberá decidir si se justifica dejar avanzar a Irán considerando el peligro que eso entraña.

Con eso alcanza para que Irán siga siendo un enigma impredecible que debe ser vigilado de cerca.

(Traducción de Jaime Arrambide)