Cortez Masto, la demócrata con mayor riesgo de perder su escaño en el Senado, lucha por mantenerse en Nevada

Asistentes al mitin de Donald Trump en Minden, Nevada, el 8 de octubre de 2022. (Bridget Bennett/The New York Times).
Asistentes al mitin de Donald Trump en Minden, Nevada, el 8 de octubre de 2022. (Bridget Bennett/The New York Times).

ENTERPRISE, Nevada— Un caluroso sábado reciente, en una sala repleta de gente durante una fiesta en los suburbios de Las Vegas, uno de los partidarios de la senadora Catherine Cortez Masto se acercó a ella con una advertencia.

“Has logrado muchas cosas desde tu despacho, muchísimas”, le dijo Sanje Sedera, un ejecutivo de la industria de atención médica y exfuncionario demócrata local. “Pero esa parte no está presente en el mensaje. La mayoría de las personas se pregunta: ‘¿Qué ha hecho la senadora?’ Tenemos que amplificar ese mensaje”.

Es la principal pregunta a la que se enfrenta Cortez Masto, a quien se le considera en general como la titular demócrata en mayor peligro de perder su escaño, en un año en el que su partido está combatiendo intensos vientos en contra para mantener el control del Congreso. Es una de las razones por las que Cortez Masto, tras seis años en el Senado, ha tenido que volver a presentarse ante los votantes a solo dos semanas de las elecciones.

Desde que fue elegida, Cortez Masto ha tenido problemas para establecer una marca que la identifique. Esa tarea es desafiante para cualquier funcionario público en Nevada, donde la población es transitoria. Pero ha sido particularmente difícil para Cortez Masto, quien tiende a evitar ser el centro de atención y a hablar con cautela, a menudo en discursos dedicados a políticas.

“Creo que si detienes a alguien en la calle y le preguntas: ‘¿Qué tipo de persona crees que es Bernie Sanders?’ Podría decirte: ‘abuelo amargado’ o algo así, ¿cierto? Bueno, eso no aplica mucho en el caso de CCM”, afirmó Chris Roberts, presidente del Partido Demócrata del Condado de Clark, al referirse a la senadora por sus iniciales.

“Eso la perjudica, porque la gente necesita saber que ella es genuina, muy trabajadora y que está aquí luchando por nosotros”, afirmó Roberts, cuyo condado alberga a Las Vegas y a más del 70 por ciento de la población de Nevada. “Estamos haciendo todo lo posible para difundir ese mensaje y asegurarnos de que la gente lo sepa, pero sin duda puedo entender por qué las personas podrían sentirse algo distantes de ella”.

En otro año, Cortez Masto, quien es la única senadora latina y desempeñó un papel crucial en llevar al estado, y a su industria hotelera, ayuda después de ser golpeados por la pandemia, parecería estar en una buena posición para conservar su escaño. Su rival republicano, Adam Laxalt, ex fiscal general del estado, fue uno de los líderes del empeño del expresidente Donald Trump por anular los resultados de las elecciones de 2020 en Nevada.

Adam Laxalt, el candidato republicano al Senado en Nevada, hace campaña en un mitin de Donald Trump en Minden, Nevada, el 8 de octubre de 2022. (Bridget Bennett/The New York Times),
Adam Laxalt, el candidato republicano al Senado en Nevada, hace campaña en un mitin de Donald Trump en Minden, Nevada, el 8 de octubre de 2022. (Bridget Bennett/The New York Times),

Pero Cortez Masto está operando sobre un terreno difícil. Los republicanos fustigan a los demócratas por la elevada inflación, y ese tema es particularmente grave en Nevada, pues los costos de los alquileres y la gasolina se han incrementado más rápido que en casi cualquier otro lugar del país.

El control del Senado, actualmente dividido en 50-50, podría estar en juego en la contienda de Cortez Masto. Los republicanos ven una victoria en lo que se espera sea una cerrada votación en Nevada, junto a un triunfo en Georgia, como su ruta más segura para recuperar la mayoría.

“Lo que sé sobre Nevada es que no se debe dar nada por sentado”, afirmó Cortez Masto en una entrevista reciente en el Sindicato de Trabajadores Culinarios en Las Vegas, en una sala de conferencias forrada con carteles de huelgas pasadas.

Cortez Masto, quien fue fiscal general durante dos mandatos, se convirtió en la primera senadora latina en 2016, cuando fue elegida por un margen de apenas 2,5 puntos porcentuales. Fue la sucesora elegida a dedo de Harry Reid, un exlíder de la mayoría en el Senado, quien se apoyó en su poderosa maquinaria política de su estado natal para ayudar a atraer a los votantes que la impulsaron hacia la victoria.

Tras la muerte de Reid el año pasado, la fuerza perdurable de esa maquinaria se ha puesto en duda, y los demócratas enfrentan posibles derrotas en la boleta electoral de Nevada este año.

Cortez Masto ha buscado retratar a Laxalt, cuyo padre y abuelo sirvieron en el Senado, como un hijo afortunado y un extremista. Algunos de sus anuncios televisivos más difundidos en los que ataca a Laxalt se centran en su labor a favor de la campaña del expresidente y su oposición al derecho al aborto, según datos de la firma de análisis de medios, AdImpact.

Consciente del descontento de los votantes con los precios de la gasolina que se mantienen por encima de los 5 dólares por galón, Cortez Masto también ha tratado de darle vuelta a la tortilla, al intentar vincular a Laxalt con las “grandes petroleras”, utilizando para ello un amicus curiae que lideró en 2016 cuando era fiscal general para denunciar una investigación sobre el papel de ExxonMobil en la minimización del cambio climático.

Además, Cortez Masto ha enfatizado su rol en lograr que la asistencia llegara a los trabajadores afectados fuertemente por la pandemia del coronavirus luego de que la industria hotelera del estado quedó devastada, así como las disposiciones de la histórica ley de cambio climático, salud e impuestos de los demócratas que limitó los costos mensuales de la insulina. También ha tratado de sacar provecho de su propia biografía, y a menudo cuenta historias de su familia —en especial de su abuelo, el cual emigró a Estados Unidos desde México— y sus vínculos con los sindicatos de Las Vegas.

Para ganar en Nevada, tradicionalmente los demócratas han tenido que acumular márgenes abrumadores en los condados de Clark y Washoe, dos áreas urbanas ancladas por Las Vegas y Reno, e impulsadas por votantes latinos y de clase trabajadora. Hasta el momento, todos los indicios, desde varias encuestas y los comentarios que los agentes electorales ofrecen tras visitar los hogares de los votantes, apuntan a una contienda muy cerrada que permanecerá reñida hasta el final.

“Escuchamos lo mismo en todas partes: el resultado se dará con márgenes mínimos”, afirmó Judith Whitmer, presidenta del Partido Demócrata del estado.

Laxalt parece apostar a que puede repetir la historia. En 2014, después de décadas, se convirtió en el primer candidato en ganar en el estado tras derrotas en los condados de Clark y Washoe. Lo logró manteniendo sus márgenes bajos en los condados urbanos y ganando con gran diferencia en las zonas rurales. Laxalt apareció este mes con Trump en un mitin en Minden, una localidad occidental de 3000 habitantes a una hora al sur de Reno.
Laxalt se ha aislado casi por completo de los principales medios de comunicación, para ahorrarse el riesgo de un error de último momento y evitar el tipo de desastres de relaciones públicas que han manchado a algunos de sus colegas republicanos que persiguen escaños reñidos en el Senado en todo el país. Las solicitudes para seguir a Laxalt en la campaña electoral en Nevada no fueron respondidas.

Algunos demócratas como Melissa Morales, fundadora del comité de acción política Somos, una organización cuyo objetivo es impulsar el voto latino, siguen preocupados por la participación en noviembre. El grupo de Morales ha tenido agentes electorales tocando puertas en Nevada desde la primavera.

“Es un año de elecciones de medio mandato; por lo general hay una baja participación de los votantes latinos”, afirmó Morales. “La gente no está tan pendiente como lo estuvo en 2020. Hay menos conciencia de que hay elecciones este año, preguntas sobre quienes se postulan, y para qué son estas elecciones”.

Morales afirmó que se sintió aliviada cuando escuchó a los agentes electorales reportar que durante sus visitas a los votantes latinos percibieron mucha menos curiosidad por votar por un republicano este año que en 2020. Sin embargo, eso no se traduce necesariamente en votos para Cortez Masto; algunos de los votantes que abrieron sus puertas no conocían el nombre de la senadora y se les tuvo que mostrar una foto en un volante para que recordaran quién era.

“Cuando ven su foto, la reconocen”, afirmó Morales. “La han visto en su comunidad”.

El comando de campaña de Cortez Masto es consciente del desafío. Un anuncio que comenzó a ser transmitido la semana pasada y que fue filmado en la casa de su abuela profundiza en la historia personal de la senadora, y se apoya en gran medida en su identidad como mexicana-estadounidense de tercera generación. En una publicación de Twitter que hizo circular el anuncio, Cortez Masto recordó haber crecido alrededor de la mesa de la cocina de sus abuelos escuchando historias familiares de sus “primos y tías”.

“Soy Catherine Cortez Masto”, dice la senadora frente a la cámara, que la muestra sentada cerca de una estatua de Jesús y una pintura de Nuestra Señora de Guadalupe, la santa patrona de México. “Y nunca olvidaré de dónde vengo”.

© 2022 The New York Times Company