Corte apelaciones de EEUU limita las demandas contra Argentina por deuda impaga

Por Nate Raymond y Joseph Ax NUEVA YORK (Reuters) - Argentina consiguió el lunes que se revirtiera un fallo del juez estadounidense Thomas Griesa, quien había decidido que un grupo de bonista que demandó al país por deuda incumplida tenía derecho a 700 millones de dólares. La corte de apelaciones del segundo circuito dijo que Griesa había ampliado inapropiadamente la categoría de acreedores que pueden demandar que se les pague, tras el incumplimiento de deuda del país por 100.000 millones de dólares en 2002. El juez de circuito Chester Straub, quien escribió a nombre de un panel de tres jueces, dijo que Griesa debe volver a una definición más restringida de la categoría de acreedores, limitada a quienes han mantenido continuamente las ocho series de bonos en disputa, y realizar una audiencia para determinar el monto apropiado de los perjuicios. Carmine Boccuzzi, abogado de Argentina, expresó satisfacción por el fallo y dijo que los demandantes habían, "en varias ocasiones, fracasado en demostrar los supuestos daños y que no tienen derecho a las sentencias exageradas" que han pedido en las cortes. Jennifer Scullion, abogada de los demandantes, no quiso hacer comentarios. El fallo es la más reciente decisión en un largo litigio de acreedores que rechazaron las reestructuraciones de deuda ofrecidas por Argentina y que buscan un pago completo de las obligaciones. Argentina cayó de nuevo en cesación de pagos en julio de 2014 cuando se negó a acatar un fallo de la corte de Griesa para que pague 1.330 millones de dólares más intereses a fondos de cobertura que incluyen a NML Capital de Elliott Management. Griesa ordenó posteriormente en junio que Argentina pagara 5.400 millones de dólares a más de 500 acreedores que se sumaron a la demanda iniciada por los fondos de cobertura, antes de que pueda cancelar a la mayoría de sus acreedores que sí aceptaron canjes de bonos. La decisión del lunes se conoce tras una serie de demandas de acreedores que buscan el pago de daños como grupo en una acción colectiva, en lugar acudir a la justicia por separado. Los acreedores inicialmente buscaron demandar en nombre de todos los que poseen ocho series de bonos argentinos. Griesa permitió la demanda colectiva en 2005, pero sólo a nombre de acreedores que hubiesen mantenido continuamente los bonos, una importante restricción considerando el mercado secundario para esos papeles. Luego dictó sentencia contra Argentina por 2.200 millones de dólares. Buenos Aires apeló y en 2010 la corte del segundo circuito revirtió el fallo argumentando que la sentencia era exagerada. Griesa falló de nuevo, esta vez por 700 millones de dólares, pero la corte de segundo circuito lo revirtió de nuevo y le pidió que celebrara una audiencia y que valorara los daños individualmente si una aproximación como grupo no era factible. En su lugar, Griesa en 2014 modificó la definición de la categoría de acreedores a todos los bonos en circulación, como originalmente pidieron los demandantes. Los acreedores posteriormente buscaron una decisión que impidiera que Argentina pagara su deuda reestructurada a menos que antes se les cancelara 700 millones de dólares. (Por Nate Raymon y Joseph Ax; Editado en español por Javier López de Lérida)