La corrupción es el arma de China en esfuerzo por acaparar el litio de América Latina, dicen expertos

Las empresas chinas que buscan obtener el control de las reservas de litio de América Latina, equivalentes a la mitad del total mundial, tienen una ventaja contra la que las empresas estadounidenses y europeas no pueden competir: una disposición general a ignorar las normas internacionales contra la corrupción, dicen los expertos.

En pocas palabras, los chinos están utilizando el soborno y otras prácticas turbias para expulsar a las empresas estadounidenses y europeas de la industria de producción de litio en América Latina, en aras de obtener un papel dominante en las industrias electrónicas clave, incluyendo la de teléfonos celulares, computadoras y automóviles eléctricos, dijo Douglas Farah, presidente de IBI Consultants, una firma consultora de seguridad nacional que se enfoca en el crimen organizado transnacional.

“Los consumidores de todo el mundo pronto estarán sujetos al yugo de un monopolio chino. Obviamente, es preocupante para Estados Unidos; el litio toca todo, baterías para computadoras, celulares. Todo gira en torno al litio en este momento”, dijo Farah en una entrevista telefónica.

La situación ha comenzado a llamar la atención de las autoridades en Washington en medio de quejas de compañías que dicen que la disposición de China de incumplir con los estándares internacionales contra la corrupción están sacando a los competidores de la industria.

“A este fenómeno emergente en la región lo llamo ‘corrupción geoestratégica’, que es la estrategia a través de la cual China ha elegido pragmáticamente expandir masivamente su presencia en todo el mundo, pero particularmente en América Latina”, dijo el profesor de política y relaciones internacionales de la Universidad Internacional de la Florida, Eduardo Gamarra.

“Lo que está haciendo China es bastante diferente desde el punto de vista de los inversionistas clásicos en el sentido de que busca alianzas que no toman en consideración las reglas que generalmente rigen a los inversionistas tradicionales europeos y estadounidenses, porque pueden sobornar, pueden contratar hijos de presidentes, pueden conocer de antemano las bases de licitación, y por ende subvertir los procesos de licitación”, dijo Gamarra.

Siendo un mineral relativamente escaso, el litio ha sido identificado como un material esencial para la seguridad económica de los Estados Unidos.

Según una hoja informativa de 2022 emitida por la Casa Blanca, el mineral es esencial para la fabricación no solo de productos de uso cotidiano y de electrodomésticos, sino también para el desarrollo de tecnologías de energía limpia, como turbinas eólicas y paneles solares.

A medida que el mundo hace la transición a una economía de energía limpia, la demanda mundial de minerales críticos se disparará hasta en un 600% durante las próximas décadas y, para minerales como el litio y el grafito utilizados en las baterías de los vehículos eléctricos, la demanda aumentará incluso más, hasta un 4,000%, dijo la Casa Blanca al anunciar un programa de inversiones para reducir la dependencia de Estados Unidos del suministro procedente de China.

Una serie de acuerdos firmados a la espalda de la población entre China y gobernadores autocráticos en los estados del norte de Argentina, región que concentra las mayores reservas de litio del país, están siendo expuestos por IBI Consultants, Gamarra y otros expertos como el ejemplo más reciente de operaciones irregulares en América Latina.

Se trata de gobernadores del oficialismo, muy alineados con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quienes se les ha dado total autonomía “para negociar directamente con empresas chinas contratos de la más oscura naturaleza para la extracción de litio” sin permitir ningún tipo de control, de auditorías, o de transparencia, dijo Farah de IBI Consultants.

Argentina actualmente posee alrededor del 20% de los depósitos de litio conocidos en el mundo y sus ciudadanos simplemente no tienen forma de saber los términos bajo los cuales se otorgaron las concesiones para la extracción del mineral raro a los chinos, dijo.

Los gobernadores de los estados del norte argentino desde hace algún tiempo han llamado la atención de organizaciones abocadas a fomentar la democracia, dado el carácter autocrático de sus administraciones.

Algunos gobernadores, como Gerardo Zamora en Santiago del Estero, y su estrecho aliado Juan Luis Manzur en la vecina Tucumán, se han concentrado en construir sus propios servicios de inteligencia, nombrar autoridades judiciales subordinadas, controlar los medios locales y formar una red muy unida de alianzas con los propietarios de los bancos provinciales y los contratistas de la construcción para obtener un control absoluto sobre la economía local, dijo Farah en una presentación de IBI Consultants en marzo.

“El pacto fundamental entre estos gobernadores y Kirchner es que el gobierno federal canalice los recursos nacionales a estas regiones pobres (sin fiscalización ni rendición de cuentas) y no se inmiscuya en ningún asunto regional. A cambio, estos gobernadores entregan cantidades masivas de votos a las estructuras del partido peronista para mantener la estructura de poder”, dice el informe.

Si bien los acuerdos en Argentina ahora son motivo de preocupación en la industria, China ya tenía tiempo controlando la producción del mineral en Bolivia, país que posee alrededor del 21% de los depósitos mundiales de litio, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

En un artículo reciente publicado con su colega de FIU, la profesora Valeriia Popova, Gamarra dijo que las empresas chinas lograron tomar control dentro de sectores clave de la economía boliviana durante los 14 años de mandato del expresidente Evo Morales, incluyendo la industria del litio, donde establecieron una monopolio a pesar de un fuerte movimiento anti-minería en el país.

Y la relación acogedora continúa hoy bajo la administración del nuevo presidente boliviano Luis Arce, dijo Gamarra, quien enfatizó que los chinos “han contratado” a su hijo, Luis Marcelo Arce Mosqueira, para trabajar a su favor.

Diputados de la oposición acusaron a Arce Mosqueira en febrero de sostener negociaciones cuestionables con empresas chinas por dos nuevas concesiones de litio.

La voluntad de China de usar prácticas de corrupción para asegurar su dominio de productos clave podría tener efectos negativos y duraderos para los intereses de Estados Unidos en la región, dijeron Gamarra y Popova en su artículo.

“En Argentina y Bolivia, la expansión china significa que sectores que son cruciales para el éxito de los objetivos de energía verde de Estados Unidos están cada vez más bajo el control de Beijing”, dijeron en su artículo.

Esas operaciones “también socavan los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar la corrupción y los abusos de los derechos humanos en la región”, advirtieron.