Coronavirus: Voluntarios cosen camisolines y barbijos para el hospital Argerich

La calle Caminito se ve desierta, sin turistas, puestos de regalos ni espectáculos callejeros . La Usina del Arte y la Bombonera parecen el decorado silencioso de un set de rodaje, que sigue estando allí, aunque sin actores ni cámaras. Pero aun en medio de la inédita quietud hay algo que está bullendo, activando la esperanza frente a la incertidumbre por el coronavirus.

Una red de voluntarios en La Boca asiste a los vecinos con soluciones concretas para problemas cotidianos: distribuyen viandas a domicilio, ayudan a conseguir medicamentos y también se preparan para lo que pueda suceder si el número de contagiados crece, cosen barbijos y camisolines para abastecer a los centros de salud que los necesiten.

Malena Sábato es costurera. Durante muchos años tuvo un taller de confección de prendas que cerró cuando bajó la producción textil en el país, para dedicarse a ofrecer un servicio de mudanzas. Ese trabajo le permitía sostener la casa, con un marido que tiene lupus y un hijo con asma y alergias.

La llegada del Covid-19 la llevó a buscar barbijos para proteger a sus familiares y notó la falta de este insumo en los comercios. Eso la incentivó a fabricarlos. Buscó en internet, preguntó a médicos y con friselina y acrocel que le quedaron de su taller los empezó a confeccionar.

Primero fue para uso personal y después, cuando una enfermera del barrio le comentó su preocupación por la escasez de insumos en el hospital donde ella trabaja, tuvo la idea de coserlos para repartir a quien los necesitara. Luego se sumó otra vecina, Nilda Torres, a la fabricación. Más gente donó elástico. Y una enfermera consiguió el molde "oficial" para hacer camisolines sanitarios.

La friselina que tenían ya se les terminó por eso ahora, desde la página de Facebook "Ayudanos a Protegernos", piden donaciones de materiales para seguir elaborando estas piezas. Intuyen que en cierto momento no muy lejano alguien va a necesitarlos y ellos estarán listos para ayudar.

El doctor Luis Enrique Gómez, médico cardiólogo del Hospital Fernández, es uno de los administradores de la página. "Nuestro grupo es autoconvocado, somos médicos que trabajamos en hospitales en el área de Ciudad y Provincia que, ante esta situación, buscamos motivar a la gente de los barrios para hacer barbijos, cofias, botas, incluso máscaras 3D.", cuenta.

"Los camisolines son para el hospital Argerich y tenemos la intención de fabricar todos los que se pueda, porque va a llegar un momento en que los hospitales que no estén bien provistos, se van a quedar sin nada y lo mejor que podemos hacer en este momento es ayudarnos entre todos", alienta. Además, aclara que no aceptan donaciones en dinero pero sí de telas, hilo o elásticos.

Ayuda en comedores

Todos los días, en el sur de la ciudad, mil adultos y niños acuden a alguno de los ocho comedores de la red de Desarrollo Humano y Hábitat del Gobierno de la Ciudad. Pero no alcanza, por estos días se acerca mucha gente que no era regular: son aquellos que vivían al día, a la gorra, de ventas y changas para el turismo, y hoy no tienen dinero para comer o comprar lo básico.

Por eso, unos 50 referentes de organizaciones barriales y vecinos unen esfuerzos en la nueva Red de Cooperación del barrio de La Boca que organiza las acciones para responder más rápido a las necesidades que aparecen en el nuevo contexto urbano. La de comer todos los días, es esencial.

Según explica Natalia Quinto, militante católica, referente de la Red, desde La Boca Resiste y Propone, el poder alinear esfuerzos permite ser más eficientes en estos momentos. "Los problemas complejos y de difícil resolución que ya vienen experimentando los vecinos en los últimos años, el crecimiento de la pobreza, del número de gente que asiste a los comedores comunitarios del Gobierno de la Ciudad y los desalojos, se acrecentaron, al punto en que el jueves pasado hubo un desalojo insólito en un conventillo que deja en medio de esta situación a tres familias en la calle", describe Quinto.

Al mismo tiempo, la situación de los comedores del barrio es crítica porque tienen lista de espera y la ayuda depende fundamentalmente de que el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, a través de su Programa de Asistencia inmediata, abastezca a los comedores.

Desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad confirmaron días atrás que ya se pusieron en contacto con Quinto. "Se enviarán los alimentos necesarios para las familias durante el fin de semana y esta semana se podrán incorporar a los comedores del sistema de la Ciudad", informó Juan Maquieyra, Presidente del Instituto de Vivienda de la Ciudad.

Reciben donaciones

Se necesitan:

Alimentos.Lavandina.Alcohol.Jabón.Friselina.Elástico.

Red de Cooperación de voluntarios del barrio de La Boca, en forma centralizada o a través de cualquiera de los voluntarios que la integran se encarga de ir a buscar las donaciones. Contactos: Natalia Quinto 1130489147 y Malena Sábato: 11 3243-3791

Merenderos: Madres en lucha, Pequeños camioneritos, Vecino de la boca, Esquina lealtad, San Juan, entre otros.

Ayudanos a protegernos (grupo que fabrica barbijos, camisolines para hospitales): FB: @AyudanosProtegernos

Desarrollo Humano y Hábitat del GCBA. Comedores