Millones de estadounidenses se rebelan por el Día de Acción de Gracias

WASHINGTON.- Millones de estadounidenses están desafiando las advertencias sanitarias y viajando antes de la fiesta del Día Acción de Gracias del jueves, probablemente exacerbando un alza de las infecciones de coronavirus justo antes de que una serie de prometedoras nuevas vacunas esté ampliamente disponible.

Pese a que las infecciones por coronavirus en Estados Unidos están alcanzando un promedio récord de 168.000 diarias, la gente está acudiendo en masa a los aeropuertos abarrotados en contra del consejo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y del cirujano general y el mayor experto del país en enfermedades infecciosas, el doctor Anthony Fauci.

El domingo hubo algo más de un millón de pasajeros en los aeropuertos estadounidenses, la cifra más alta desde que la pandemia empezó a afectar al país a mediados de marzo. Fue la segunda vez en tres días que se superó el millón de viajeros, indicó la Administración de Seguridad en el Transporte.

Mientras tanto, el promedio de muertes por coronavirus en siete días en Estados Unidos aumentó por duodécimo día consecutivo, alcanzando las 1500 hasta el lunes, según un recuento de Reuters de datos oficiales.

Esto ha añadido más presión aún sobre unos profesionales médicos que ya están agotados, porque las hospitalizaciones por coronavirus han aumentado casi un 50% en las últimas dos semanas y Estados Unidos superó ya las 255.000 muertes y los 12 millones de infecciones desde que comenzó la pandemia.

"Pido a los estadounidenses, les ruego: esperen un poco más", dijo el lunes el cirujano general Jerome Adams en el programa Good Morning America de ABC News. "Queremos que todos comprendan que estas celebraciones festivas pueden ser eventos de gran propagación".

Aún así, muchos estadounidenses se negaron a seguir los consejos de salud que podrían salvarles la vida.

En el condado de Grant, en el estado Virginia Occidental, los dueños de bares y restaurantes ignoraban los carteles que les pedían usar mascarillas, argumentando que están descontentos con la reciente imposición del gobernador Jim Justice sobre la obligación de mascarillas para espacios interiores.

Janel Henritz, cuya familia es propietaria del complejo de cabañas Smoke Hole Caverns en la pequeña ciudad de Cabins, dijo que lidiar con el virus debería ser una cuestión de responsabilidad personal, no de mandatos gubernamentales. "Si no te sientes cómodo saliendo, quédate en casa. Nadie te está diciendo que vengas a mi tienda a comprar", dijo Henritz, de 36 años, a Reuters. "No me gusta que me controlen".

Hasta la Casa Blanca está ignorando los consejos de los propios expertos del gobierno de Donald Trump. La primera dama, Melania Trump, será la anfitriona de una "recepción por fiestas" el 30 de noviembre en la Casa Blanca, según una invitación a la que tuvo acceso ABC News.

Si bien la Casa Blanca ha dicho que el presidente Donald Trump y Melania planean permanecer en Washington durante las festividades de esta semana, dejando de lado su viaje anual por el Día de Acción de Gracias al club privado de Trump en Florida, la fiesta se realizará solo tres días después.

También sigue a una serie de eventos en la Casa Blanca en los últimos meses que han sido asociados con un conjunto de brotes, incluido el propio contagio de Trump a fines de septiembre y comienzos de octubre. Un asesor de la Casa Blanca y otras cuatro personas dieron positivo en los últimos días.

No obstante, parece que muchos estadounidenses no prestan atención a los consejos. Si bien el número de pasajeros aéreos estadounidenses se ha reducido un 60% en comparación con el año pasado, los funcionarios federales de transporte informaron el lunes que realizaron exámenes al mayor número de viajeros desde marzo.

Agencia Reuters