Coronavirus: casos, internaciones y muertes récord en un EE.UU. agotado

WASHINGTON.- Diez meses después de la llegada del coronavirus, Estados Unidos, agotado y harto de convivir con las vicisitudes de la pandemia, comienza a recorrer el momento más oscuro, crítico y lúgubre de la crisis. El país rompe las marcas en todos los frentes: contagios, internaciones y muertes diarias. Y ni siquiera el hecho de que en algunos días se aplicarán las primeras vacunas cambiará la realidad de que todavía quedan decenas de miles de muertes más por venir.

Estados Unidos volvió a superar esta semana los 200.000 casos nuevos detectados en un solo día, la cantidad de pacientes internados en los hospitales sobrepasó por primera vez los 100.000, y los fallecimientos diarios marcaron un nuevo récord al superar el pico de la primavera y acercarse a los 3000, un panorama desolador que llega en el peor momento: justo antes de las Fiestas -cuando el país volverá a viajar y a reunirse para la Navidad y el Año Nuevo, menos de un mes después del fin de semana largo del Día de Acción de Gracias- y en medio de una compleja transición política entre el gobierno de Donald Trump y la nueva administración de Joe Biden, que ha puesto al gobierno federal en pausa.

Lejos de abordar la punzante brutalidad de la crisis, Trump sigue enfocado en la elección presidencial, y quema las horas amplificando en Twitter las denuncias falsas de fraude y teorías conspirativas, sin reconocer su irreversible derrota ante Biden. Mientras el país registraba los fatales nuevos récords de la pandemia, Trump brindó un discurso de 46 minutos en la Casa Blanca para atacar la elección.

El presidente pasó todo noviembre casi sin agenda oficial, y le ha dado la espalda a la crisis para abocarse de lleno a su ofensiva contra la legitimidad de los comicios, y a mantener latente y en vilo a su coalición. Este sábado, Trump volverá a hacer campaña en Georgia, donde se decidirá el control del Senado en una segunda vuelta a principios de enero, en la que se elegirán las dos últimas bancas de la Cámara alta que quedan por definir.

"La realidad es que diciembre, enero y febrero van a ser tiempos difíciles", dijo el director del Centro para el Control de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), Robert Redfield, en una presentación virtual ante la Fundación de la Cámara de Comercio. "De hecho, creo que será el momento más difícil en la historia de la salud pública de esta nación", graficó.

Los pronósticos de la pandemia son escalofriantes. Solo en la semana de Navidad, CDC prevé hasta 19.500 muertes. Y Redfield anticipó que antes de que el invierno boreal comience a ceder, en febrero, el país podría llegar a las 450.000 muertes.

Los números empeoran día a día. Ayer, Estados Unidos superó los 14 millones de casos confirmados desde que comenzó la pandemia, según la Universidad Johns Hopkins. Y el miércoles el país registró 2804 muertes debido al coronavirus, según el conteo de la misma universidad. Los expertos esperan que esa cifra aumente en las próximas semanas y supere los 3000 debido al aumento en la cantidad de casos, que también se espera que suba debido a los viajes y las reuniones durante el fin de semana del Día de Acción de Gracias, el de mayor movimiento en el país desde que comenzaron a implementarse las restricciones por la crisis de salud. Las comparaciones con los eventos más trágicos en la historia de Estados Unidos vuelven a ocupar el debate público. Las muertes diarias ya superan la cantidad de víctimas que dejaron los dos ataques más letales en la historia de Estados Unidos: el bombardeo de Pearl Harbor en la Segunda Guerra Mundial, y los atentados terroristas del 11-S.

"A estas alturas de la semana próximo, vamos a estar hablando de 3000 muertes por día, eso es un 11 de septiembre todos los días", graficó en CNN el miércoles Jonathan Reiner, cardiólogo y profesor de medicina en la Universidad George Washington.

Ante ese oscuro panorama, la preocupación por la saturación del sistema de salud volvió a instalarse. La ocupación de las salas de terapia intensiva del país de pacientes de Covid-19 superó el 25% los últimos días de noviembre, según cifras de la Universidad de Minnesota. Y el sistema de llamadas de emergencia al 911 está "en un punto de ruptura", advirtió la Asociación Estadounidense de Ambulancias, que representa a todos los servicios de ambulancia del país, en una carta el miércoles.

La principal esperanza que tiene ahora el país es el inicio de la vacunación en las próximas semanas, cuando se espera que las primeras dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna -las primeras que han demostrado efectividad para inmunizar contra el virus- comiencen a repartirse en todo el país. La Casa Blanca anticipó esta semana que espera distribuir 40 millones de dosis antes de que termine el año, y funcionarios del gobierno de Trump calculan que para junio del año próximo todas las personas que quieran vacunarse habrán tenido la oportunidad de acceder a su dosis.