Coronavirus: Brasil es el país que menos testea entre los más afectados del mundo

RÍO DE JANEIRO.- La dependencia extrema de los insumos importados explica la precaria situación de Brasil en las pruebas para detectar el nuevo coronavirus . Incluso solo examinando a profesionales de la salud gravemente enfermos, muertos y con un subregistro reconocido, el país ya es el 14 en el mundo en cantidad de casos (18.176) y el que menos testeos hace entre los 15 países más afectados.

El déficit de pruebas de Brasil en comparación con otros países es abismal. El país realiza 296 pruebas por millón de habitantes. Irán, el segundo con menos tests entre los más afectados, tiene 2755 por millón. Estados Unidos (el país con más casos del mundo, con 466.000), 7101 por millón. Alemania, uno de los países con la tasa de mortalidad más baja, evaluó a 1.317.887 personas, 15.730 por millón.

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Las pruebas e insumos se producen en China, la India, Estados Unidos y países europeos. Acosados por la pandemia, todos usan lo que producen y, en el caso de China, el mayor productor, exporta a quienes pagan más y más rápido.

"Todos los países del mundo quieren lo mismo al mismo tiempo", dijo al The New York Times Doris-Ann Williams, CEO de la Asociación de Diagnóstico In Vitro, que representa a los principales fabricantes y distribuidores de pruebas.

El profesor de virología en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Amilcar Tanuri, coordinador del Laboratorio de Virología Molecular, dice que Brasil, con 957 muertes por el nuevo coronavirus, está bajo la tormenta perfecta: sufre de falta de infraestructura para producir pruebas, es rehén de las importaciones en un mercado bajo demanda extrema y sufre la falta de acción del gobierno federal para resolver el problema.

"El ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, hizo todo lo que pudo. Pero el gobierno carece de apoyo y de una acción más incisiva", dijo Tanuri. El presidente Jair Bolsonaro es fuertemente criticado por su gestión de la crisis y su oposición a las medidas de aislamiento y restricciones adoptadas por algunos estados.

Los investigadores ven una amenaza a la soberanía en Brasil. "Este es el precio que pagamos por no haber invertido nunca en investigación y en la industria de la biotecnología. Ahora, tenemos una dependencia extrema del exterior, una amenaza muy grave para nuestra soberanía", señaló Roger Chammas, de la Red de Diagnóstico de Covid-19 (Rudic) de la Universidad de San Pablo (USP).

Chammas dice que el pronóstico es que Rudic realice 1500 pruebas moleculares diariamente. Hoy, hace 200 al día. No es por falta de capacidad técnica: es una falta de insumos. Rudic es parte de la plataforma de prueba del gobierno del estado de San Pablo, coordinada por el Instituto Butantã, que planea realizar 8000 pruebas por día, pero está esperando la llegada de reactivos.

Río, a la espera de pruebas rápidas

En Río de Janeiro, la situación no es diferente. El estado está esperando pruebas rápidas que no han sido entregadas. Y los laboratorios que realizan el examen molecular, como el de UFRJ, están por debajo de la producción debido a la falta de insumos.

Las pruebas rápidas de anticuerpos llegan en cantidades más pequeñas de lo esperado y aún no se han validado. Diecisiete pruebas moleculares y de anticuerpos ya han recibido la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), pero todavía no hay garantía de calidad.

La Asociación Brasileña de Medicina Diagnóstica (Abramed), la Cámara Brasileña de Diagnóstico de Laboratorio, la Sociedad Brasileña de Análisis Clínicos y la Sociedad Brasileña de Patología Clínica y Medicina de Laboratorio han creado un grupo de trabajo para validar estas pruebas y esperan publicar los resultados para fin de mes.

Hay pruebas de baja calidad, e incluso las buenas pueden ofrecer resultados falsos negativos, lo que crea inseguridad. Por lo tanto, no pueden ser aplicados por nadie. Solo se deben usar pruebas validadas, dice Priscila Franklin Martins, directora de Abramed.

O Globo/GDA