Coronavirus en la Argentina: en la ciudad evalúan que 5100 alumnos vuelvan a clases presenciales

Distancia social y medidas de higiene serán las claves para la vuelta a clases

La Ciudad evalúa que más de 5000 alumnos vuelvan a las aulas, según trascendió de fuentes del gobierno porteño. El objetivo de este regreso anticipado, teniendo en cuenta la situación epidemiológica en la Capital, es priorizar a unos 5100 estudiantes que desde que se suspendieron las clases, el 16 de marzo pasado, no tuvieron contacto con sus docentes. Son alumnos que en estos casi cinco meses no respondieron a las tareas que propuso la escuela, y que en la mayoría de los casos tampoco tuvo vínculo con sus maestros. Si bien un documento oficial preliminar estimaría el regreso de estos chicos a las clases presenciales para el 7 de septiembre, la fecha fue hoy desmentida en un comunicado.

Después de que San Juan y Formosa regresaran a las aulas esta semana de manera presencial, la Ciudad comenzó a trabajar en un borrador para postularse como la siguiente candidata, aunque desde el Ministerio de Educación de la Nación confiaron a este medio que no existe autorización al respecto ni hubo una presentación formal de la iniciativa, y que esa decisión aún no está en la agenda de trabajo, al menos por el momento.

"Estamos estudiando distintas alternativas junto al gobierno nacional para empezar de forma muy gradual, pero aún no están definidos los tiempos ni el cómo", respondieron desde la jefatura de Gabinete del gobierno porteño luego de conocida la noticia, que rápidamente se viralizó en las redes. "¿En serio empiezan las clases en la Ciudad, es cierto? La pregunta llegó al chat de los padres que mandan a sus hijos tanto a colegios privados como de gestión estatal, y el revuelo trajo un sin fin de opiniones al respecto, a favor y en contra. En medio de las marchas y contramarchas en relación a la apertura de nuevas actividades en la Ciudad, el último motivo de discordia entre el Gobierno y la administración porteña fue la intención de autorizar la práctica de deportes individuales, como el tenis y el golf, a partir de la nueva etapa de la cuarentena. Por eso, la noticia del regreso a las aulas a partir del 7 de septiembre próximo, aunque en un segmento específico de la población estudiantil, provocó desconcierto

Garantizar la continuidad pedagógica

Al poco tiempo de haberse suspendido las clases, el Ministerio de Educación porteño comenzó a relevar cuál era la situación de los alumnos en todas las comunas, y realizó una primera encuesta para saber qué porcentaje sostenía un vínculo con la escuela. Si bien los resultados fueron positivos, ya que casi un 90% respondió que tenía contacto, luego se diseñaron nuevos trabajos para profundizar en la frecuencia y la calidad del vínculo. Detectaron, según el borrador que justifica el regreso a las aulas en una primera etapa, que un porcentaje de los chicos, aunque menor, había quedado fuera del sistema educativo.

"Estamos muy orgullosos del gran esfuerzo que venimos haciendo para seguir garantizando la continuidad pedagógica, el aprendizaje de los chicos y la enseñanza de los docentes -agrega el comunicado oficial porteño--. Hoy podemos decir que tanto en las escuelas públicas como privadas, más del 90% de los estudiantes ha logrado mantener un vínculo constante y suficiente con sus docentes a lo largo de estos 5 meses. Todas las semanas han recibido actividades, entregado tareas y trabajos prácticos con sus compañeros y maestros".

En la mayoría de los casos, afirman desde el Ministerio de Educación porteño, las escuelas utilizaron diversos medios digitales para este intercambio: plataformas virtuales, blogs y correos electrónicos. Sin embargo, y a tono con lo que se registró en todo el país, es que la principal herramienta de comunicación es el WhatsApp.

Luego de conocerse los resultados preliminares de la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica, una de las primeras conclusiones que saltó a la vista es que la enseñanza remota durante el período de aislamiento en la Argentina está signada por la falta de equipamiento, la conexión a Internet y la diferencia en el piso tecnológico de los hogares que asisten a escuelas de gestión privada, que duplica al de los del sector estatal. Por eso, tanto en la Ciudad como en el resto del país, también se recurrió a formatos impresos. Apenas se suspendieron las clases, el gobierno porteño comenzó a elaborar cuadernillos y fascículos especialmente diseñados para el contexto de pandemia.

El mes pasado, y ante la decisión de haber suspendido las calificaciones numéricas en todas las escuelas del país hasta tanto se retomen las clases presenciales, las familias recibieron el informe de valoración pedagógica, donde se evaluó el nivel de contacto, participación y aprendizajes logrados por los alumnos durante este tiempo.