Corbyn: "Es improbable que Starmer sea más radical cuando llegue al Gobierno"

Londres, 25 jun (EFE).- El exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn ve improbable que su sucesor, el más centrista Keir Starmer, muestre una vertiente más radical si, como indican las encuestas, gana las elecciones del próximo 4 de julio, según dice en una entrevista exclusiva con EFE.

"No hay muchos precedentes en la historia conocida de personas que lleguen al Gobierno y se vuelvan más radicales; por lo general, lo son menos", declara el político de 75 años, que dirigió la formación entre 2015 y 2020, cuando fue sustituido por su antiguo portavoz para el Brexit y suspendido del grupo parlamentario por su reacción a un informe sobre antisemitismo.

La ejecutiva de Starmer le impidió este mayo ser candidato en estos comicios, proponiendo en su lugar a Praful Nargund para el escaño de Islington North en la Cámara de los Comunes (baja).

Corbyn consideró la decisión "incorrecta e injusta" y ahora se presenta como independiente para ese distrito del norte de Londres, del que es vecino y representa en el Parlamento desde 1983.

Corbyn versus el laborismo

"Me expulsaron (del partido) 28 minutos después de que me postulara, en un frío correo electrónico de tres líneas, eso fue todo. Después de 58 años de afiliación, ni siquiera un agradecimiento. Aunque en realidad no se trata de mí, sino de su actitud hacia la gente, la crítica y la democracia", explica mientras desayuna en una cafetería del barrio.

"Me uní al Partido Laborista cuando tenía 16 años. Fue en 1966, Inglaterra ni siquiera había ganado la Copa del Mundo. Ha sido absolutamente mi vida", dice a EFE.

Mientras rememora los puestos que ocupó en la formación de centroizquierda -de cobrador de cuotas a domicilio a secretario local, parlamentario y líder-, Corbyn es interrumpido por ciudadanos que le saludan y se detienen a hablar con él.

Aunque su popularidad en esta zona es evidente, el veterano izquierdista se enfrenta a los mayores recursos del primer partido de la oposición.

"En tres semanas y pico, hemos construido una campaña desde cero", relata. "Cuento con unas 500 personas que visitan a los votantes conmigo. Defendemos lo que creemos: justicia social, que la sanidad no se privatice, la lucha contra el cambio climático, un alto el fuego en Gaza".

Si es elegido, prevé celebrar una Asamblea Popular mensual en la que informará sobre la actividad parlamentaria e iniciativas ciudadanas.

"Será una movilización política de base y veremos adónde va", dice, si bien precisa que, de momento, no proyecta la creación de un nuevo partido político de izquierdas.

Aunque lamenta el trato recibido de Starmer, que se ha deshecho también de otros colegas progresistas, no es alguien "que guarde rencor".

"Si el Gobierno laborista entrante hace cosas buenas, los apoyaré. Y si no lo hacen, seré la voz de quienes no son escuchados", manifiesta.

La pirueta de 'Sir' Keir

Corbyn cuestiona el programa cauteloso de su sucesor, "en el que hay buenas palabras pero también un problema fundamental, y es que la oferta económica básica no redistribuye la riqueza, no grava a las corporaciones, no introduce un impuesto al patrimonio".

"Un Gobierno laborista debe estar dispuesto a pedir prestado para invertir", opina.

Bajo el liderazgo de Corbyn, que fue elegido en 2015 por las bases con un audaz programa de renacionalizaciones entre la oposición de muchos diputados, el Partido Laborista sufrió en 2019 una gran derrota electoral, frente al conservador Boris Johnson.

"Hubo varias razones. Una es que las elecciones no fueron en un momento óptimo y luego teníamos el problema de cómo abordar el Brexit", reflexiona.

"Un 70 % de los afiliados había apoyado permanecer en la Unión Europea (en el referéndum de 2016) y la mayoría de los parlamentarios también lo prefería, pero entre el 30 y el 40 % de nuestros votantes eligió salir. Tenía que cerrar esa brecha. Fue muy difícil, a otros partidos no les pasó", explica.

Keir Starmer formaba parte entonces del equipo de Corbyn y, tras su dimisión, fue escogido el 4 de abril de 2020 para sucederle con su mismo programa, del que posteriormente renegó para distanciarse del 'corbynismo'.

¿Es de fiar este exfiscal de 61 años, que, según los sondeos, será el próximo primer ministro del Reino Unido? "Las personas que realizan saltos mortales políticos acaban generando desconfianza", afirma su antiguo jefe.

Tanto si gana como si pierde el 4 de julio, Jeremy Corbyn, que, como Starmer, es aficionado del club Arsenal de fútbol, promete continuar en la lucha política.

"Mi principio fundamental en la vida es movilizar a las personas, empoderarlas para que se den cuenta de que pueden conseguir cosas mediante el esfuerzo intelectual y creativo. Es lo que me motiva, y seguiremos adelante", asegura.

Judith Mora

(c) Agencia EFE