Copa Sudamericana: Boca perdió contra Fortaleza y, sin quererlo, mostró que hay demasiada diferencia entre sus titulares y sus suplentes
El fútbol está compuesto por momentos y Boca no aprovechó el viento de cola del triunfo en el superclásico. Aunque tuvo pasajes de buen fútbol, recibió dos mazazos en el comienzo del segundo tiempo y se trae de Brasil una preocupante derrota. Cayó por 4 a 2 frente a Fortaleza en Ceará y continúa segundo en el grupo B de la Copa Sudamericana, pero ahora a cinco puntos del equipo brasileño.
Boca empezó errático, impreciso, inconexo. Antes de cumplirse tres minutos, tres malas entregas en salidas propiciaron situaciones claras de gol en favor del local. Juan Lucero, desde la medialuna, definió por encima del travesaño. Yago Pikachu, desde un vértice del área, tiró un metro afuera. La tercera fue la vencida: Equi Fernández comprometió a Nicolás Figal, el zaguero se hizo un nudo con la pelota y Tomás Pochettino dejó a Lucero cara a cara con el gol.
Boca no hacía pie en el medio y sufría en el retroceso. El campo, para colmo, tampoco daba garantías de balón dominable. Y Fortaleza, con cinco argentinos desde el inicio, estaba dispuesto a aumentar la ventaja. Pero Boca, con el correr de los minutos, se amigó con la pelota. Juntó pases, ocupó mejor los espacios, retomó la confianza. Creció Cristian Medina, creció Equi, entró en juego Miguel Merentiel. Y el cuadro azul y oro, en su primera llegada a fondo, no perdonó: centro bajo de Jabes Saralegui y anticipo de la Bestia, que venía de marcar dos tantos en su tarde soñada en el estadio Mario Kempes.
El empate provocó cierta tranquilidad en el visitante, que sacó provecho del nerviosismo de Fortaleza y pasó a llegar con claridad. Con Frank Fabra (zurdazo por arriba del travesaño), con Luca Langoni (frente al arco, no llegó a conectar), con Merentiel (lo taparon justo), con una de las armas con las que mejor ataca en este ciclo: el desborde por fuera. Boca era más, pero también sufría en defensa. Pikachu, el cerebro del anfitrión, tuvo dos ocasiones claras y dos remates desde fuera. También José Welison hizo lucirse a Chiquito. Y Lucero, en la primera chance de la segunda etapa, consiguió el 2-1 de cabeza.
En el segundo tiempo Boca volvió salir dormido. Perdió el equilibrio, las marcas, la atención. Y Fortaleza no tuvo piedad. Pikachu, el mejor junto a Lucero (Saralegui, como ante Estudiantes, perdió la marca), liquidó con dos buenas definiciones a los 10 y los 18 minutos. Boca buscó soluciones en el banco, pero la distancia en el marcador ya era demasiado amplia. Los ingresos de Luis Advíncula y Kevin Zenón (el mejor, aun con pocos minutos en la cancha) no alcanzaron para que Boca reaccionara a tiempo. Sí logró, al menos, achicar la diferencia y poner algo de justicia en el resultado, con un disparo del propio mediocampista que llegó desde Unión. El visitante tuvo más la pelota, sí, pero apenas lastimó.
Dirigido por Juan Pablo Vojvoda, Fortaleza era, coma Paranaense y Racing, uno de los tres equipos que tenían el puntaje ideal entre los 32 participantes, y al igual que Boca, no había recibido goles. Además, nunca había perdido nunca en casa frente a clubes argentinos. Por su parte, el conjunto xeneize sumaba un empate y tres derrotas en Brasil por la Sudamericana. Llevarse algo era, en los papeles, un buen resultado. Pero Boca padeció su primera derrota en la versión 2024 del torneo.
Compacto de Fortaleza 4 vs. Boca Juniors 2
La Copa Sudamericana, está claro, no es prioridad para el Boca de Diego Martínez. Frente a Nacional, en la altura de Bolivia, el DT plantó una alineación alternativa teniendo en cuenta la proximidad del partido contra Newell’s, importante en la definición de la Copa de la Liga. Contra Trinidense en La Bombonera utilizó apenas cuatro titulares (Romero, Pol Fernández, Edinson Cavani y Merentiel). Y este jueves, en Brasil, volvió a apostar por una mezcla, con ausencias sensibles, como las de Marcos Rojo, Cavani y Lautaro Blanco y la novedad de Fabra como volante por la izquierda. La decisión de Martínez de preservar a los titulares suena lógica. El martes, Boca jugará contra Estudiantes una semifinal por la Copa de la Liga.
La mira xeneize está puesta en ese cruce, otra vez en Córdoba. La definición de la etapa de grupos de la Sudamericana quedará para la segunda semana de mayo, tras una hipotética participación en la final de la Copa de la Liga contra Argentinos o Vélez en el santiagueño Madre de Ciudades. Por la Copa Boca debe visitar a Trinidense y recibir a Fortaleza y Nacional. Nada imposible para el cuadro azul y oro, que procurará el primer puesto para pasar a los octavos de final, o por lo menos el segundo, para dirimir contra alguno de los terceros de zona de la Copa Libertadores un dieciseisavo de final.
Pero eso es hipotético. Ahora todos los cañones apuntan a Estudiantes. Ya habrá tiempo de saber cuánto duele esta derrota en Brasil.