Conversando con María Todaro frente al desafío de dirigir la Florida Grand Opera

Confirmada flamante directora de la Florida Grand Opera (FGO), María Todaro está lista para luchar; mejor dicho, continuar la lucha que fervorosa emprendió hace un año al tomar el timón de la compañía.

En sus múltiples facetas de cantante, directora, libretista, amante de las artes y emprendedora, sabe cómo luchar en broma -es maestra en “coreografía de acción” que se ocupa de simular luchas escénicas - y aún más en serio, desde fundar el Hudson Valley International Festival of The Voice en el 2009, uno de sus tantos emprendimientos, a dirigir más de veinte producciones en diferentes compañías a iniciar la productora Artedor en su Francia natal a los veinte años de edad.

Todaro creció inmersa en un privilegiado caldo cultural gracias a su madre -la mezzosoprano brasileña Maria Helena de Oliveira- y su padre -el tenor italiano José Todaro. Para ella, la ópera es sinónimo de vida, parte de su naturaleza y lo demuestra a cada momento con candor y entusiasmo contagiosos.

Sus raíces latinas, su conocimiento y experiencia de cada faceta y disciplina que contribuyen al armado del género lírico la convirtieron en una candidata ideal para aterrizar en Miami y hacerse cargo de un compañía tan ilustre como problemática, que viene atravesando una acuciante crisis que ella está decidida a resolver. Con ella conversamos.

¿Por qué una ciudad como Miami “necesita” ópera?

Miami es como una teenager, una muchacha llena de energía aún en formación y desarrollo, cometiendo errores y aciertos de manera sucesiva. Y necesita ópera porque la ópera es un barómetro de la salud de una ciudad. Un arte que reúne todas las artes, un indicador de cómo estamos y un ejemplo de lo que una ciudad pujante puede y debe ofrecer. Cuando una ciudad tiene un hospital, una universidad, un museo y una casa de ópera es una verdadera ciudad y Miami lo tiene. No se puede tener a los otros y carecer de una compañía lírica importante. Si Miami quiere ser elegante, conquistadora, atractiva, necesita pasar de adolescente a ser una dama. Y qué mejor que una fiesta como la que propone la ópera, es el mejor lugar para ser visto, para lucir bien, para entrar en otro mundo desde el momento en que se pone un pie en el teatro, es un acontecimiento completo.Contamos con el magnífico Arsht Center en Miami y no me olvido del Broward Center, donde servimos a la comunidad de ese condado.

En términos prácticos, la gente debe enterarse que la ópera atrae miles de personas diferentes siendo una plataforma ideal de networking, no sólo inspira sino trae oportunidades y trabajos. A los recién llegados les digo: “te pasarán dos cosas, te emocionarás y saldrás mejor persona, querrás integrarte y ser parte vital de tu ciudad”. El arte hace bien, saca de la oscuridad y transporta a otro lugar. Es alimento para el alma, cerebro y corazón. Y además, necesitamos ópera porque da trabajo a profesionales en todas las disciplinas del arte conjugándolas arriba de un escenario.

Séptima en antigüedad en el país, FGO fue una de las diez más importantes de Estados Unidos. No es secreto que estos últimos años trajeron una crisis inocultable. Se alejaron los suscriptores y los títulos no contaron con el apoyo del público. ¿Puede remontarse esta situación?

Literalmente, ya salimos del ER y si estamos en cuidado intensivo, todo está mucho mejor. En un momento FGO tuvo más de 40 empleados y ahora somos un equipo de apenas doce trabajando 24 horas todos los días. Tengo un grupo formidable y estamos sacándola a flote, es muy reconfortante ver la respuesta obtenida. Algo increíble está pasando, las renovaciones de abono superan el 70%, hay 23% más en ventas y 15% de newcomers, somos muy optimistas y la gente está regresando. FGO ostenta el privilegio de haber tenido patrocinadores fieles por décadas, incluso la generación siguiente continuaba la tradición. Si, hubo cansancio y muchos se tomaron un descanso, pero están regresando y sumándose a flamantes patrocinadores. Estoy muy agradecida con el apoyo que me brinda la comunidad como “recién llegada”.

Los “operómanos” semejan a fanáticos de fútbol. ¿Cómo se convierten las audiencias en adictos al género lírico?

La primera obligación de nuestra parte es ser acogedores y nunca amenazadores; de donde se venga y cómo se venga debemos ofrecer al espectador una experiencia diferente. El público nuevo debe saber que no necesita saber y que nadie pretende que sepa. Lamentablemente para mucha gente la ópera tiene fama de snob y elitista. Si se crece en una familia que no ha tenido acceso a este tipo de espectáculos, llámese ópera, ballet, conciertos o museos, es natural rechazarlos al sentirse intimidados. Es nuestra primera consigna: “no necesitas saber, siempre eres bienvenido”.

Luego, quién no se fascina con una buena historia y qué mejor ejemplo que estas obras maestras poseedoras de vigencia atemporal; piezas que en su estreno impactaron y revolucionaron. El desafío es cómo trasladarlas a un contexto actual que sea tan relevante que permita a la audiencia sorprenderse y relacionarse como en el momento en que se estrenaron. Mantener esa frescura es nuestra responsabilidad, la de recrear una obra antigua presentándola renovada y al mismo tiempo, intacta.

El tercer factor es la decisión de no esperar a que el público acuda sino ir a buscarlo donde se encuentre. Esa es mi responsabilidad y desafío.

 “Cuando una ciudad tiene un hospital, una universidad, un museo y una casa de ópera es una verdadera ciudad y Miami lo tiene”, proclama Maria Todaro.
“Cuando una ciudad tiene un hospital, una universidad, un museo y una casa de ópera es una verdadera ciudad y Miami lo tiene”, proclama Maria Todaro.

¿Cual será el repertorio de la temporada 83 que pronto comienza?

La iniciamos con “La flauta mágica” de Mozart. Una versión impactante, suerte de gigantesco video-game que sin alienar a nadie permitirá conectar con los conflictos actuales. Estoy segura que especialmente los más jóvenes se deslumbrarán con la propuesta. Durante mi primera temporada, en sólo siete meses trajimos a doce mil estudiantes a los ensayos generales y a funciones, la reacción fue asombrosa, desataron un entusiasmo contagioso.

Para celebrar el Día de San Valentín, ¿que mejor que “El elixir de amor”? una historia divertida y amorosa con un elenco espléndido justo para cada personaje. Y como cierre de temporada una “Carmen” de Bizet donde seré la directora escénica. Será en la España de Franco, planteando un arco emocional extraordinario con la presencia tácita del dictador, y todos aquellos que atravesaron regímenes autoritarios captarán la esencia de la puesta, con una carga de intensa violencia y un final tan inesperado como diferente. Además de una bella Carmen en Ginger Costa Jackson tengo el inmenso honor de contar con el maestro Ramón Tebar que regresa al podio de FGO, será un reencuentro emocionante.

¿Su misión y mensaje para nuestra audiencia?

Mostrar que la ópera como emblemático puente entre el pasado y el futuro, entre la tradición y lo contemporáneo. Formar nuevos públicos y educar a los jóvenes como filántropos despertando el sentido de responsabilidad con las entidades culturales de la comunidad. Amo el género y mi trabajo es ayudar a ese proceso de iniciación que lleva a querer más a medida que se conoce y aprecia. Por eso, como “agente de cambio” estoy al servicio de la ópera y de la audiencia diciéndole “Vengan a mi casa, son bienvenidos, prometo brindarles la mejor experiencia”.

Para conocer más sobre la temporada 2024-25 de la Florida Grand Opera visite https://fgo.org/

ArtburstMiami.com es una fuente mediática sin fines de lucro dedicada a las artes que presenta historias frescas y originales de escritores especializados en teatro, danza, artes visuales, cine, música y más.