Control natural. Por qué se evalúa cultivar peces y camarones para combatir a los mosquitos
SANTA FE.- En un intento por combatir las distintas especies de mosquitos que provocan anualmente diversos trastornos en la salud de los argentinos, algunos agudos como el dengue, que afecta a personas de cualquier edad, y hasta puede generar encefalomielitis, un brote que nuestro país se registró meses atrás en equinos y con transmisión a humanos (esta provincia registró el primer caso mortal), especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) realizan una evaluación de los beneficios de producir especies nativas de peces y camarones con ese propósito.
Según el informe difundido horas atrás, especies nativas de peces, como el Australoheros facetus, conocida como “chanchita”, “castañeta”, “cará o chata”, que habita en la cuenca del Plata, son capaces de consumir más de 500 larvas de mosquito en menos de un día.
Por su parte, el camarón de río (Macrobrachium borellii) y el camarón fantasma o camarón de agua dulce (Palaemon argentinus), crustáceos que habitan en ambientes de agua dulce en el centro de América del Sur, pueden ser utilizados para controlar las poblaciones de estos insectos, incluso los de las especies Aedes sp, Anopheles sp y Culex sp, de relevancia por el potencial de transmitir enfermedades, según explicó Ariel Belavi, referente nacional de acuicultura del INTA.
En tanto, Pablo Collins, investigador del Conicet en el Instituto Nacional de Limnología (Inali-UNL) aportó que “estas dos especies de camarones son nativas de la Cuenca del Plata y consumen larvas y pupas de mosquitos”. Por lo tanto, constituyen un método efectivo de control biológico, con lo cual se podría convertir en un freno a enfermedades como malaria, dengue, chikunguñya, fiebre amarilla y zika. Se añadió que los camarones pueden consumir hasta 40 larvas por día.
“Enemigos naturales”
“Un modo de controlar los mosquitos es mediante sus enemigos naturales que están presentes tanto en su fase acuática como terrestre-aérea. Durante su ciclo de vida, los huevos, las larvas y las pupas se desarrollan en el agua, mientras que cuando los mosquitos alcanzan la etapa adulta su hábitat es terrestre-aéreo. Usan ambientes acuáticos someros o pocos profundos como también contenedores de agua que se encuentran en nuestros domicilios”, añadió Belavi.
A su vez, Collins completó indicando que “se los suele encontrar en lagunas someras, estanques y ríos, ya que toleran un amplio rango de condiciones ambientales. Se reproducen en los ambientes dulciacuícolas sin necesidad de migrar a los marinos como lo hacen otros camarones”, detalló, para luego agregar que “su alimentación es omnívora utilizando los recursos tróficos que encuentran en el fondo de estos ambientes, en la columna de agua y entre la vegetación acuática.
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Este verano, la proliferación de mosquito volvió a evidenciarse en las provincias del Litoral pero también, como ocurrió en los últimos días, afectó a vecinos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó que las patologías transmitidas por mosquitos provocan unas 700.000 muertes al año, y controlar la presencia de estos insectos, es un modo de reducir la incidencia de las enfermedades que transmiten.
“Los mosquitos de la familia Culicidae son reconocidos debido a que, además de picar y molestar, pueden ser vectores de diversas enfermedades”, indicó Collins.