Contradicciones y dudas: A 3 semanas, el gobierno de AMLO no sabe cómo detuvieron al ‘Mayo’ Zambada

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Cómo llegó Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos, si en verdad había una reunión con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y hasta las circunstancias del homicidio del diputado electo Héctor Melesio Cuén, ocurrido el mismo día, son dudas que prevalecen sobre la detención del líder del Cártel de Sinaloa junto con Joaquín Guzmán López en un aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, en Estados Unidos, el pasado 25 de julio.

Declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y una carta compartida con periodistas por el abogado del “Mayo”, Frank Pérez, generaron aún más incertidumbre y contradicciones sobre el caso, mientras en México el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reclama información a Estados Unidos para tener claro de qué forma se dio la extracción del país de líderes de una de las organizaciones criminales más poderosas y sanguinarias, sin que intervinieran fuerzas de seguridad mexicanas.

Y, en medio de estas dudas, el gobierno federal sigue sin presentar su propio informe sobre cómo ocurrieron los hechos.

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¿Cómo llegó “El Mayo” Zambada a EU?

Tanto el gobierno de Estados Unidos como el de México insisten en que no planearon la captura del Mayo y del hijo del Chapo, ni participaron en su traslado a Estados Unidos.

En la primera explicación que presentó el Gobierno de México el 26 de julio, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, aseguró que la detención se produjo en El Paso, Texas y que las autoridades mexicanas no tuvieron participación en el caso.

“Ustedes preguntan si fue entrega, si fue captura; eso es parte de la investigación y parte de la información que nosotros estaríamos esperando del gobierno de Estados Unidos. Hemos tenido buena información, como vieron ustedes, a partir de ayer con la Embajada de Estados Unidos en México, y hemos estado colaborando con ellos en diferentes procesos de extradición y de investigación de otros casos. Y la pregunta es si nosotros participamos en esta detención del día de ayer; es: no, el Gobierno de México no participó en esta detención o entrega, esto no es así”, sostuvo la funcionaria federal.

El lunes 29 de julio, Rodríguez amplió la información tras una respuesta de la Embajada de EU a la Fiscalía General de la República (FGR) recibida durante el fin de semana; precisó que la detención fue en Nuevo México, cerca de El Paso, y detalló que las autoridades estadounidenses supieron que Joaquín Guzmán López planeaba rendirse y presentarse en EU ese día.

“Las autoridades del orden público estadounidense no tuvieron un aviso previo de este vuelo y no tuvieron confirmación independiente de que Joaquín Guzmán López, efectivamente, estuviera en el vuelo”, detalló la funcionaria federal.

Además, agregó que mientras el vuelo iba en tránsito también supieron que el “Mayo” Zambada podía estar en la aeronave, aunque no pudieron confirmarlo de manera independiente y sólo lo constataron hasta que se realizó la detención.

Una semana después, en la conferencia matutina del 6 de agosto, un periodista le preguntó al presidente sobre si el acuerdo para entregarse ante las autoridades de EU fue sólo de Guzmán López o también contemplaba a Zambada. López Obrador respondió que sólo implicaba al hijo del “Chapo”.

Pregunta: ¿Del ‘Mayo’ no le han informado nada?

AMLO: No, lo que nos informaron fue de Guzmán López, o sea, es que tenían ellos —¿por qué no explicas? (a Rosa Icela)—, tenían pláticas con él y que de repente no sólo llegó Guzmán López, sino llegó el señor Zambada.

Rosa Icela Rodríguez: ¿Puedo explicar que (inaudible)?

AMLO: No.

Rosa Icela Rodríguez: Mejor uno consulta, ¿verdad?

Tras este titubeo, la funcionaria federal explicó que el acuerdo supuestamente se había dado entre Ovidio Guzmán, quien fue detenido en enero de 2023 y extraditado a EU en septiembre de ese año, y su hermano Joaquín, para pactar su entrega. Versión que no ha sido confirmada en público por autoridades estadounidenses.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, difundió un comunicado el viernes 9 de agosto donde explicó que Guzmán López se entregó de manera voluntaria a las autoridades de Estados Unidos, mientras que “el Mayo fue llevado contra su voluntad”.

“No se utilizaron recursos estadounidenses en la rendición”, apuntó.

En la carta que compartió Frank Pérez se menciona que el líder criminal fue retenido y llevado a Estados Unidos contra su voluntad, lo que coincide con lo dicho por Salazar. Además, aseguró que esta retención, que él calificó como un secuestro, se dio a base de engaños.

El lunes 12, en su conferencia matutina, López Obrador también comentó que, según la información adicional que habían recibido hasta entonces de Estados Unidos, se trató de una entrega pactada de Guzmán López con autoridades de ese país, y que Zambada fue llevado a la fuerza.

Además, el mandatario dijo que Guzmán López sí tuvo comunicación con el Departamento de Justicia de EU, aunque no hubo participación de la Administración de Control de Drogas de EU (DEA), por lo que el contacto pudo ser a través de otras agencias del gobierno estadounidense.

“Pero esto da a entender de que pudo haber sido una operación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, y eso lo tienen que aclarar, porque además lo vamos a saber (…) No se tiene todavía toda la información. Y con esto, pues es que también hay otras agencias, el FBI, y otras”, comentó el presidente.

¿De dónde salió la avioneta?

Inicialmente, el Gobierno de México reportó que el avión en que viajaron Zambada y Guzmán López se trató de una aeronave tipo Cessna 205, que supuestamente salió de Hermosillo, Sonora.

En conferencia de prensa al día siguiente de la detención, Rosa Icela Rodríguez afirmó además que el piloto de la aeronave había sido identificado como Larry Curtis Parker.

También refirió que, según información del Instituto Nacional Migración y de la Agencia Federal de Aviación Civil, ambas autoridades mexicanas, en dicho viaje sólo se había registrado al piloto, sin ningún pasajero. Por lo que se tendría que investigar si el vuelo realizó escalas o cómo se sumaron los otros dos pasajeros.

Sin embargo, cinco días después, el 30 de julio, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, refutó esta versión y explicó que la aeronave que salió de Hermosillo a Santa Teresa, Nuevo México, no coincidía con el avión del que bajaron Guzmán López y Zambada. En las imágenes de la detención se aprecia que la nave es un Beechcraft King Air Turboprop.

Además, la periodista Peniley Ramírez publicó que el piloto le dijo en una entrevista que su vuelo coincidió con la fecha de la llegada de los líderes criminales al aeropuerto de Santa Teresa, cerca de El Paso, Texas, pero que él viajó solo.

Al ser cuestionado por esta imprecisión durante su conferencia del 6 de agosto, el presidente López Obrador afirmó: “Se dio esta información, porque se tuvo en ese tiempo la información de parte de Migración que coincidía, sobre todo, con el aeropuerto a donde llegó o donde llegaron estas personas. Pero ya ahora ya se tiene más información y lo que se busca es que tengamos toda la información”.

Ese mismo día, Rosa Icela Rodríguez informó que la FGR había abierto una carpeta de investigación en el estado de Sonora para esclarecer el origen y destino de la aeronave que trasladó a los dos líderes criminales a EU.

Joaquín Guzmán López e Ismael
Cuartoscuro / Presidencia

El 9 de agosto, López Obrador reclamó que el gobierno de EU no había proporcionado información suficiente sobre la detención de Guzmán López y Zambada, así como otros datos como la comunicación con las agencias de EU, la información del vuelo o el paradero del piloto.

En un comunicado difundido ese mismo 9 de agosto, la Embajada de EU en México apuntó que el vuelo salió de Sinaloa y no de Sonora, como informó inicialmente el Gobierno de México. Además, de que negó que ellos tuvieran conocimiento del plan de vuelo.

“No fue nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente. No se presentó ningún plan de vuelo ante las autoridades estadounidenses. Estamos en el entendido que el vuelo inició en Sinaloa y aterrizó en Santa Teresa, Nuevo México. El piloto no era un empleado ni fue contratado por el Gobierno de los Estados Unidos, ni algún ciudadano estadounidense”, sostuvo el mensaje.

En la carta de Zambada, este afirma que él fue secuestrado en el rancho Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán. Y de ahí, con la cara tapada, fue llevado a una pista de aterrizaje que calcula estaba a 20 o 25 minutos del lugar de su retención.

A raíz de esto, el 11 de agosto la FGR informó que desde el 26 de julio investiga la probable comisión de delito de vuelo ilícito, uso ilícito de instalaciones aéreas, violación a la legislación migratoria y aduanera, secuestro y traición a la patria, entre otros.

Además, detalló que se han realizado diligencias en la zona de los Huertos del Pedregal y un aeródromo que posiblemente se utilizó para el viaje, así como otras pistas cercanas. Y se ha solicitado información migratoria y aérea.

“Asimismo, personal del Ministerio Público, peritos y agentes de la Policía Ministerial, con autorización del Gobierno Norteamericano levantaron diligencias policiacas y periciales en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, las cuales ya están incorporadas al expediente correspondiente”, señaló en un comunicado.

El 12 de agosto, el presidente mexicano insistió en que con la nueva información de parte de la Embajada, se mantiene la hipótesis de que el avión partió de Sinaloa, pero no hay pruebas aún de ello.

Para Javier Oliva, especialista en seguridad nacional de la UNAM, los dichos de autoridades están lejos de dar certeza sobre lo ocurrido.

“Primero dijeron que en El Paso (la detención), luego lo pasaron a Nuevo México. No es creíble que no tenían la hoja de ruta de navegación, todo eso es inverosímil”, dijo a El Sabueso.

El 13 de agosto, el piloto Larry Curtis pidió al Gobierno de México que limpiaran su nombre y aclararan que no tuvo que ver con el traslado de los líderes criminales a EU.

Zambada refirió en su carta que el 25 de julio había sido invitado a una reunión con el gobernador de Sinaloa, el morenista Rubén Rocha Moya, y el diputado electo Héctor Cuén, exsecretario de Salud estatal y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

“Joaquín Guzmán López me pidió que asistiera a una reunión para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado. Estaba enterado de una disputa en curso entre Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuen Ojeda, diputado federal, alcalde de Culiacán y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sobre quién debería dirigir esa institución. Me informaron que además estaría presente en la reunión Iván Guzmán Salazar”, dijo en la misiva.

Rubén Rocha Moya negó que tendría una reunión con el
Cuartoscuro / Presidencia

La mañana del sábado 10 de agosto, el gobernador de Sinaloa negó que él hubiera sido invitado a esa reunión y rechazó tener cualquier vínculo con el “Mayo” Zambada.

“Yo no estaba ese día en Sinaloa. Todo me lo estuvieron informando durante el día y durante la noche, y regresé al siguiente día, muy tempranito. Dos, no tiene nadie del crimen organizado que citarme a una reunión. (…) Por lo tanto, si dijeron que iba a estar yo (en una reunión), pues mintieron; y si les creyó, pues cayó en la trampa”, sostuvo durante un evento del presidente López Obrador en Sinaloa.

En su defensa, argumentó que ese jueves 25 de julio él no estaba en la entidad, y que se le informó de los hechos vía telefónica. Además, en conferencia de prensa el lunes, aseguró que él estaba de visita en Los Ángeles para ver a familiares suyos, aunque tuvo que suspender el viaje tras recibir la información de la detención y del asesinato de Héctor Melesio Cuén.

El medio Revista Espejo difundió que el viaje a Estados Unidos lo realizó en una avioneta propiedad del empresario ganadero Jesús Vizcarra, presidente del consejo de SuKarne. Rocha justificó que el empresario le prestó a su hijo la aeronave para realizar ese viaje por la amistad que tiene con su familia desde hace tiempo.

En la carta, Ismael Zambada también mencionó que José Rosario Heras López, identificado como comandante de la policía ministerial de Sinaloa y quien desde el 25 de julio se reportó como desaparecido, integraba su equipo de seguridad.

El lunes 12 de agosto, el gobernador de Sinaloa también se deslindó de cualquier responsabilidad sobre ese agente de seguridad, pues la Fiscalía General del Estado, a la que se adscribe la policía ministerial, es autónoma y no depende de su gobierno.

“La Fiscalía no depende de mí. Es un tema de la policía ministerial, esa pertenece a la Fiscalía. Entonces, difícilmente puedo conocer lo que hacen los propios policías estatales, de la preventiva y las otras. (…) Probablemente eso pues a mí nadie me lo había informado. Mal hecho, se tienen que tomar medidas al respecto, no está correcto”, afirmó Rocha.

El Gobierno de México también dijo desconocer la versión de que un agente ministerial de Sinaloa formara parte del equipo de seguridad del “Mayo” Zambada, y deseó que se le localice.

“Muy mal y… Primero hay que procurar encontrarlo, porque está desaparecido, son dos. Eso es lo primero. Y ojalá y se encuentre con vida. Eso es lo primero. Y luego hacer la investigación, cuándo entró a trabajar a la procuraduría de Sinaloa, desde cuándo está ahí, quién lo comisionó, toda la investigación que se requiera”, dijo López Obrador en su conferencia del 12 de agosto.

El mismo jueves 25 de julio, se reportó por la noche el asesinato de Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y diputado federal electo, en una gasolinera.

La versión de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa (FGE) señaló que el ataque ocurrió en una estación en el poblado de La Presita al norte de Culiacán, “al parecer para apoderarse de la unidad”. Tras la agresión, Cuén fue llevado por su acompañante a una clínica particular, a donde se reportó su muerte.

Pero en la carta del “Mayo” Zambada difundida el 10 de agosto, el líder criminal refutó esa versión y aseguró que el crimen contra el exrector de la UAS ocurrió en el mismo lugar donde él fue retenido y llevado a una pista de vuelo.

“Sé que la versión oficial que dan las autoridades del estado de Sinaloa es que Héctor Cuén fue tiroteado en la noche del 25 de julio en una gasolinera por 2 hombres en motocicleta que querían robar su camioneta eso no es lo que ocurrió. Lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar donde me secuestraron. Héctor Cuén era amigo mío desde hacía mucho tiempo y lamento profundamente su muerte”, aseguró en la carta.

Por su probable relación con la salida irregular del país y posterior detención de los líderes criminales, la FGR solicitó atraer el caso de Cuén, misma que fue concedida la noche del lunes por la FGE.

A la par, este lunes la Fiscalía de Sinaloa presentó un video en que se aprecian imágenes de un ataque a una camioneta en una gasolinera que se atribuye al crimen cometido contra Cuén, para tratar de desacreditar la versión que presentó el “Mayo” Zambada en su carta.

En la conferencia del martes 13 de agosto, el presidente López Obrador pidió no especular sobre el tema y confió en que la FGR dará con la verdad de lo que ocurrió.