El contraataque del carbón trastoca el acuerdo energético de la UE

FOTO DE ARCHIVO: Mina de carbón de Chwalowice al amanecer en Rybnik

Por Kate Abnett

LUXEMBURGO, 19 jun (Reuters) - Una propuesta de última hora para prorrogar las subvenciones a las centrales de carbón ha trastocado los planes de los países de la Unión Europea de aprobar el lunes una reforma del mercado eléctrico del bloque, concebida para reorientar el sistema eléctrico hacia energías más limpias.

Los ministros de Energía de los países de la UE se reúnen el lunes en Luxemburgo para acordar una postura conjunta sobre las nuevas normas del mercado eléctrico de la UE, destinadas a ampliar la energía con bajas emisiones de carbono y evitar que se repita la crisis energética del año pasado, cuando los precios récord del gas dejaron a los consumidores con facturas energéticas desorbitadas.

La reforma propuesta pretende que los precios de la electricidad sean más estables y previsibles, para lo cual las nuevas energías renovables respaldadas por el Estado y las centrales nucleares con bajas emisiones de carbono deberán acogerse a "contratos por diferencia" a un precio fijo. Los ministros tienen que concretar detalles como la forma de gastar los ingresos generados por estas subvenciones.

Pero las negociaciones se han complicado por una propuesta de última hora de Suecia, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE, para permitir a los países prolongar las subvenciones por mecanismos de capacidad a las centrales de carbón, en las que se les paga por mantener en reserva suficiente capacidad de generación de energía para evitar apagones.

Polonia, que podría prolongar su régimen de ayudas a las centrales de carbón más allá de 2025, instó el lunes a los demás Estados a comprender las necesidades de seguridad energética de cada país.

"Para algunos de nosotros, la seguridad significa mercados con capacidad", declaró la ministra polaca del Clima, Anna Moskwa.

Pero Estados como los de Alemania, Bélgica y Luxemburgo se opusieron, ya que la propuesta amenazaba con frustrar un acuerdo sobre el conjunto de las reformas energéticas.

"No es compatible con los objetivos nacionales y de la UE en materia de protección del clima", declaró a la prensa el ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck.

El ministro de Energía luxemburgués, Claude Turmes, calificó la propuesta de "asombrosa", mientras que el ministro de Energía austriaco dijo que una reunión de 14 países celebrada el lunes por la mañana -entre ellos España e Irlanda- había incluido "voces muy críticas".

PETICIÓN DE MÁS FLEXIBILIDAD

La ministra francesa de Energía, Agnès Pannier-Runacher, se mostró más receptiva y abogó por una solución que mantenga la ambición climática pero refleje las circunstancias individuales de cada país.

El carbón es el combustible fósil que más CO2 emite. Los científicos afirman que su uso debe caer en picado esta década si el mundo quiere evitar los efectos más graves del cambio climático.

Algunos países de la UE dicen que necesitan más flexibilidad en cuanto a la rapidez con que abandonan el combustible y apoyan nuevas industrias en comunidades que han dependido durante mucho tiempo de los puestos de trabajo del sector del carbón. Polonia obtiene alrededor del 70% de su energía del carbón.

La propuesta, a la que tuvo acceso por Reuters, dice que los mecanismos de capacidad establecidos antes de julio de 2019 podrían eludir temporalmente el límite de CO2 que la UE suele imponer a estos sistemas -permitiendo la participación de centrales de carbón- si no consiguen atraer a suficientes generadores con menos emisiones de carbono.

Los ministros también estudiarán una propuesta, respaldada por países como España y Grecia, para permitir a los países recuperar los ingresos extraordinarios de algunas centrales eléctricas si los precios de la electricidad suben, una medida a la que se han opuesto los grupos de la industria energética.

Una vez que los países de la UE acuerden su postura, deberán negociar la actualización definitiva del mercado eléctrico con el Parlamento Europeo, con el objetivo de aprobar la ley antes de las elecciones parlamentarias de la UE del año que viene.

(Reporte de Kate Abnett; información adicional de Tassilo Hummel; edición de Giles Elgood y Emelia Sithole-Matarise, editado en español por José Muñoz)