El conteo de asesinatos en Miami es tendencia. Probablemente no en la dirección que usted piensa

En los dos primeros meses de este año solo ha habido cuatro homicidios en la ciudad de Miami, una cifra históricamente baja y probablemente insostenible, pero que también forma parte de una tendencia larga y a menudo ignorada.

Quizá Miami nunca se haya sacudido su mortal reputación de Cowboys de la Cocaína, pero —al menos a juzgar por el conteo de asesinatos— la ciudad es mucho menos peligrosa que hace décadas. En los dos últimos años solo se han registrado 97 homicidios, la cifra más baja desde 1964, cuando la ciudad tenía 100,000 habitantes menos. Si el ritmo de este año se mantiene, lo que la Policía y los analistas sospechan que es una posibilidad remota, se reducirían incluso esas bajas cifras a la mitad.

¿Qué está ocurriendo? Es difícil atribuirlo a una razón principal, pero la Policía, otros expertos y miembros de la comunidad apuntan a muchas pequeñas razones combinadas: mejor comunicación entre habitantes y policías. Más agentes en las calles. La unidad de alta tecnología de lucha contra la delincuencia responde más rápidamente a los delitos graves. Las familias, cansadas de perder a sus seres queridos, dando un paso al frente. Y algunos pandilleros se han mudado.

¿Puede mantenerse la paz y la tranquilidad? Incluso el alcalde de Miami, Francis Suárez —quien en sus presentaciones televisivas, mientras coquetea con una posible candidatura a la presidencia, ha promocionado el descenso de la delincuencia violenta en la ciudad como parte del “milagro de Miami”—, admite que es poco probable.

“Es una muestra considerablemente pequeña, pero hemos empezado bien el año”, dijo.

No obstante, el aumento del número de policías en las calles y la fuerte inversión en tecnología han contribuido a mejorar la situación.

Miami no es la única ciudad en la que se registra un descenso constante de los asesinatos, pero también se destaca por haber evitado el sangriento repunte que afectó a muchas grandes ciudades durante la pandemia del COVID-19.

Sofocar las rencillas antes que se agraven

El jefe de la Policía de Miami, Manny Morales, cree que una gran parte del rompecabezas ha sido trabajar codo con codo con grupos comunitarios como el Circle of Brotherhood y Mothers of Murdered Children para reducir los tiroteos por represalias, que pueden provocar amplios daños colaterales a partir de actos de violencia que de otro modo serían aislados.

“La idea es sofocar las discusiones o peleas antes que se conviertan en tiroteos”, dijo el jefe. “Se trata de personas que quieren justicia callejera y que históricamente no cooperan”.

El Circle of Brotherhood se formó en 2012 para ayudar a resolver los problemas de la comunidad y mejorar las condiciones de vida. Su director ejecutivo, Lyle Muhammad, dijo recientemente a la Junta Editorial del Miami Herald que sus miembros inundan las comunidades para tratar de detener el derramamiento de sangre.

“Tenemos miembros en el terreno llamados Los Pacificadores”, dijo.

Aunque se muestra prudente y no quiere celebrar el comienzo de un año impredecible, Morales cree que la ciudad está “dando los frutos” de ser más metódica y centrada. En su opinión, ahora la dependencia emite sobre todo citaciones civiles a los borrachos de las esquinas, en lugar de llevarlos a la cárcel.

“Es más calidad que cantidad”, dijo Morales. “Detener a alguien que bebe cerveza en la tienda de la esquina no funciona. Solo altera a la comunidad. Somos conscientes de que la cárcel no es para todos”.

Morales señala lo que, en su opinión, es un indicador aún mejor del descenso de la tasa de delincuencia que los asesinatos: las víctimas simplemente alcanzadas por disparos. En lo que va del año, 10 personas han sido baleadas en Miami. Hace un año por estas fechas, la cifra era 34. Esas cifras son importantes porque no se ven afectadas por variables externas como las mejores técnicas médicas de emergencia que ahora evitan que más víctimas de disparos acaben en el depósito de cadáveres. De las cuatro muertes que ha habido hasta ahora en 2023, tres murieron por disparos. Una cuarta murió atropellada por su propio vehículo, que había sido robado.

Tangela Sears, que dirige el capítulo de Miami de Mothers of Murdered Children, dijo que no solo la Policía de Miami es ahora más visible en los barrios, sino que también se ha presentado con frecuencia en las reuniones vecinales.

“Cuando ves a la policía por la calle, es muy difícil cometer un tiroteo porque pueden estar en la esquina”, dijo Sears, que perdió a un hijo por disparos en Tallahassee hace casi una década. “Y las relaciones están ahí. Están en las reuniones del grupo de propietarios de casas casi todas las noches. Están creando planes dentro de su vecindario y están trabajando estrechamente con el Circle of Brotherhood, Mothers of Murdered Children y activistas en defensa de las víctimas. Estas cosas suman”.

Tangela Sears, cuyo hijo fue asesinado en 2015, dirige el capítulo de Miami de Mothers of Murdered Children. Sears, que aparece en un evento de 2019, dijo que la policía de Miami ahora es más visible en los barrios y, han estado apareciendo con frecuencia en las reuniones vecinales.
Tangela Sears, cuyo hijo fue asesinado en 2015, dirige el capítulo de Miami de Mothers of Murdered Children. Sears, que aparece en un evento de 2019, dijo que la policía de Miami ahora es más visible en los barrios y, han estado apareciendo con frecuencia en las reuniones vecinales.

Algunos siguen sintiéndose desatendidos por la Policía

Sin embargo, no todos están seguros de que la Policía esté avanzando en la dirección correcta. François Alexandre, miembro de la Junta de Relaciones Comunitarias de la ciudad, que también ayuda a los vecinos de la comunidad mediante la distribución de alimentos, dijo que aunque la baja tasa de homicidios es estupenda, no está seguro que las personas que más necesitan ayuda en la comunidad la estén recibiendo.

“Así se detiene la delincuencia. Pero ¿qué pasa con el hermano que iba a robar un banco para alimentar a su familia? ¿Cómo se le ayuda?”, preguntó. “Veo más policías en las calles y eso reduce la delincuencia. Creo que la policía de proximidad pudiera ser mucho mejor. Ni siquiera se habla de cómo vigilar la comunidad con los vecinos”.

Alexandre tiene su propia historia con la Policía de Miami. En 2013, mientras celebraba un campeonato de los Miami Heat en Biscayne Boulevard, fue duramente golpeado por agentes mientras los grababa obligando a la gente a abandonar la calle. Los cargos en su contra fueron desestimados y finalmente presentó una demanda de derechos civiles contra el departamento, que perdió en apelación. La experiencia empujó a Alexandre a convertirse en organizador durante las multitudinarias marchas por la reforma policial que hubo en todo el país en el verano de 2020. También se postuló infructuosamente a un escaño en la Comisión por el Distrito 2 de Miami en 2021.

A nivel nacional, las cifras bajaron en 2022

A nivel nacional, los asesinatos en general disminuyeron en 7% en las 45 ciudades más pobladas del país en 2022, un alivio para algunos que habían visto aumentos a medida que muchas personas luchaban contra el desempleo, el confinamiento y la agitación psicológica durante los dos primeros años de la pandemia.

Miami registró 49 homicidios en 2022. Con una población de unos 440,000 habitantes según la Oficina del Censo federal, esa cifra fue mejor que la de la mayoría de las ciudades de tamaño similar. Por ejemplo, Atlanta, con cerca de medio millón de habitantes, registró 170 homicidios solo en 2022, un ligero aumento respecto a los dos años anteriores, cuando la ciudad sumó un total de 321 homicidios.

Los homicidios en Baltimore disminuyeron ligeramente en 2022. La ciudad de 600,000 habitantes ha sufrido tasas de homicidio históricas en los últimos tres años. Alcanzó su punto máximo en 2021, cuando hubo 348 homicidios. Un año después hubo 338 homicidios y el año pasado Baltimore tuvo 332.

Incluso Chicago —quizás la ciudad más castigada del país en lo que se refiere a asesinatos en la última década— experimentó un descenso significativo en 2022, cuando registró 695 homicidios, por debajo de los 797 del año anterior, que fue el máximo en 25 años. La ciudad tiene una población de poco menos de 3 millones de habitantes que está a la par con todo Miami-Dade. En comparación, Miami-Dade totalizó 258 homicidios el año pasado.

Las cifras decrecientes de homicidios en Miami han sido un patrón durante la mayor parte de la última década. Con la excepción de 2020, Miami ha tenido menos de 60 homicidios cada año desde 2016. Ha sido un cambio drástico para una ciudad que rutinariamente acumulaba cerca de 300 homicidios al año en la década de 1980, alimentada por las drogas, una época en la que la revista Time publicó una portada sobre el sur de la Florida titulada ¿Paraíso perdido?.

Según las cifras de Unified Crime Reporting, que recopilan los municipios y se transmiten al FBI, la última vez que Miami tuvo más de 50 homicidios, aparte del año de la pandemia de 2020, fue en 2017. El reporte también muestra que el total de delitos graves, que incluyen categorías como violación y hurto, se mantuvo bastante constante el año pasado, en comparación con años anteriores. La única categoría que aumentó significativamente fue la de robos de vehículos de motor, que aumentó alrededor del 15%.

En general, en 2022, Miami-Dade experimentó un ligero repunte en los asesinatos, según los registros de la Oficina del Médico Forense de Miami-Dade. Hubo 258 homicidios en todo Miami-Dade, con una población que alcanza los 3 millones y 34 municipios. Esto supuso un aumento del 5% respecto a los 245 asesinatos de 2021.

Según la Policía de Miami-Dade, que cubre en su mayoría partes no incorporadas del condado y un área de más del doble del tamaño de Miami, 109 personas fueron asesinadas en 2022, solo una más que el año anterior.

Muhammad, quien dirige el Circle of Brotherhood, que también trabaja con la oficina del director de la Policía de Miami-Dade, Alfredo Ramírez, dijo que confía en que las cifras de delitos graves serían más bajas y el impacto de su grupo sería mayor con recursos adicionales.

“Respondemos directamente a los tiroteos con ‘mensajeros creíbles’. Y somos mensajeros de mucha confianza. Eso nos permite llegar a la gente antes de que las cosas pasen a otros niveles”, dijo. “Con los recursos adecuados podemos conseguir que la delincuencia baje aún más, llegar a la cultura de la violencia”.