Construyamos paz: ¿qué necesitas? ¿En qué te ayudamos? El caso Tamaulipas

undefined
undefined

Llevamos 38 de 46 foros de justicia y seguridad. El foro más reciente se llevó a cabo en Tampico, Tamaulipas. Estos foros se están realizando en todo el país para recuperar buenas prácticas de seguridad ciudadana, sistema de justicia y tejido social y llevarlas al Diálogo Nacional por la Paz a realizarse en Puebla. El día 5 de septiembre tocó el caso al Estado de Tamaulipas, teniendo como sede el Instituto Cultural Tampico y como invitado especial a la Mesa Ciudadana.

Este foro se realizó en un lugar que destaca por la reducción de sus delitos y el incremento de la percepción de seguridad. El estado de Tamaulipas subió del 27 lugar más seguro al 12. ¿Qué pasó? ¿Cuáles fueron las buenas prácticas que permitieron reducir los índices delictivos? Aquí encontramos que la sociedad civil logró que los gobiernos le tuvieran confianza para iniciar un proceso de colaboración a través de las Mesas Ciudadanas de Seguridad y Justicia.

En la narrativa de los integrantes de la mesa se identifica que el punto de quiebre que permitió construir la confianza e iniciar la colaboración fue cuando le dijeron al gobierno, ¿qué necesitas? ¿En qué te ayudamos? Estas fueron las palabras que hicieron posible la confianza para construir una nueva relación e ir a las causas de la violencia para transformar una cultura de complicidades y estructuras de poder que favorecían a la delincuencia organizada.

Un primer paso fue aceptar la realidad de la violencia y los altos índices de delitos, que el gobierno negaba una y otra vez. Un segundo paso fue recuperar la confianza entre las propias instituciones de seguridad con un tercero imparcial: la sociedad civil organizada. La desvinculación de las fuerzas armadas favorece la actuación de los grupos delictivos. Un tercer paso fue instalar la cultura de la denuncia en la población, base de la generación de estrategias de seguridad. Y, finalmente, el cuarto paso fue iniciar una colaboración cercana, con reuniones constantes y permanentes, que trasciende los periodos de gobiernos municipales y estatales.

Mostrar los datos verdaderos sobre realidad por medio de un Observatorio Ciudadano permitió aceptar los altos índices delictivos y la necesidad de emprender un proceso de colaboración ciudadanía-gobierno. Poner en el centro el interés común de construir un territorio en paz ayudó a salir de una relación de uso mutuo y pasar a una relación madura de transformación institucional para no repetir los daños del pasado. Verdad y justicia fueron dos claves importantes que se mencionaron en este foro.

La mesa está integrada por “ciudadanos sin cargo” y “ciudadanos con cargo”, es decir, sociedad civil y autoridades locales, estatales y federales. Y ahí se han desarrollado tres líneas estratégicas: fortalecimiento institucional, transformación legislativa y activación ciudadana. Estos ciudadanos y estas autoridades han encontrado salidas al laberinto de la inseguridad, la impunidad y la corrupción. Se dieron a la tarea de identificar los vacíos legales e instituciones en el sistema de justicia para impulsar los cambios legislativos necesarios para atender el delito; fortalecieron las policías por medio de un mando único estatal y generaron un reconocimiento social por medio de incentivos para el policía y su familia; y transformaron la información en inteligencia de actuación en instancias permanentes de análisis delictivo como son las mesas ciudadanas.

Hay tres circuitos que muchas veces no permiten avanzar en la seguridad: a) lucrar con la inseguridad, es decir, sacar ganancia de la inseguridad favoreciendo empresas privadas de tecnología, b) politizar la seguridad, es decir, incluir perfiles por compromisos políticos electorales más que por capacidades técnicas, y c) la cultura del compadrazgo, es decir, seguir más las relaciones de poder que las vías institucionales. Ante estos problemas, la mesa ciudadana plantea tres criterios éticos: 1) no recibir dinero de gobiernos, 2) no incluir personas con intereses partidistas y 3) reconocerse todos como ciudadanos.

“Nadie va a arreglar nuestros problemas si no somos nosotros mismos. Funcionarios vienen y funcionarios van. Si no intervenimos como sociedad nos quedaremos con los mismos problemas”. Estas fueron las palabras de los integrantes de la mesa ciudadana, quienes han gestionado la creación de una universidad para fortalecer a las policías y las fiscalías del estado. ¿Qué te hace falta? ha sido la base de la colaboración entre ciudadanía y autoridades para trabajar por el bien del país.

El caso Tamaulipas cuestiona la relación tradicional ciudadanía-gobierno, basado en el intercambio de favores para beneficiar intereses personales, y muestra la urgente necesidad de construir una nueva relación basada en la corresponsabilidad para llevar a cabo las verdaderas transformaciones que México necesita. “La confrontación destruye, la colaboración construye” fue la frase que hizo concluir este foro.

* Jorge Atilano González Candia, S. J. es Director del Diálogo Nacional por la Paz.