Hacia la construcción de una agenda afromexicana y afrodescendiente de la Ciudad de México

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Los cambios trascendentales en el país requieren de la toma de decisiones eficaces. Tal virtud implica la realización de modificaciones en la forma de diseñar políticas públicas, con el propósito de lograr un análisis completo sobre las estrategias adecuadas que encaminarán a dar solución a los problemas públicos y a la obtención de mayores niveles de bienestar social de la población.

Como tal, el racismo, la discriminación racial, la violencia de género y la desigualdad social constituyen algunos de los problemas públicos que han tenido grandes implicaciones en la población afromexicana. Sus causas históricas y la situación actual de estas problematicas implica, entonces, escuchar a este sector de la población para que más tarde, con la coparticipación de gobierno y sociedad civil, se planeen e implementen las acciones necesarias.

Hace unos días, como un hecho inédito tuvo lugar en la Ciudad de México un encuentro entre personas afromexicanas y actores políticos, con el propósito conjunto de proponer líneas de acción en temas fundamentales de este sector de la población, el cual, no obstante de haber sido reconocido hace cinco años como parte de la constitución pluricultural del país en la Constitución Política, 1 de la adopción de algunas medidas afirmativas en el acceso a programas sociales y espacios de representación popular, 2 sus condiciones socioeconómicas y su mayor inclusión en las políticas nacionales aún son precarias.

Encuentro en la Ciudad de México entre personas afromexicanas y actores políticos.
Foto: Celeste Sánchez Sugía.

En este evento concurrido nos dimos lugar alrededor de cuarenta activistas y organizaciones, 3 que desde nuestros conocimientos, perspectiva y experiencia dimos a conocer los pendientes que aún persisten y que, desde una perspectiva interseccional, antirracista, con transversalización de enfoque de género e intercultural consideramos deberían trabajarse.

La madurez del movimiento afromexicano nos ha permitido aprovechar cada espacio como éste para expresar, en un ejercicio de exigibilidad, el cumplimiento de nuestros derechos humanos en condiciones de igualdad, así como la generación de los cambios institucionales y culturales. Para ello seguimos en pie de lucha, para llamar la atención en la importancia de nuestra visibilización estadística y propiciar avances en nuestra autoadscripción, como para recuperar nuestra memoria cultural. A la par que advertimos en la forma en que el racismo y la discriminación racial nos atraviesa en diferentes aspectos de nuestras vidas, desde la reproducción de estereotipos, el trato recibido en el quehacer institucional, como en el discurso de los medios de comunicación. De la misma manera, no nos es ajena la situación actual de migración internacional, en la que personas afrodescendientes se han visto en la necesidad de abandonar sus países de origen y que su movilidad plantea retos para las ciudades, entre ellas, la Ciudad de México, lo que obliga a replantear nuestra humanidad, adoptar medidas de inclusión social y a anticipar mejores cauces para las nuevas generaciones, además de otorgarles protección contra la desaparición forzada de personas, la trata de personas y explotación sexual.

De esta forma, particularmente en el tema de visibilización, solicitamos incluir en cada discurso la normalización de un vocabulario en el que la población afromexicana esté reconocida y representada con dignidad, así como modificar los registros administrativos del gobierno de la Ciudad de México a fin de conocer el acceso de la población afrodescendiente a los bienes y servicios prestados, para el posterior análisis del impacto que estos tienen a su vida diaria. En cuanto a la autoadscripción, consideramos necesaria la realización de campañas de orgullo afromexicano y culturalizar a la infancia acerca de la negritud, para que cada vez más las personas afromexicanas se autoidenfiquen con facilidad y sin temor a sufrir discriminación.

Encuentro en la Ciudad de México entre personas afromexicanas y actores políticos.
Foto: Celeste Sánchez Sugía.

La deuda histórica con la población afromexicana implica la declaración de más espacios precisos de memoria de la esclavitud y de esta cultura, así como la existencia de un Museo Afromexicano, ello constituiría un acto por reconocer sus contribuciones al desarrollo de este país, de difundir el conocimiento de su cultura y, al mismo tiempo, de condenar actos degradantes que ocurrieron como lo es la esclavitud, sustentada en las falsas ideas de superioridad. Será un acto de reivindicación ante los diversos actos que se emprendieron por mucho tiempo para borrar su presencia.

Por su parte, en consideración de que las estrategias de política pública deben determinar los medios a seguir y los agentes responsables en la obtención de los objetivos señalados, es indispensable que se reconozca expresamente a las personas afrodescendientes y afromexicanas en el diagnóstico, objetivos, estrategias, y en las líneas del plan de acción de desarrollo de los planes de la Ciudad de México y en los sectoriales, especiales e institucionales del gobierno de las alcaldías. Que el andamiaje de protección y atención del derecho esté en la legislación y reglamentos, así como las reglas de operación, para establecer una institución y autoridad obligada de garantizarla. No menos importante lo constituye el establecimiento de reglas claras para el actuar de las instituciones públicas y la reasignación de presupuesto. Además, la incorporación de las personas afromexicanas en la estructura de gobierno de la Ciudad de México para que se tenga representación y participación en la toma de decisiones es fundamental para una mejor comprensión de nuestros problemas y necesidades de acuerdo a nuestras particularidades, lo cual puede incluir también la creación de un Consejo Consultivo Afromexicano que dé seguimiento y asesoría al gobierno de la Ciudad de México.

Por otra parte, nos preocupa de gran manera la desventaja que tenemos en el acceso a bienes y servicios como consecuencia del racismo, así como los actos de violencia y el perfilamiento racial que se lleva a cabo por parte de las autoridades de seguridad y de las autoridades judiciales, quienes desconocen de nuestra presencia como parte de la composición pluricultural del país y nos consideran extranjeros, o que bien, nos criminalizan. Para revertir esta situación sugerimos otorgar capacitación y sensibilización a los servidores públicos, para la atención digna y respetuosa en el acceso a los diferentes servicios públicos.

Las mujeres afromexicanas, quienes sufren múltiples formas de violencia por su condición étnica, económica y de género, demandamos la desagregación de datos, así como la atención y acompañamiento expedito de las autoridades; que se nos contemple como un grupo de atención prioritaria y que se lleven a cabo diversas acciones de prevención y erradicación de la violencia de género, con una perspectiva antirracista.

Invito a que nos mantengamos en pie de lucha y utilicemos estos encuentros, nuestra participación en ellos es muy importante. En estos podremos verter las perspectivas y soluciones que se desean y que den solución a los pendientes que aún existen; es un ejercicio muy prometedor y en el compromiso de una nueva forma de hacer política, los actores políticos deberán asumir una actitud de verdadera empatía y de corresponsabilidad a fin de considerar la incorporación de las propuestas planteadas. La apertura a estos encuentros en entidades como la Ciudad de México, que se ha caracterizado por su progresividad en materia de reconocimiento de derechos de los diversos grupos de población y que constituye la quinta ciudad con mayor número de población afrodescendiente, constituye un aliento en nuestra arduo transitar, pues aún cuando es una obligación constitucional la consulta a pueblos y comunidades afromexicanas en el diseño y operación de las políticas; en nulas ocasiones ha ocurrido un acercamiento con nosotras y nosotros.

A los actores políticos les externamos nuestra disposición para la construcción de un diálogo fructífero y afirmamos que nuestro compromiso continuará en el monitoreo de las futuras iniciativas legislativas en las que se nos propongan como sujetos de derecho y de las políticas que se diseñen en nuestra consideración.

* Celeste Sánchez Sugía (@maria_celestess) es afromexicana, doctoranda en Ciencias Biomédicas por la UNAM y directora de Afrodescendencias en México, Investigación e Incidencia (@afrodes_mx), colectivo interdisciplinario interesado en contribuir en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y libre de racismo.

 

1 Adición del apartado C, al artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, llevada a cabo el 1 de agosto de 2019, reconoce a las personas, pueblos y comunidades afromexicanas como parte de la composición pluricultural de la nación. Disponible aquí.

2 Se les otorga prioridad en la entrega de un apoyo económico a las personas que tengan discapacidad permanente; y en el caso de pensión no contributiva a personas mayores de 65 años (artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). Recientemente se emitieron medidas afirmativas para el registro de candidaturas a cargos de diputación federal y senadurías en el presente proceso electoral 2023-2024 (Acuerdo INE/CG625/2023), disponible aquí. En el proceso electoral federal 2020-2021 se establecieron por primera vez acciones afirmativas para la población afromexicana.

3 Afrodescendencias de México, Investigación e Incidencia A.C.; Racismo MX; Colectivo Universitario Racializades del Colegio de México; Basta Racismo MX; Colectivo de Mujeres Afrocosecha; Colectiva Afrofeminista Cimarrona; Colectivo Huella Negra; Red de Afrodescendientes de Mujeres Afromorelenses; Mulato Afro; Centro de Estudios Afromexicanos Tembembe, entre otros.