Errores habituales al utilizar tu tarjeta de crédito que te pueden costar muy caros

Pagar con tarjeta de crédito es una práctica cada vez más extendida por lo sencilla y práctica que resulta. Estos aspectos, sumados a la pandemia de la Covid-19, que nos ha obligado a evitar al máximo el contacto físico, han acelerado que esta herramienta tenga cada vez más adeptos. Según los últimos datos del Banco de España existen 37 millones de tarjetas de crédito en circulación en nuestro país.

Usar una tarjeta de crédito tiene numerosos beneficios pues te permite administrar tus compras con un margen de 45 días, pero el uso excesivo de este método de pago puede derivar en un sobreendeudamiento en el caso de que se usen de forma errónea y sin un adecuado control de los gastos. El Banco de España advierte que existen casos en los que es preferible realizar pagos en efectivo y otros en los que es necesario realizar una declaración especial.

Por ello, te mostramos los errores más comunes al utilizar este recurso y los mejores consejos financieros para beneficiarte de un buen crédito.

Pagar cantidades muy pequeñas cada mes

Pagar la cantidad mínima no es una buena opción a la hora de utilizar nuestras tarjetas de crédito, ya que el saldo crecerá cada mes con una tasa de interés más alta. Estos pagos solo estarán beneficiando al acreedor y no al titular de la tarjeta, que paga cada mes los intereses sobre el saldo.

Además, al mantener las compras comunes como alimentación y facturas de servicios públicos dentro del saldo de tu tarjeta de crédito, no controlarás todos tus gastos de forma efectiva.

Para evitar incurrir en esta situación, el objetivo debería ser pagar el saldo total al final de cada mes y así evitar pagar intereses.

Las tarjetas de crédito pueden ser de gran ayuda a la hora de organizar tus finanzas... si se utilizan bien. Foto: Getty Images.
Las tarjetas de crédito pueden ser de gran ayuda a la hora de organizar tus finanzas... si se utilizan bien. Foto: Getty Images.

Agotar el crédito

Al principio parece muy difícil alcanzar el crédito total establecido. Sin embargo, si no tienes cuidado y empiezas a usar la tarjeta cada vez que tienes una emergencia, puedes llegar al máximo en poco tiempo.

Esto no solo supone un problema porque ya no vamos a tener dinero en el caso de emergencias, sino también puedes ver perjudicada tu tasa de utilización de crédito. Si te atrasas en los pagos, el interés te empujará por encima de esa cota y tendrás que abonar más capital.

Desconocer las características de la tarjeta

Antes de comenzar a usar la tarjeta de crédito, es importante saber todas las características básicas de la tarjeta, como la fecha de corte. En el caso de que hagas compras grandes, es fundamental no pasarse de esta fecha de pago ya que esto afecta al reporte crediticio y encarece lo que has comprado al pagar demoras y comisiones.

Otro aspecto que revisar es la modalidad de pago que tienes activado por defecto. Ciertas entidades bancarias emiten tarjetas con el pago aplazado activado y una cuota mensual de reembolso muy baja, lo que implica que todas las transacciones se paguen a plazos.

También es recomendable comprobar si existe un cobro anual por membresía, que normalmente se puede evitar con consumos, pero es mejor conocerlo para saber cuándo vence y cuándo se renueva.

Buscar recompensas

Una de las características de este tipo de herramientas son los beneficios que las entidades suelen ofrecernos. Pero no caigas en la trampa, estos beneficios no suelen interesar si analizamos los intereses que pagaremos por ellos. Por ejemplo, puedes recibir puntos por cada euro que gastes, pero seguramente tengas que canjear 6.000 o 10.000 puntos por obtener un descuento de 100 o 200 euros. Teniendo en cuenta que el interés que se cobra sobre los saldos de cuentas pendientes a menudo excede el 2%, puede que sea una compensación que no merezca la pena.

Sacar dinero en efectivo

Las tarjetas de crédito también están preparadas para sacar dinero en efectivo en un cajero automático. Esta es una opción buena si nos encontramos en una situación límite, pero no para hacerlo de forma habitual pues el dinero extraído sale de la línea de crédito y no de la cuenta corriente, lo que significa que estamos asumiendo una deuda.

Además, siempre estaremos asumiendo una pequeña comisión aun siendo los cajeros del propio banco. También transferir dinero de la línea de crédito a la cuenta corriente conlleva el pago de una comisión.

Tener más tarjetas de las que necesitas

Por último, te aconsejamos no acumular tarjetas en tu tarjetero. Es cierto que, si sueles viajar mucho, puede ser incluso recomendable tener dos tarjetas de franquicias diferentes para evitar que una de ellas no sea aceptada. Pero tener una gran variedad de tarjetas es totalmente innecesario y a la larga provoca que gastes más de lo que necesitas. La mejor opción para adquirir nuevas tarjetas de crédito es haciéndolo con un tiempo prudente entre una y otra.

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