Una trágica muerte conmocionó la ciudad de San Diego en Estados Unidos al conocerse que un niño de tres años mató por accidente a su hermana de apenas 12 meses mientras jugaba con un arma de fuego. Según informaron las autoridades a cargo de la investigación, el pequeño se comunicó con la estación de policías, luego de marcar al 911, y pidió asistencia. La beba fue llevada de urgencia al hospital, pero murió por las heridas que sufrió en la cabeza.

El siniestro episodio ocurrió el pasado lunes 17 de julio en la mencionada ciudad del estado de California. Allí, alrededor de las 19.30 dos niños quedaron solos en un casa ubicada en la calle Fallbrook1100 en el barrio de Fallbrook, y el niño de tres años encontró un arma de fuego y se puso a jugar con ella, cerca de su hermana. Fue entonces, que se disparó por accidente e hirió de gravedad en la cabeza a la niña, según estimó en un comunicado del Departamento del Sheriff del Condado de San Diego.

En ese momento, ante la grave situación, el niño utilizó el teléfono del hogar para pedir ayuda al número de emergencias. Una vez que llegó la patrulla al sitio, constataron que efectivamente el llamado fue realizado por el bebé y que en el suelo yacía la niña con una herida en la cabeza.

De inmediato, los agentes solicitaron la ambulancia para trasladarla lo antes posible al hospital Palomar. Una vez allí, cerca de las 20.30, los médicos intentaron contener el sangrado, pero la pérdida de sangre y el disparo en la zona en el cráneo derivó en su muerte.

Hasta el momento no se determinó si había algún adulto a cargo en la casa al momento del disparo que podría haberse dado a la fuga, y la Policía investiga cómo fue que el chico accedió al arma.

Antecedente de un niño de ocho años

Un caso similar ocurrió hace casi un año, cuando un niño de ocho años mató a una bebé e hirió a una niña, en Florida, al jugar con el arma de fuego de su padre, quien fue detenido y acusado de negligencia culposa.

El terrible episodio ocurrió en un motel de Florida donde el padre del niño, Roderick Randall, de 45 años, quien tenía un pesado prontuario, se había encontrado con su novia. Allí, había ido con su hijo, ella con sus mellizas de dos y su bebé de uno.

En un momento, Randall se ausentó y dejó su arma “en un placard”, según informó Chip Simmons, alguacil de Escambia, condado en el noroeste de Florida. “Su hijo la agarró y empezó a jugar con ella”, añadió.

“Le disparó a la bebé de un año y la mató. Después de atravesarla, la bala hirió a una de las mellizas, pero se espera que se recupere”, continuó el alguacil, y señaló que la madre de las víctimas dormía en el momento de los hechos.

Según precisó Simmons, cuando el hombre regresó, sacó el arma y algunas sustancias, probablemente drogas, del dormitorio antes de que llegara la policía. En tanto, el padre del niño fue arrestado y acusado de negligencia culposa, posesión ilegal de armas de fuego y ocultación de pruebas.

Con información de Europa Press