Confían en él para repuntar, pero lo vigilarán de cerca. Los Marlins felices con regreso de prospecto dominicano

Eury Pérez ingresó al clubhouse unas tres horas y media antes del primer lanzamiento el lunes contra los Rojos en Cincinnati.

Los viejos y nuevos compañeros en los Marlins se abrieron paso para saludar uno a uno al prospecto dominicano.

A pesar de que estaba a punto de hacer su primera apertura en Grandes Ligas en más de un mes en un momento en que el club necesita un impulso, no hubo nada diferente en su comportamiento.

El joven de 20 años charló con sus compañeros de equipo y siguió a su mentor Sandy Alcántara.

En un momento se sentó solo en una mesa cerca de su casillero manipulando un juego de cartas y tarareando la música que sonaba en sus auriculares, con una sonrisa emergiendo de su rostro.

“Estamos felices de tenerlo de vuelta”, expresó el manager de los peces, Skip Schumaker.

Pero no se equivoquen al respecto: el regreso de Pérez es para tratar de ayudar a la novena de Miami a volver a donde estaban la última vez que él estuvo con el club que compite ahora por un lugar en los playoffs.

Su primera apertura ante los Rojos no ayudó mucho pues los Marlins (58-56) cayeron 5-2, su derrota número 17 en 22 partidos desde el regreso del Juego de Estrellas, y se colocaron a juego y medio del último puesto de comodín de la Liga Nacional.

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Pérez permitió cuatro carreras, cinco hits, ponchó a siete y dio dos boletos en cuatro entradas y dos tercios de labor.

La ofensiva aportó un par de jonrones solitarios, uno del cubano Jorge Soler en el primer episodio y otro de Jazz Chisholm Jr. en el octavo.

“Es un lanzador de élite que nos ayudará en los próximos meses”, aseguró Schumaker.

“Es bueno verlo de regreso en el montículo”.

Dicho esto, Schumaker también dejó en claro que no quiere que Pérez piense que tiene ser un héroe para salvar al equipo.

El piloto no quiere que ese nivel de responsabilidad recaiga sobre el hombro del joven prospecto, especialmente ahora en su retorno al club.

Pero la organización de los Marlins también dejó muy claro que si quieren llegar a la postemporada, si quieren poner fin a esta mala racha el pitcher dominicano puede ser una pieza clave en eso.

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“Esperamos que tal vez él nos encienda”, señaló Schumaker el domingo.

“No quiero presionar demasiado a un joven de 20 años. Tenemos que monitorearlo también. Él está regresando y me gustan mis posibilidades con él”.

Ese seguimiento es la razón por la que bajó a las Ligas Menores el mes pasado.

En ese momento, Pérez había lanzado 84 y un tercio de innings, una cifra que excedía lo que había tirado en las últimas dos temporadas, con tres meses restantes por jugar.

Pérez debutó en las Mayores antes de lo previsto por necesidad, cuando la rotación de los peces no tenía a dos de sus abriodores disponibles, Trevor Rogers y su compatriota Johnny Cueto.

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Eso aceleró todo y finalmente hizo que su número de entradas aumentara más de lo previsto.

La decisión de la organización fue usar julio para darle un “respiro”, según las palabras de la gerente general Kim Ng.

Siguió lanzando, pero en menor medida. Hizo solo dos apariciones en Doble A Pensacola donde laboró en cinco y dos tercios de innings, antes de que el equipo lo llamara de regreso el lunes.

“Se trata de su futuro, su salud y de asegurarse de que realmente no pongamos en peligro eso”, declaró Ng.

Pero hacer eso también tuvo un impacto en Pérez, quizás más mental que físico.

El joven pitcher fue dominante en su primera estancia en Grandes Ligas.

Su efectividad de 2.36 es la más baja para un lanzador de 20 años o menos con al menos 50 entradas lanzadas desde 1920.

Seis de las 14 carreras limpias que permitió llegaron en una apertura: una derrota contra los Bravos de Atlanta el 1 de julio donde pudo sacar un solo out.

Si se quita esa salida Pérez limitó a sus oponentes a ocho limpias en 53 episodios, con una efectividad de 1.36.

Fue el jugador más joven (20 años y 71 días) desde al menos 1901 en tener tres aperturas consecutivas sin carreras en seis innings y lo hizo contra los Marineros de Seattle, los Azulejos de Toronto y los Piratas de Pittsburgh, sus últimas tres salidas en junio.

Sus ocho aperturas de al menos cinco episodios sin más de una carrera permitida son la mayor cantidad en sus primeras 11 salidas para cualquier pitcher en debutar desde 1901.

Y luego de eso vino su abrupta parada, aunque esperada.

¿Cómo manejó Pérez ese mes en las Menores?

“No fue fácil, un desafío”, explicó Pérez.

“Con esos cambios hay que tratar de ajustarse de nuevo. Trabajé en mi rutina cuando tuve la oportunidad en Pensacola, trabajé en mi cambio y cuando llegué ahora funciona muy bien”.

Pero incluso con su regreso, el plan del cub de Miami con él parece definido.

Ng no se comprometió a que Pérez hiciera cada apertura para la que está programado en los últimos dos meses.

“Tenerlo cada cinco o seis días, lo que sea que decidamos hacer, debería ser un gran impulso para nosotros”, afirmó Schumaker.

Pérez apuntó que cuando lo enviaron a las Ligas Menores le dijeron que “se preparara para regresar’’.

Físicamente, Pérez dijo que se “siente muy bien”, a pesar del aumento de la carga de trabajo esta campaña temporada y se muestra listo para el empujón final.

“Voy a tratar de ganar cada vez que lance ”, expresó Pérez.

“Cuando no esté en la lomita animaré a los muchachos”.