Condenan a mujer de la Florida que le robó casi $3 millones a sobreviviente del Holocausto

Una mujer de la Florida que le robó los ahorros de toda una vida a un hombre de 87 años sobreviviente del Holocausto, fingiendo que lo amaba, solo para vivir de forma exuberante con los $2.8 millones que obtuvo, el jueves fue sentenciada a más de cuatro años de prisión.

Peaches Stergo, de 36 años, y residente de Champions Gate, Florida, fue descrita por el juez de Distrito Edgardo Ramos como una persona “indescriptiblemente cruel” y motivada por la avaricia, cuando el magistrado anunció la sentencia en una corte federal de Manhattan.

Cuando se le dio la oportunidad de hablar, Stergo solo dijo: “Lo siento”. En abril se declaró culpable de estafa postal, tras admitir que acabó con los ahorros de toda una vida de un hombre que conoció en un sitio web para parejas hace siete años.

En mayo de 2017, Stergo comenzó a pedirle dinero al una vez exitoso empresario, argumentando que lo necesitaba para pagarle a un abogado que se negaba a entregarle el pago de un acuerdo financiero por una lesión falsa, dijeron los fiscales. La víctima le dio $25,000. En los siguientes cuatro años, le mintió a la víctima para que le diera 62 cheques que sumaron más de $2.8 millones hasta que se quedó en bancarrota, agregaron los fiscales.

En una ocasión, Stergo logró que el hombre le diera $50,000 cuando le dijo mentiras y le mostró cartas falsas de un empleado de un banco para respaldar sus afirmaciones.

De acuerdo con los fiscales, Stergo viajó a Nueva York para visitar a la víctima en su apartamento de Manhattan, tras afirmar falsamente que era una niñera de la Florida que se llamaba “Alice” y sin decir que llevaba años en una relación con otro hombre y tenía dos hijos con él.

Mientras la víctima perdía sus ahorros y se veía obligado a entregar su apartamento, Stergo usaba su dinero para vivir una vida de lujos, viajando a Europa y a Las Vegas cuando no estaba en su exclusiva comunidad residencial ni usando su bote y los varios automóviles que se había comprado, como un Corvette y un Suburban, según la fiscalía.

Los fiscales argumentaron que Stergo gastó casi toda la fortuna del hombre, miles de dólares en restaurantes caros, cadenas de oro, así como joyas, relojes Rolex y ropa de diseñador.

Como parte de su sentencia, Stergo debe devolver $2.8 millones y tiene una orden de decomiso en su contra.

“De forma implacable, Peaches Stergo estafó a un anciano de 87 años sobreviviente del Holocausto que solo buscaba tener una compañía”, dijo el fiscal Damian Williams en una declaración. “Pero no se pudo salir con la suya. Como demuestra claramente la sentencia de hoy, los perpetradores de este tipo de estafas románticas deberán pagar sus delitos”.

Según los fiscales, Stergo se burló indolentemente de la víctima cuando le dijo a su amante en un mensaje que la víctima le había dicho que la “amaba”. Stergo terminó el mensaje diciéndole “me muero de risa”. Posteriormente, los fiscales agregaron que cuando la víctima se quedó sin dinero, Stergo lo convenció para que vendiera su inventario de diamantes y pidiera dinero prestado.

Los fiscales no identificaron a la víctima, salvo decir que padece deterioro cognitivo, entre otros muchos problemas de salud, y es una persona frágil.

En una carta que envió al juez, la víctima, que tenía seis años cuando perdió ambos padres en el Holocausto y llegó a Estados Unidos cuando tenía alrededor de 20 años, escribió: “Como sobreviviente del Holocausto, he tenido que pasar por enormes dolores y pérdidas a lo largo de mi vida, pero nunca pude imaginar que sería sujeto de una traición tan despiadada en la última etapa de mi existencia”.

La abogada de Stergo, Ann Marie Fitz, escribió en un documento sobre la sentencia que Stergo tiene una pareja desde hace muchos años, es madre de dos adolescentes y su novio la describe como una dedicada madre y una cristiana renacida.

“Ella no es la persona de sangre fría de la que habla el gobierno y los medios de prensa”, escribió la abogada. “La señora Stergo tenía una relación genuina y cariñosa con la víctima, pasando días festivos con él, cuidándolo cuando se enfermaba y, como dijo el primo de la víctima, complaciéndolo”.

Traducción de Jorge Posada