Exigen poner fin a explotación de migrantes en centros privados de detención

Phoenix (AZ), 23 ene (EFE News).- Cerca de 60 religiosos y activistas se reunieron este jueves a las afueras del Centro de Detención de Otero, considerado uno de los más “crueles” de Nuevo México, para pedir que termine la explotación de los migrantes por medio de los centros privados de detención en Estados Unidos.

“Tenemos que sacar los contratos privados del estado y del país. Es una realidad que están explotando a las familias de migrantes para obtener más dinero”, dijo a Efe Johana Bencomo, directora comunitaria de NM Comunidades en Acción y de Fe (CAFé) en Las Cruces, una de las organizadores del Encuentro Fronterizo.

Esta demanda de acabar con los contratos privados también fue una de las consignas de los religiosos durante el evento fronterizo que se inició el martes y donde los pastores conocieron las historias de migrantes.

Entre los asistentes también se encontraban personas que estuvieron en centros de detención, denunciando las condiciones inhumanas y los malos tratos que recibieron en ellos.

Durante el encuentro, Dulce, una migrante transgénero que estuvo más de un año en confinamiento en el Centro de Detención de Cibola, Nuevo México, habló sobre las humillaciones de las que fue víctima y la falta de derechos a la que se enfrentan los migrantes dentro de esas instalaciones.

“Fue un evento poderosos y espiritual donde la principal demanda es la lucha para terminar con la privatización de estas prisiones”, afirmó Bencomo.

Dijo que el propósito de esta acción es “arrojar luz” sobre las condiciones inhumanas, las muertes y el maltrato a los detenidos en los centros de detención a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.

“Los centros de detención son crueles en todo el país, pero este en específico Otero es uno de los más crueles, queremos sacar eso a la luz. Con la visita de los pastores buscamos crear aliados que conozcan sobre nuestra lucha”, expuso.

El Centro de Procesamiento del Condado de Otero estuvo en el centro de la controversia cuando varios cubanos que se encontraban recluidos en espera de asilo político organizaron protestas en octubre de 2019 exigiendo su liberación debido a su prolongada detención. Algunos de ellos llegaron al extremo de intentar quitarse la vida cortándose las muñecas.

Días después, la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, envió una carta al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) solicitando una investigación a dicho reclusorio, esgrimiendo informes de intentos de suicidio de inmigrantes que denunciaban malos tratos.

Las protestas también se producen después de que una solicitante de asilo transgénero de El Salvador, Johana Medina León, que había sido detenida en Otero, perdió la vida por supuesta falta de atención medica al complicarse una severa neumonía.

"Nuestras campañas se esfuerzan por poner fin al encarcelamiento masivo de personas morenas y de color. Necesitamos una nueva historia que contar sobre nuestro país, una en la que, sin importar color, credo o clase, todos tengamos un valor inherente y nuestras políticas deben reflejar eso”, señaló Richard Morales, director de Políticas de Faith in Action.

Manuel Ibarra, sacerdote de la Iglesia Católica St. Ana en Deming, Nuevo México, indicó en un comunicado que el estado debe invertir en mejores escuelas y infraestructura, y crear nuevos empleos, en vez de privatizar prisiones para migrantes.

“Si continuamos con la cultura de desechar y castigar a las personas, nunca abordaremos las verdaderas necesidades y desafíos que enfrentan nuestras familias”, dijo el religioso.

(c) Agencia EFE