Con la salida de Carlson y Lemon se cierra un capítulo en la guerra del cable de Trump

Tucker Carlson, presentador del programa “Tucker Carlson Tonight” en Fox News hablando durante el AmericaFest en el Centro de Convenciones de Phoenix, el 17 de diciembre de 2022 en Phoenix. (Rebecca Noble/The New York Times)
Tucker Carlson, presentador del programa “Tucker Carlson Tonight” en Fox News hablando durante el AmericaFest en el Centro de Convenciones de Phoenix, el 17 de diciembre de 2022 en Phoenix. (Rebecca Noble/The New York Times)

Estaban en canales muy diferentes e hicieron cosas radicalmente distintas para alcanzar índices de audiencia dispares.

Sin embargo, la salida simultánea de Tucker Carlson y Don Lemon del panorama de las noticias por cable el lunes ha representado el fin de una era para su industria, la más combativa y partidista desde que Ted Turner introdujera el concepto de noticias de 24 horas en la televisión hace ya más de 40 años.

Es imposible establecer equivalencias entre los dos presentadores. Carlson solía liderar los índices de audiencia cuando se volvía loco en Fox News con nacionalistas blancos y falsas historias conspiranoicas que lo ponían en una categoría aparte. Lemon se hizo famoso por sus panfletos anti-Trump, los cuales podían parecer insípidos en comparación con el contenido de Carlson y atraían a una audiencia mucho más pequeña, pero eran lo suficientemente interesantes para los estándares de la CNN.

Producto de los años de Trump

No obstante, en sus apariciones más recientes fue evidente que tanto Carlson como Lemon eran productos de los años de Trump: contrincantes de la televisión por cable que a menudo generaban titulares dando a sus respectivas audiencias raciones generosas de indignación y escándalo.

Aunque de diferentes maneras, sus destituciones representan al menos un retroceso temporal en los excesos de la cobertura mediática que generaron la elección, la presidencia y la postpresidencia de Trump.

“Muchos de los canales principales emprendieron una carrera para ser el primero en condenar a Trump y celebrar sus problemas”, afirmó Stephen F. Hayes, fundador del sitio conservador The Dispatch. “En Fox, sobre todo en horario estelar, se esforzaron de manera exagerada por defenderlo y amplificar sus mentiras”.

Hayes, quien abandonó su empleo como analista en Fox debido a la promoción de Carlson de las teorías conspiranoicas sobre el ataque del 6 de enero al Capitolio, dijo con optimismo: “Esperemos que esta sea la señal de un cambio institucional más amplio”.

Aún quedan dudas sobre los detalles de ambas salidas, aunque en los dos casos influyeron otros factores más allá de sus enfoques editoriales generales.

Carlson se había convertido en una figura vergonzosa debido al amplio material que se produjo en la demanda por difamación que Dominion Voting Systems presentó contra Fox, la cual se resolvió la semana pasada en el último momento por valor de 787,5 millones de dólares.

Los correos electrónicos y los mensajes de texto producidos antes del juicio mostraron que Carlson se burlaba de Trump mientras lo aclamaba en su programa y usaba un lenguaje crudo y misógino cuando se refería a Sidney Powell, una abogada que impulsaba las conspiraciones electorales sobre las máquinas de votación de Dominion. En otra demanda pendiente en Delaware, la ex productora principal de invitados del programa de Carlson, Abby Grossberg, acusó a Carlson y su personal de usar un lenguaje igual de grosero para referirse a las mujeres. Ese comportamiento, que según Grossberg creó un ambiente de trabajo tóxico, parece haber sido uno de los muchos factores que determinó su expulsión.

Se disculpó pero de nada sirvió

La destitución de Lemon se produjo después de que hiciera un comentario sexista y edadista en un programa matutino de CNN. Dijo que la aspirante presidencial republicana Nikki Haley no estaba “en su mejor momento” porque, según sus propias palabras, “se considera que una mujer está en su mejor momento a los 20 y 30 años o quizá a los 40”. La declaración fue profundamente ofensiva desde todos los puntos de vista. Además, en términos televisivos incurrió en un pecado capital: amenazó con alienar a un grupo demográfico importante de la audiencia. Aunque Lemon se disculpó, el canal concluyó que su futuro era insostenible.

NEW YORK, NEW YORK - APRIL 13: Don Lemon attends the 2023 Center Dinner at Cipriani Wall Street on April 13, 2023 in New York City. (Photo by Cindy Ord/Getty Images)
NEW YORK, NEW YORK - APRIL 13: Don Lemon attends the 2023 Center Dinner at Cipriani Wall Street on April 13, 2023 in New York City. (Photo by Cindy Ord/Getty Images)

Sin embargo, ninguno de estos casos se puede analizar sin tener en cuenta la posición que ocupaban ambos hombres en los platós cambiantes de las noticias por cable.

Lemon estaba trabajando en el nuevo entorno en la CNN ya que el recién llegado presidente de la cadena, Chris Licht, dejó claro que quería limar lo que consideraba como ‘las asperezas más partidistas’ que surgieron en los años de Trump. De hecho, Licht dijo a los anunciantes en junio pasado: “en un momento en que los extremos dominan las noticias por cable, intentaremos seguir un camino diferente”. Lograr que la CNN recorra esa senda intermedia también es la prioridad de David Zaslav, el director ejecutivo de la empresa matriz de CNN, Warner Bros. Discovery, aunque eso implique unos índices de audiencia más bajos y, por consiguiente, menos ingresos. “Al diablo con los índices de audiencia”, afirmó.

Fue en gran parte debido a ese cambio que Licht trasladó a Lemon de su programa de las 10 de la noche el año pasado al nuevo programa en el horario del desayuno de la CNN, donde ejercía como copresentador. “CNN This Morning” se posicionó como un programa más ligero, conversacional y menos cortante que el que conducía Lemon.

Sin embargo, aquello no acabó de cuajar. “Don Lemon es un pararrayos porque realmente se hizo famoso durante una era en la que sus comportamientos se celebraron y alentaron en horario estelar”, admitió Licht en una conferencia de prensa celebrada por Semafor a inicios de este mes. “Tanto la CNN como Don han pasado de eso”. Ahora la CNN también ha pasado de Don.

Audiencias altas

Los signos son un poco menos evidentes en Fox News. La cadena y sus líderes, Lachlan y Rupert Murdoch, llevaban años apoyando a Carlson mientras este era ampliamente condenado por transmitir las conspiraciones falsas y racistas que le hicieron ganar prestigio entre muchos partidarios de Trump.

Es probable que lo hicieran por un simple motivo: grandes audiencias e ingresos considerables. A pesar de que la demanda que había puesto Dominion parecía dirigirse a toda máquina a juicio, Carlson se empeñó en publicar informes que describían falsamente el ataque del 6 de enero como un evento mayoritariamente pacífico. Así envió el mensaje de que incluso bajo la amenaza de una gran demanda, los índices de audiencia imperaban en Fox.

Tras su acuerdo con Dominion la semana pasada, Fox se ha preguntado si la experiencia del caso es lo suficientemente relevante como para que Fox News deje de transmitir el tipo de contenido conspiranoico, desenfrenado y falso que le dio a Dominion tanta ventaja en la corte.

Quizá el abrupto final de la carrera de Carlson en Fox News no refleje un retroceso más amplio en el futuro. De hecho, hay varios indicios que indican lo contrario. Sin embargo, su retirada del horario estelar de Fox es una marcha atrás en sí misma, así como una señal bastante importante.

Por otra parte, durante los últimos 40 años las noticias por cable, en su búsqueda perpetua de relevancia y audiencia, se han movido inexorablemente hacia una programación y personalidades cada vez más estridentes. Las salidas de Carlson y Lemon podrían marcar el final de una era en las noticias por cable. No obstante, si Fox y CNN no logran resistirse a los cantos de sirena que salen de la chistera de trucos de Trump en su intento de llamar la atención y ganar audiencia, ¿quién puede imaginar cómo será el próximo?

Jim Rutenberg

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