La pareja que compró la mansión que inspiró "El Conjuro" y experimentan terror en la vida real

Su admiración por Ed y Lorraine Warren, la famosa pareja de investigadores paranormales, impulsó a Cory y Jennifer Heizen a mudarse a la casa de la cual surgió el guión de la primera película de la saga “The Conjuring” (“El Conjuro”).

Ahora cuentan que desde el primer día comenzaron a presenciar extraños fenómenos: puertas que se abren solas, pasos, golpes.

Poster promocional de The Conjuring
Poster promocional de The Conjuring

"Me ha costado quedarme allí solo. No tengo la sensación de nada malo, pero está muy cargada. Se puede decir que hay muchas cosas en la casa", aseguró Cory a Sun Journal.

La casa y sus historias

Construida en 1736 en un campo de Harshville, Rhode Island, la mansión comenzó a cobrar protagonismo en los años 70 cuando le pertenecía al matrimonio Perron y a sus cinco hijas.

La familia denunció haber sido atacada físicamente por espíritus, sufrir misteriosas enfermedades y hasta haber levitado, y recurrió a los Warren.

"Pensé que me iba a desmayar", dijo Andrea Perron sobre la experiencia. "Mi madre comenzó a hablar un idioma que no era de este mundo con una voz que no era la suya. Su silla levitó y la arrojaron por la habitación".

Sin embargo, según los investigadores, lo más inquietante fue la presencia de Betsabé Sherman, una bruja del siglo XIX, considerada el espíritu más peligroso.

“Las cosas que ocurrieron allí eran increíblemente aterradoras. Todavía me afecta hasta hoy", revelaron a USA Today.

A diferencia de lo que ocurrió con los Perron, no fueron los fantasmas los que echaron a la última propietaria, Norma Sutcliff. Desde el estreno de “El Conjuro” en 2013, el éxito de la película llevó a los fanáticos del cine a visitar y hasta infiltrarse en la casa. El asedio fue tal que Sutcliff denunció a Warner Bros. y terminó vendiéndola.

Hace unas semanas, los Heinzens la descubrieron en un sitio web y la compraron.

"Nos enamoramos de inmediato. Ocho acres y medio, un río en la parte de atrás y un estanque, es tan sereno allí que no importa la historia detrás de la casa”, dijo Cory.

A diferencia de Sutcliff, los nuevos dueños no se dejarán amedrentar por los fantasmas y planean arreglar la casa para divulgar su historia y compartirla con el público y los investigadores. ¿Te animarías a visitarla?