"Es complicado incursionar en cosas de hombres"

XALAPA, Ver., marzo 5 (EL UNIVERSAL).— Tiene tatuajes en la cara, tinta en los ojos, modificaciones corporales en los lóbulos de las orejas y una seguridad en sí misma que contagia. Ella es Lola Muñoz, quien desde muy temprana edad estaba convencida de que la única forma de llevar una vida feliz era hacer algo que amara y que la apasionara, así que sin dudarlo fue en busca de su sueño.

Siempre tuvo gusto por los tatuajes y perforaciones, así que tuvo que trabajar para poder costear este arte en su cuerpo. Fue recepcionista y hoster en por lo menos tres estudios de tatuajes.

"Por mi apariencia llamaba mucho la atención, los tatuajes, los piercings; entonces en exposiciones me contrataban para recibir a las personas, y por mucho tiempo pensé que era para mí".

Hasta que, en una ocasión, en uno de los estudios en donde trabajaba su jefe le dijo que, si quería perforar, a lo que se animó sin dudarlo.

"Yo ni le pensé, mi jefe me dijo que no había problema que lo peor que podía pasar es que quedara mal y se quitaba y ya, claro que no es tan simple, hoy ya con la preparación y cursos que he tomado sé la importancia de conocer la anatomía, la asepsia que es importantísima, el manejar joyería de calidad y estarse capacitando de manera permanente".

Lola relata lo difícil que fue incursionar en este medio que durante mucho tiempo era considerado "cosa de hombres", pero gracias al movimiento feminista hay mujeres destacadas y con una gran trayectoria en el medio del tatuaje, perforaciones y modificadores corporales.

"Yo me he enfrentado también a ese tabú, hoy que soy mamá, cuando comencé a ir a festivales, a juntas escolares; el tener tatuajes, piercings, no me hace mala mamá, o como antes se decía que eso era de delincuentes, para nada, somos gente que quiere vivir feliz, en paz, simplemente con otro tipo de gustos y muy respetuosos de los demás".

Hoy Lola es una de las artistas del cuerpo más buscadas para realizar trabajos de body piercing, siempre capacitándose para dar una bonita experiencia para quienes toman la importante decisión de modificar su cuerpo.