Cómo un fotógrafo aficionado expuso accidentalmente el viaje secreto de Trump a Irak

El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump saludan a los soldados estadounidenses en la base aérea Al Asad, en Irak. (Foto: Andrew Harnik/AP)
El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump saludan a los soldados estadounidenses en la base aérea Al Asad, en Irak. (Foto: Andrew Harnik/AP)

Cuando el fotógrafo amateur y amante de los aviones Alan Meloy miró por la ventana de su cocina, en una mañana invernal típica de Sheffield, Inglaterra, le llamó la atención la gran estela blanquecina que se dibujaba en el cielo.

Lejos estaba Meloy de imaginar que había descubierto accidentalmente el misterio mejor guardado del planeta en las últimas semanas: el viaje secreto de Donald Trump a una zona de guerra.

Aproximadamente seis horas antes de la observación de Meloy, el presidente y la primera dama Melania dejaron sigilosamente la Casa Blanca, amparados en la oscuridad de la noche de Navidad, para la primera visita presidencial a Irak.

“Salí de casa y pude ver una estela que venía en mi dirección y pensé en echarle un vistazo a lo que venía al final de eso. Miré por el visor de la cámara y pensé que valía la pena fotografiarlo”, contó Meloy a CNN. “Me di cuenta de que no se trataba de un avión de pasajeros normal”, agregó.

Fue en el momento, que el gerente de proyectos de TI cercano al retiro, que ha estado observando aviones durante casi 40 años y pasa su tiempo libre vigilando los cielos a la caza de novedades, notó los colores distintos de la aeronave y se dio cuenta que había fotografiado algo único.

“Me quedé absolutamente sorprendido… Sabía que era uno de los dos VC-25“, dijo Meloy a la cadena estadounidense. A pesar de no tener idea de quién podría ir a bordo de la nave, el fotógrafo estaba seguro de que se trataba de alguien importante.

El VC-25 es un Boeing 747-200 acondicionado para los vuelos del presidente de los Estados Unidos. Hay dos de estos aviones que se alternan para volar bajo la denominación de Air Force One (AF1). Pero esta vez el AF1 volaba escondido bajo el apodo de RCH358 o Reach358, utilizado para designar aviones militares de carga.

Paralelamente, el Reach358 también había llamado la atención del grupo “CivMilAir, que rastrea aviones civiles y militares. El grupo con sede en el Reino Unido es formado por fanáticos de la aviación que publican en las redes informaciones de vuelos poco comunes o que encierran algún enigma.

La foto que Meloy tomó demostraba que el Reach358 era en realidad el Air Force One volando oculto bajo otra denominación. Inmediatamente el fotógrafo publicó la foto en su cuenta de Flickr y esperó para ver si alguien más había divisado al avión.

De acuerdo con los registros de vuelo, el avión mantuvo una altitud de aproximadamente 31,000 pies mientras volaba sobre el Reino Unido.

Mientras el AF1 avanzaba rumbo a Irak, los entusiastas de la aviación siguieron debatiendo en las redes sobre el descubrimiento, algunos intrigados ante la presencia del Reach358 en el mapa y otros más escépticos, asegurando que no se trataba del avión presidencial.

“Todo lo que dije fue que estaba seguro de lo que había visto y que era un VC-25, de los cuales solo hay dos en el mundo, eso es todo lo que podía decir”, cuenta Meloy. “Ahí está mi fotografía”, agrega.

La foto se propagó y pronto Twitter se incendió con la especulación de que Trump se dirigía a Afganistán o Irak. Horas después de que Meloy descubrió el avión con el lente de su Canon 7D, en medio a los rumores crecientes, el Reach 358 aterrizó secretamente en la base aérea de Al Asad, al oeste de Bagdad, poco tiempo antes de que el presidente y la primera dama se reunieran con las tropas durante casi tres horas.

Trump se fotografía con los soldados estadounidenses en Irak.
Trump se fotografía con los soldados estadounidenses en Irak.

El propio presidente Trump comentó más tarde las medidas de seguridad tomadas por la Casa Blanca para mantener el sigilo del viaje. “Si hubieras visto lo que tuvimos que hacer, con el avión a oscuras, con todas las ventanas cerradas, con las luces apagadas por todas partes. Todo negro. Nunca he visto algo así”, relató Trump a periodistas reunidos en la base en Irak.

El viaje había sido planeado durante “tres o cuatro semanas”, agregó Trump.

El día de Navidad, el grupo de prensa de la Casa Blanca integrado por 13 periodistas fue informado del viaje bajo juramento de guardar el secreto, de acuerdo a una tradición de larga data.

Según el pacto, por razones de seguridad, los reporteros no informan sobre viajes secretos al extranjero hasta que la Casa Blanca lo considere oportuno, ya sea una vez que el viaje esté casi terminado o el presidente haya regresado a los Estados Unidos.

Secreto para todos, menos para Twitter

El exagente del Servicio Secreto Jonathan Wackrow, que ha ayudado a coordinar viajes a zonas de conflicto para múltiples personas protegidas, incluido un viaje del expresidente Barack Obama a Afganistán, dijo a CNN que detectar el Air Force One y publicarlo en Twitter no es una violación de seguridad, sino algo preocupante. Una lección para aprender.

“En la era de las redes sociales, esto resalta una nueva vulnerabilidad que el Servicio Secreto y los militares deben tener muy en cuenta en el futuro”, dice Wackrow.

A medida que el rumor aumentaba en Twitter y era más evidente que Trump se dirigía al Medio Oriente, la Casa Blanca levantó el “embargo” a los medios y se les permitió a los reporteros informar acerca de la visita.

Poco después del rumor confirmarse por los medios, el AF1 ya cruzaba los cielos rumbo a EE.UU. con el presidente y su esposa a bordo.