Cómo galletas multicolores y donaciones solidarias vencieron al odio en una localidad de Texas

Como una muestra de solidaridad y orgullo compartido, una panadería en Lufkin, localidad al noreste de Houston, Texas, horneó una delicia especial: galletas en forma de corazón decoradas con los colores del arcoíris. La panadería Confections decidió preparar y vender esas galletas como su aportación para celebrar este junio el mes de la diversidad y el orgullo LGBTQ.

Las galletas multicolores para celebrar el orgullo LGBTQ de la panadería Confections en Lufkin, Texas. (Facebook/Confections)
Las galletas multicolores para celebrar el orgullo LGBTQ de la panadería Confections en Lufkin, Texas. (Facebook/Confections)

El miércoles pasado en su página de Facebook, la panadería promovió sus galletas con el lema “Más amor, menos odio… ¡Feliz celebración de orgullo a todos nuestros amigos LGBTQ! Todos los amantes de las galletas y la felicidad son bienvenidos aquí”.

El gesto de esa panadería fue noble, pero a algunas personas no les agradó. Primero, varios seguidores de la página de Confections decidieron dejar de serlo, un cliente canceló un gran pedido de galletas y, de acuerdo a la propia panadería, incluso se recibieron mensajes de odio.

En un segundo post, Confections confiesa que “hoy ha sido duro, realmente duro… Mi corazón siente una pesadez. Honestamente, nunca pensó que un post que literalmente dice más amor, menos odio resultaría en esta clase de rechazo hacia un muy pequeño negocio que lucha por mantenerse a flote y brindar un poco de ánimo con el producto de nuestros hornos. Así que, si le gustan nuestras galletas, tendremos mañana una superabundancia de ellas. Esperamos que mañana sea mejor”.

Y lo fue de modo sorprendente.

El post de Confections fue ampliamente compartido y la gente comenzó a responder a él. Apenas dos días después personas habían hecho una cantidad de pedidos de galletas tan grande que simplemente Confections no se daba abasto para cumplirlos y vendió todas sus existencias. Lo mismo sucedió el sábado, no pasó mucho tiempo antes de que todas sus galletas y otros productos fueran comprados por una muy numerosa clientela, que literalmente optó por brindar más amor, y su dinero en apoyo a la pequeña panadería, en contra del odio y la intolerancia.

Personas hicieron largas filas en la calle al acudir a Confections a recoger su orden de galletas.

Y había tanta gente que quería apoyar a Confections que, al no tener ya nada que vender, la panadería pidió a sus amigos que hicieran donaciones a un albergue de animales local y lanzó una campaña al respecto en Facebook, en beneficio de Blue Collar Mutts Rescue. Hasta ahora las donaciones en apoyo de ese albergue ya suman 2,570 dólares.

De acuerdo a la televisora local CBS 19, entre los entusiastas que apoyaron a Confections figuró Brian Cuban, hermano del millonario Mark Cuban, quien dijo que el compraría galletas vía telefónica y que si enviárselas a domicilio era complicado, la panadería podía donarlas a organizaciones locales sin fines de lucre que atienden a la comunidad LGBTQ o niños.

Así, a lo que fue un acto mezquino de algunos intolerantes respondió una marea de personas con solidaridad singular, en apoyo tanto de la panadería Confections como de la comunidad LGTBQ.

Una de las dueñas de la panadería escribió: “Se nos ha agotado todo. Estamos conmovidas por toda esta atención a nuestro pequeño negocio. ¡Me pone nerviosa! Los que me conocen (Dawn)… saben lo tímida que soy. En los 11 años que tenemos con el negocio nunca habíamos visto algo así. Nosotras (mi hermana y copropietaria, Miranda, y nuestra fabulosa panadera Felicia) estamos tan abrumadas, agradecidas y conmovidas por esta profusión de amor. Las últimas personas en nuestra tienda nos dieron dinero de sus tarjetas de crédito para que nosotros lo donemos porque ya no quedaba nada qué vender… Lo estamos dando todo a refugios para animales… Más amor, menos odio, siempre”.

Además, Confections también está tomando órdenes de galletas, que luego son donadas a asilos de ancianos de la localidad y otras organizaciones caritativas.

Con singular orgullo y en forma de galleta, la solidaridad ha florecido en Lufkin.