¿Cómo consiguen las abejas volver a la colmena por el camino más corto?

EFE/Cortesía Amigos de La Tierra
EFE/Cortesía Amigos de La Tierra

Los patrones de movimiento de los animales, los caminos que recorren, llevan llamando la atención de los seres humanos desde el inicio de la humanidad. Y cuanto más lo estudiamos más nos sorprendemos. Las migraciones de milanos y otras aves, grandes herbívoros siguiendo rutas precisas por África, o las mariposas monarca en sus viajes desde Canadá hasta México impresionan. Pero si hay un animal del que podemos aprender, es de las abejas.

Porque no importa lo lejos que viajen, o la cantidad de territorio que cubran. Siempre saben volver a su colmena por el camino más eficiente. Y esto, a pesar de tener un cerebro poco desarrollado. En un artículo reciente se explica cómo consiguen hacerlo.

[Te puede interesar: Descubren la migración terrestre más larga del mundo]

En gran medida, las abejas son capaces de encontrar el camino más eficiente gracias a cómo tienen “cableadas” sus neuronas. No depende tanto del número de neuronas – ni del tamaño del cerebro – como de las relaciones entre ellas.

PUBLICIDAD

Empecemos por el principio. En una jornada normal, las abejas salen de la colmena buscando nuevas fuentes de alimento. Y para ello recorren el territorio de manera intensa. Con intensa nos referimos a que cubren tanto volumen – porque, no lo olvidemos, recorren el territorio en las tres dimensiones – como son capaces de conseguir.

Pero tienen que ser capaces de volver a su colmena. Para no perderse, el primer sistema que emplean es el más obvio: la vista. Almacenan imágenes del paisaje que las rodea, y memorizan puntos o hitos que les ayuden a volver.

Vale, ya sabemos cómo saben volver. Pero la duda está en cómo lo hacen de manera eficiente. Es decir, por el camino más corto posible entre el punto donde han terminado y su “casa”.

Para conseguir esto, cuentan con dos tipos de neuronas. Unas se encargan de recibir información sobre la dirección en que se mueve el animal. Un conjunto de neuronas encargadas de saber si la abeja se acerca o aleja de la colmena, y si está por encima o por debajo de ella.

[Te puede interesar: Las abejas no son las únicas que polinizan]

Simultáneamente recogen información sobre la velocidad a la que se mueven. Principalmente en términos relativos – si van más rápido o más lento que antes. Gracias a esto saben si el camino que han escogido es bueno o no.

PUBLICIDAD

Con todos estos elementos por separado podrían conseguir un buen sistema de navegación. Pero lo interesante es que la información que perciben ambos tipos de neuronas se integran en una zona del cerebro muy concreta, que permite sacarle el mayor partido posible.

En el cerebro de las abejas, y de muchos otros insectos, existe una región conocida como complejo central. Aquí es donde se integra la información visual, de velocidad y dirección que han ido recopilando las abejas, y las integra en una información que permite que estos insectos sean capaces de encontrar la mejor manera de volver a su hogar de entre todos los posibles.