Comienza el juicio del siglo en Nueva York y "El Chapo" podría tener un as bajo la manga
POR Juan Alberto Vázquez -. En Nueva York la semana iniciará con un par de eventos que alumbrarán su habitual atractivo: la edición 48 del tradicional maratón del primer domingo de noviembre y, unas horas después, el tan esperado juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
A las 9:30 de la mañana de éste lunes 5, en la sala de justicia 8D, el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Richard P. Donoghue, presentarán los primeros alegatos y pruebas ante el juez Brian Cogan, pero también los de Eduardo Balarezo y Jeffrey Lichtman, encargados del despacho contratado por el narcotraficante mexicano para hacerse cargo de su defensa.
“El Juicio de Siglo” ha generado altas expectativas y en México se espera que salgan a la luz pública nombres de funcionarios, militares, policías y hasta empresarios que fueron cooptados por el delincuente en esa larga carrera que lo llevó a ser el ambicioso y visionario líder de la organización criminal más poderosa del orbe en años recientes: El Cartel de Sinaloa (ECS). Aunque la emoción casi generalizada se cebe en el escepticismo de algunos analistas.
“Creo que, desgraciadamente, no va a pasar nada y más que un juicio lo que se prepara es un show al estilo americano”, dice a Yahoo Noticias Alejandro Almazán, periodista mexicano que durante años ha seguido muy de cerca los temas relacionados con el narco.
“Si Guzmán Loera comenzara a revelar secretos detrás de El Cartel de Sinaloa y del narcoestado mexicano, también podríamos esperar que cite la corrupción de autoridades y nombres de los colaboradores que ha tenido en Estados Unidos y sinceramente no creo que eso vaya a suceder”, nos dice quien también forma parte del grupo de guionistas de la popular serie “El Chapo”, originalmente transmitida en la cadena Univisión y actualmente disponible en la plataforma Netflix.
El temor a la fuga… o un desenlace peor
Para la ciudad de Nueva York los previos del juicio no dejan de ser anecdóticos aunque se espera que las molestias aumenten conforme el proceso judicial se alargue. Sobre todo los serios problemas vehiculares que se presentarán en el puente de Brooklyn, cerrado a la circulación cada vez que el famoso preso cruce el East River en un convoy de camionetas blindadas, escoltadas por motociclistas. El agobio sobre los automovilistas y peatones que circulan por la zona se dará tanto en las mañanas como por la tarde en que las actividades en el juzgado culminen.
Las autoridades a cargo de la custodia del narcotraficante ya tienen listo todo un despliegue en cada movilización de Joaquín Guzmán Loera y a las camionetas y motocicletas mencionadas, debemos sumar al menos un helicóptero y decenas de vigilantes apostados a lo largo de las dos millas y media que van del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan al Juzgado Roosevelt en el Distrito Histórico de Brooklyn Heights. De ese tamaño es el miedo y el respeto que el Chapo infunde al sistema de justicia local.
Cuidados que parecen excesivos pues ni en el más alucinante escenario se contempla que un comando de sicarios del cártel de Sinaloa intenten en suelo americano un rescate, incluso un asesinato, de quien fuera su líder. Y ni siquiera la sospecha de que la violenta pandilla Bushwick Crew, con sede en Brooklyn, está relacionada con el ECS, daría píe a que los efectivos que trasladan al peligroso reo se encuentren en riesgo alguno.
Tal parece que en el grupo criminal sinaloense ya aprendieron a sobrevivir sin la influencia de su antiguo líder. “Creo que tienen mucha claridad bajo la conducción de Ismael “El Mayo” Zambada y ahora Rafael Caro Quintero. Tuvieron una reestructura y hasta se han ido calmando los pleitos entre ellos pues siempre han entendido que estar juntos es su fuerza”, continua Almazán.
De narco más buscado a temeroso prisionero
Y así como la vida y obra de El Chapo ha sido convertida en exitosa serie, lo que suceda en el juicio con toda seguridad dará para una nueva temporada o para una cinta, idea que ha estado latente en los meses recientes entre algunos productores en Hollywood.
Y es que la vida y obra del personaje está repleta de matices. Pasa por la infancia de un humilde sinaloense que desde muy joven escaló todos los puestos en el negocio del narcotráfico hasta llegar a ser el capo mayor. Su actual esposa, Emma Coronel -sobrina de Ignacio Coronel, jefe de plaza de ECS y abatido en Guadalajara, Jalisco en julio del 2010-, al parecer mantiene una muy activa cuenta en Instagram en la que se le nota feliz de utilizar la fortuna, que se supone mal habida, de su marido. O el dilema de los abogados Balarezo y Lichtman quienes no han recibido garantías de que podrán cobrar si es que las autoridades confiscan todos los fondos del acusado y deciden que son producto del narcotráfico. Todo eso sumado a la personalidad tozuda y cínica de “El Chapo” que desde su primera detención en 1993 ha insistido en que él es un simple agricultor de maíz y frijol.
En donde todos los analistas parecen coincidir es que la fiscalía de Nueva York irá por la pena máxima y para tal efecto ha elaborado un nutrido expediente en el que se acusa a Joaquín Guzmán de asesinato, de introducir toneladas de droga a EEUU, de sobornar a funcionarios públicos para permitir sus fugas de las cárceles mexicanas, pero también de tortura y secuestro.
Se espera que el juez mande llamar a colaboradores del capo, y además ha sumado al expediente pruebas de demandas que el acusado tiene en, al menos, media docena de juzgados alrededor del país.
Dentro de los testigos se espera que sean citados a declarar tanto su excolaborador Dámaso López “El Licenciado” como Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”. Ambos se encuentran detenidos en cárceles norteamericanas a la espera de su sentencia, programadas el 30 de noviembre para el primero y el 17 de diciembre en el caso del hijo de “El Mayo” Zambada.
Con todas estas fichas puestas en el tablero, el futuro de Guzmán Loera luce desalentador pues tampoco se espera que acceda a colaborar con la justicia y se declare culpable buscando aminorar la sentencia. “Yo creo que tiene un as bajo la manga y que buscará involucrar a funcionarios de la DEA para de esa forma intimidar a los jueces”, continua Alejandro Almazán, quien juzga al Programa de Testigos Protegidos como una de las fallas más evidentes del sistema de justicia estadounidense, pues otorga injustos perdones a criminales que de repente deciden “colaborar”.
Mientras tanto, “El Chapo” aguarda en su celda del ala 10 South del Centro Correccional Metropolitano con las luces encendidas 23 de las 24 horas del día, seguro preocupado por su futuro aunque de algún modo ansioso por estar frente a Emma Coronel, no importa que el juez Brian Cogan le llame de nuevo la atención por no dejar de mirarla como ya sucedió en septiembre pasado durante una audiencia previa.
Y así como él fijará la vista en su mujer, a partir de este lunes la atención mediática concentrarán su atención en el arranque del juicio del siglo.