Comer pescado ayuda a los adultos mayores con riesgo de demencia

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Un equipo de Estados Unidos descubrió que los adultos mayores que más productos de mar consumían tenían valores más altos de mercurio en el cerebro, pero no parecían enfermar por ese motivo. Y si también eran portadores de una variante del gen que eleva el riesgo de Alzheimer, el consumo reducía el riesgo de padecer el mal. "Tuvimos la oportunidad única de analizar el consumo de productos de mar y relacionarlo con la salud cerebral" de un grupo de adultos mayores antes y después de morir, explicó la autora principal, Martha Clare Morris, del Centro Médico de Rush University en Chicago. "Una gran cantidad de estudios habían demostrado que el consumo de pescado retrasa el deterioro cognitivo del envejecimiento y reduce el riesgo de Alzheimer y demencia", agregó Morris. Pero señaló que a algunos adultos mayores les preocupa que el pescado con mercurio les dañe el cerebro, de modo que este estudio debería erradicar esas dudas. Los autores usaron información sobre un grupo de adultos mayores de los hogares de jubilados o de residencias subsidiadas de Chicago que participaban de un proyecto de investigación sobre la memoria y el envejecimiento. Los participantes describieron entre el 2004 y el 2013 su consumo de productos de mar entre otros alimentos. Al morir, a un grupo se le estudió el cerebro. Los participantes fallecieron en promedio a los 90 años. Habían respondido los cuestionarios alimentarios unos cuatro años y medio antes de morir. A la mitad de los 544 participantes que murieron en 2013 se le hizo una autopsia del cerebro para el estudio. Los autores observaron que a medida que aumentaba la cantidad de productos de mar que una persona había consumido por semana, también lo hacía el nivel de mercurio en su cerebro hallado en la autopsia. Pero los que habían consumido esos alimentos una o más veces por semana, también tenían menos signos en el cerebro asociados con el Alzheimer, como las placas o los ovillos neurofibrilares, que los que comían poco o nada de productos de mar. En los portadores de la versión "e4" de un gen conocido como apolipoproteína E (APOE), que refuerza el riesgo de desarrollar Alzheimer, la enfermedad no era tan común en los consumidores de pescado como en los que casi no habían consumido esos alimentos. Los resultados se mantuvieron tras analizar sólo los niveles de los ácidos grasos omega 3 en la dieta (la mayoría lo aportan ciertos pescados grasos). En cambio, los suplementos de aceite de pescado no estuvieron asociados con los cambios estructurales que produce la demencia en el cerebro, según publica el equipo en JAMA. "Los niveles de consumo de pescado (beneficiosos) eran más de dos porciones semanales", lo que es una cantidad común, pero menor que en algunas otras regiones, como Alaska. "Existe un nivel de toxicidad del mercurio que afecta el cerebro, pero no tenemos información sobre los niveles de consumo muy altos", indicó Morris. FUENTE: JAMA, online 2 de febrero del 2016.