Colombia elige nuevo presidente en medio de creciente división de electores

En la imagen, una mujer monta cabinas de voto en Bogorá el 26 de mayo, un día antes de las elecciones presidenciales. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Por Luis Jaime Acosta y Nelson Bocanegra

Los colombianos votaban el domingo en una dividida elección presidencial que ha despertado preocupación por el futuro del frágil acuerdo de paz con las FARC, ante la posibilidad de que el ganador pueda alterar el pacto y arriesgarse a que los excombatientes rebeldes regresen a la lucha armada.

En las primeras elecciones presidenciales desde que se firmó la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de 2016, los votantes elegirán al sucesor de Juan Manuel Santos, quien dejará la presidencia en agosto tras ocho años en el poder en una gestión en la que ganó el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para acabar más de 50 años de conflicto.

El candidato con mayores probabilidades para ganar la elecciones según las encuestas, el derechista Iván Duque, está comprometido a modificar el acuerdo con los exrebeldes y buscará encarcelarlos por crímenes cometidos durante el conflicto de cinco décadas.

El izquierdista Gustavo Petro, segundo en los sondeos a 10 puntos porcentuales de Duque, defiende los términos del acuerdo de paz, pero su intención de cambiar el modelo económico para cumplir su promesa de reducir la pobreza y la desigualdad causan temor entre un sector del electorado y de los empresarios.

Detrás de Duque y Petro están, según las encuestas, el matemático independiente Sergio Fajardo, el exvicepresidente de centroderecha Germán Vargas Lleras -quien cuenta con el apoyo del gobernante partido de Santos-, y el candidato del Partido Liberal, Humberto De La Calle.

Los tres son partidarios de continuar con la implementación del acuerdo de paz, de luchar contra la corrupción, de impulsar reformas sociales para combatir la pobreza y el desempleo, además de mejorar y ampliar los sistemas de educación y de salud.

"Estamos viendo las elecciones más importantes en Colombia en muchos años. Por primera vez en la historia hay tres candidatos alternativos y eso ha generado un ambiente electoral bastante tenso, polarizado principalmente por dos candidatos", dijo Alejandro Echeverrí, un estudiante de 20 años en un puesto de votación de Bogotá.

Si ningún candidato obtiene más del 50 por ciento de los sufragios, se realizará una segunda vuelta el 17 de junio entre los dos más votados.

ATAQUES MUTUOS

La campaña electoral transcurrió entre acusaciones de que las políticas socialistas de Petro provocarán un colapso de la cuarta economía de América Latina, acompañada por una crisis social, mientras que las propuestas de Duque empujarán de nuevo al país al conflicto armado. La elección coincide con una crisis migratoria desde la vecina Venezuela.

Duque, del partido Centro Democrático, apoyado por el expresidente Álvaro Uribe y preferido de los inversionistas, promete recortar los impuestos corporativos, apoyar los proyectos petroleros y mineros, además de exigir que los desmovilizados comandantes de las FARC respondan a la justicia por sus crímenes antes de ocupar cargos políticos.

Miles de rebeldes entregaron las armas y el grupo ahora es un partido político, pero el acuerdo provocó una profunda división en la conservadora sociedad colombiana debido a que miles consideran que los excomandantes deben ir a la cárcel y no al Congreso.

Algunas zonas abandonadas por las FARC son escenarios de combates entre disidencias de ese grupo, bandas criminales y la otra guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en busca de territorios estratégicos para la minería ilegal y el narcotráfico.

Petro, que en su juventud perteneció a la desmovilizada guerrilla del M-19, apoya el acuerdo de paz, pero algunas de sus propuestas económicas asustan a los inversores, como la de subir los impuestos a los terratenientes para forzarlos a vender al Estado sus propiedades improductivas y entregarlas a los pobres.

El candidato de la coalición Colombia Humana planteó en campaña quitarle el poder a las elites políticas, a las que acusa de obstaculizar el progreso, además de generar un cambio del modelo económico para dejar de depender del petróleo y el carbón, los principales generadores de recursos por exportaciones.

Petro denunció que el software que cuenta los votos fue manipulado en un intento por ayudar a Vargas Lleras a llegar a la segunda vuelta, lo que fue negado por el Gobierno y las autoridades electorales.

El candidato izquierdista instó a sus seguidores a observar el recuento de votos y amenazó con protestas de sus electores si no llega a la segunda vuelta.

Pero en la apertura de la jornada electoral, el presidente Santos dijo que existen plenas garantías y transparencia para todos los candidatos y los electores.

"Salgan a votar porque queremos que sea también la elección con la mayor participación en la historia de Colombia", afirmó el mandatario.

Unos 155.000 efectivos de las Fuerzas Armadas vigilan el proceso electoral que transcurre en paz y sin ataques por la desaparición en el conflicto de las FARC y la tregua unilateral que declaró el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para facilitar los comicios.