8M.Colectivas luchan para garantizar acceso al aborto pese a despenalización en Quintana Roo

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Leticia, como le llamaremos a esta mujer que prefiere dejar su nombre en el anonimato, reside en Solidaridad, Quintana Roo, desde hace medio año, cerca de 1 de los 3 hospitales donde es posible realizarse una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en el estado, después de la despenalización del aborto en octubre de 2022.

La Nochebuena del 2023, llegó al hospital playense con su pareja, para realizarse un aborto. Después de más de seis horas de espera, despojada de sus pertenencias y sin recibir información,fue intervenida de manera rápida para succionar residuos de su útero y se quedó internada hasta el día siguiente, en una sala con muchas mujeres recién paridas o que habían abortado sin querer. Ella no lo sabía en ese momento, pero la aspiración manual endouterina que le practicaron no requería hacerse de forma inmediata.

Es originaria de Argentina, donde surgió el movimiento latinoamericano Marea Verde, y residente mexicana desde hace 10 años, y aunque conoce mucho acerca de los derechos sexuales y reproductivos, esto no la salvó de la vulnerabilidad que experimenta quien está en esta posición.

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“Soy una mujer militante, estoy relacionada con colectivas feministas, he realizado muchísimo trabajo relacionado con el feminismo, aunque no acompañamiento, y ante esta situación, me faltó información, no supe cómo actuar. Me imagino a las mujeres que no tienen cercanía con el movimiento, que la decisión de abortar es muchísimo más problemática, ¿qué hacen?”, dice Leticia, al contar el accidentado camino que tuvo que recorrer para acceder legalmente a un aborto.

Acceso al aborto en Quintana Roo tras despenalización en 2022

Primero fue a varias farmacias, pero le solicitaban una receta médica -la cual no es requisito indispensable en todas a nivel nacional, ni con todo medicamento abortivo-, después fue a las clínicas, pero no encontró alguna que realizara el procedimiento. Así, contactó a las colectivas, con las cuales cientos de mujeres en Quintana Roo se han acercado para recibir guía y apoyo en este proceso, pese a ello la respuesta que recibió no fue tan pronta como esperaba, aún cuando para ejecutar esta decisión el tiempo marca la ruta.

“Me puse en contacto como con 10 colectivas, pero solo de una recibí respuesta inmediata y ellas me dieron el medicamento”, comparte Leticia, quien tras la ingesta y de estar tres días con cólicos leves, un sangrado raro, en sus palabras, y sin expulsar nada, comentó con alerta la situación a su acompañanta de Siempre Unidas- ahora Asociación Civil-. Para mayor seguridad y comodidad, le dijeron que podía ir al Hospital General de Playa del Carmen SESA, para que la revisaran.

Relata el desfavorable trato del personal desde su llegada, el cual era enteramente masculino, hasta el cambio de turno horas después, cuando ingresaron dos doctoras que le explicaron su situación y cuestionaron a sus colegas varones por no brindarle mayores datos. 

“Los doctores que estaban ahí nunca me dijeron nada y no es que pareciera que tenían mucho trabajo, había uno acostado en una camilla leyendo”, explica esta mujer de 40 años, que señala que en el nosocomio la recibieron con preguntas incriminatorias y le impidieron tomar una decisión adecuada aquella noche navideña, si hubiera sabido que tenía oportunidad de realizarse el AMEU después, sin poner en riesgo su salud.

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“La cuestión solamente jurídica, de legalización o despenalización del aborto, es simplemente como una pequeña ayuda, necesitamos más información para hacer valer nuestros derechos y saber cómo comportarnos ante estas instituciones o con personas que nos los niegan”, dice tras resaltar la importancia de reconocer que la maternidad debe ser una elección, que muchas mujeres como ella no quieren vivir.

Aunque después de la intervención, uno de los doctores que la había ignorado por largo rato le dijo que debía volver al hospital e ir a planificación familiar y con una psicóloga, eso no fue algo que siquiera contemplara. Lo importante para Leticia era olvidarse de la horrible situación que vivió por hacer valer el derecho a decidir sobre su cuerpo, en la entidad en la que tiempo atrás, la mortalidad materna por la práctica de abortos clandestinos se había triplicado.

Ven aumento de solicitudes de mujeres para acompañarlas en un aborto

Contrario a lo que podría pensarse, la agrupación Siempre Unidas indica que con la despenalización del aborto, los casos de acompañamiento para ellas han aumentado.  En el 2022 realizaron alrededor de 60, mientras que para el 2023, fueron más de 100, la mayoría de personas arriba de 30 años que ya tuvieron hijos, explica Mónica Fernández encargada de hacer y coordinar los acompañamientos.

La activista de 29 años cree que al enterarse las mujeres y personas gestantes de que la práctica ya no estaba criminalizada, eso las motivó buscar apoyo de la agrupación sin miedo. Y,  aunque ellas continúan dando seguimiento a las solicitudes de aborto con el mismo compromiso que desde su nacimiento en 2018, quieren que las autoridades tomen mayor responsabilidad de la labor.

“El Estado tiene que hacer la parte que le corresponde, ya una vez que se despenalizó, les toca alinearse con lo legal y operativo”, explica Mon, como la llaman con cariño sus compañeras y, quien dice que el servicio público de salud cumple su función, pero falta mucho para que este le dé confianza a las mujeres y que se sientan cómodas y tranquilas al realizarlo.

“Las chicas que han querido interrumpir su embarazo en el SESA, me dicen que ha sido muy rápido, pero el tema de la burocracia, el tiempo que tienen que esperar para observación y en lo que las dan alta, lo hace más largo”, eso aunado al frío trato, visibiliza las enormes áreas de oportunidad. Así, Mon dice que es necesario que el personal de salud reciba capacitación, y aunque ellas se han acercado a las autoridades para tocar el tema, han chocado con la pared.

Pese a que nosotras estamos dentro de mecanismos de otras instituciones que trabajan temas como violencia de género, no logramos tener esa vinculación. Porque por ejemplo, si ellos están sobrepasados, nos pueden canalizar o viceversa, y no ha habido todavía ese contacto con el sector salud de Playa”, explica. Incluso antes, y después de la despenalización, cuando el aborto solo era legal para las mujeres que quedaban embarazadas por violencia sexual y denunciaban, según la NOM 046, un contacto al interior del Hospital General de Playa del Carmen, dirigía a las mujeres que recibía con Siempre Unidas.

“Una psicóloga, que era nuestra informante, por así decirlo, sabía que dentro del hospital no estaban capacitados, ni capacitadas para hacer estos procedimientos con perspectiva de género y con un buen trato, por lo que nos contactaba directamente, o les pasaba nuestros números a las chicas o personas gestantes que quisiera interrumpir su embarazo”, señala la acompañanta. 

Falta garantizar servicio de acceso al aborto tras despenalización

En la búsqueda por hacer su labor cada vez mejor, desde su origen, el cual se dio a raíz del abuso físico y sexual que vivió una compañera que laboraba en el sector turístico, en el que la mayoría se desempeña en la localidad, Siempre Unidas ha buscado tejer relaciones y aprender más del feminismo y de los derechos sexuales y reproductivos. 

“Hemos tenido la fortuna de crear vínculos con organizaciones nacionales e internacionales, como IPAS, que nos han dado capacitación para ser acompañantas de aborto, entonces eso nos abre mucho el panorama”, explica la también recepcionista de un hotel.

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La guía de aborto dice que cumple su labor consciente de que las maternidades deben ser deseadas, esto gracias a su condición de madre de un menor de 7 años.

“La parte más importante de acompañar estos procedimientos, es que yo quiero que todas las personas tengan la oportunidad de elegir su maternidad y de criar infancias sanas y queridas”.

Asimismo, para Tania Ramírez, otra de las creadoras de Siempre Unidas, que cubre temas de violencia sexual, explica que la ley lo único que ha hecho es dejar de criminalizar la práctica; sin embargo, falta garantizar el servicio en todas las instituciones de salud pública, como en los hospitales del IMSS, que se guía por leyes federales.

Este año y en el marco del 8M, preparan una serie de actividades por el derecho a decidir, pero también unas enfocadas a la prevención y educación sexual integral. Además de pintas de murales de protesta por feminicidios, tienen un taller llamado Conciencia Cíclica, dirigido a niñas y adolescentes, donde se hablará de la menstruación y de los cambios físicos y hormonales, y el cual finalizará con un campamento en una zona maya.

Se necesitan más información sobre el acceso al aborto tras despenalización

Paola Porras, ingeniera civil de profesión, es una de las acompañantas de Marea Verde Quintana Roo, en Chetumal, capital del estado y cabecera del municipio de Othón P. Blanco, donde se encuentra el Hospital Materno Infantil Morelos, otra de las tres instituciones públicas donde es posible realizarse la ILE, junto al Hospital Integral Isla Mujeres, que está en el sitio del mismo nombre.

La joven de 22 años, que desde los 18 ayuda a las mujeres en el proceso de aborto, fue una de las simuladoras de Marea Verde Quintana Roo que solicitó el servicio de la ILE casi inmediatamente después de la despenalización. Al acudir al instituto de salud, a finales del 2022, este aún no era otorgado, además cuenta la chetumalense que el área de salud sexual, donde ya daban información sobre aborto en caso de violencia sexual, estaba cerrada, y así permaneció por meses hasta la última vez que fue al hospital.

Al volver como simuladora a finales del 2023, para evaluar al personal médico, dice que no hubo mayor problema para solicitar el servicio, que no fue excelente, relata, pero que recibió información muy completa. Narra que el tiempo de espera sí fue algo largo, mientras la canalizaban primero al psicólogo y a planificación familiar, pero todo se dio ese mismo día.

Paola afirma que la despenalización del aborto en Quintana Roo, le ha dado la oportunidad de no sentirse tan presionada entre sus labores como activista y las que reclama su profesión, pues aunque quisiera, no podría darle el 100% de su tiempo al acompañamiento. Sin embargo, ha estado muy comprometida con la labor e incluso participó en la toma del Congreso de Quintana Roo, que se llevó a cabo en 2018 y en la que la colectiva a la que pertenece cumplió un papel relevante. 

“El tema es que no realizan campañas de socialización lo suficientemente grandes como para que se difunda que tú puedes acudir y simplemente acercarte a trabajo social y ellos deberían brindarte el acompañamiento debido”, explica la joven mujer quien dice que el hospital que más realizó difusión fue el de Playa del Carmen, con un flyer en sus redes sociales, y pide que por lo menos la institución en Chetumal pueda dar un folleto o hacer un cartel con mayores datos.

Consentimiento informado, clave para acceder al aborto

Dentro de los lineamientos técnicos para la atención del aborto seguro, elaborado por la Secretaría de Salud federal este 2022, se detalla que uno de los momentos clave para acceder a este derecho es el “consentimiento informado”, que representa el principal instrumento jurídico y ético para hacer efectiva la protección del derecho a la salud. “Es un proceso clínico de comunicación continua en el que el personal de salud y la usuaria tienen la disposición recíproca para hacer ejecutable el derecho de una persona a decidir aceptar o no un procedimiento médico”.[2]

“Muchas veces las personas llegan con nosotras, no porque quieran, sino que no saben a dónde acudir. Si existiera esa difusión, correcta, completa y oportuna podrían acceder de manera más rápida”, así manifiesta que con el acceso a la práctica sin criminalización, ahora en la colectiva tienen la oportunidad establecer líneas de acción para hacer campañas y tocar otros temas, como derechos menstruales, anticonceptivos o control de natalidad, entre otros, ya que antes su foco era la despenalización del aborto.

“Ya estamos del otro lado, pero hay que mantenernos vigilantes en el tema, un cambio político, un nuevo dirigente y esto lo podemos perder”, puntualiza Paola, al contemplar lo que ocurre en lugares como Argentina, donde se originó el movimiento latinoamericano  por la despenalización del aborto, Marea Verde, y del cual retoma su nombre la colectiva a la que pertenece, pero que con la llegada del ultraconservador Javier Milei a la presidencia, este derecho está amenazado.

Avance para acceder a un derecho, pero ¿con bloqueo institucional?

Yunitzilim Rodriguez es doctora . en derecho y profesora e investigadora en la Universidad Autónoma de Quintana Roo en temas de derechos humanos, género y prevención de la violencia. La activista que también ocupó cargos públicos tiempo atrás, es una de las dirigentes del movimiento Marea Verde en Quintana Roo, y conoce de la estructura gubernamental y los bloqueos institucionales que pueden tener las mujeres para acceder a sus derechos.

En mayo de2023, como acción de las colectivas, realizaron una serie de cuestionamientos sobre el servicio del aborto a la Unidad de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de la Secretaría de Salud local. Una de las preguntas fue sobre qué pensaba el titular de la dependencia sobre el derecho recientemente otorgado, pues la profesora explica que él está relacionado con el ex rector de la universidad donde trabaja y que en  2019 trató de rescindir de sus servicios por su activismo, pero tras manifestaciones y con un fuerte apoyo social, fue reinstalada.

La respuesta oficial fue que el servidor público no era doctor y no había datos al respecto. “Si él no tiene una postura, obviamente eso no permea y, la información no baja hacia los operadores del sistema de salud y por eso criminalizan y estigmatizan a las mujeres que desean abortar”, subraya esta mujer, que ha sido una contundente y continua promotora del derecho a decidir de las mujeres, y ha motivado a varias a exigirlo, por lo que pide que los objetores de conciencia dejen de dar servicio, respetando sus derechos laborales.

“Sabemos incluso que la Secretaría de Salud  emitió una guía de aborto seguro, que conocen algunas personas, pero que no se ha difundido”, explica Yunitzlim, quien también dice que la gobernadora del estado, María Elena Lezama, tampoco ha invitado a los grupos feministas a las reuniones donde tocan los temas sobre los derechos sexuales y reproductivos en el estado, y que ésta generalmente va con grupos cercanos a ella, los cuales, dice la activista, no ha visto en las calles dentro de las manifestaciones en las que participan.

“Detenemos muchas acciones que el gobierno quiere llevar a cabo y que si no nos opusiéramos las haría, porque tiene la mayoría y prácticamente somos la única oposición legítima en la entidad, como en casi todo el país, las feministas”, explica Yuni, quien confirma que en Marea Verde Quintana Roo acompañan de 3 a 5 abortos semanales, lo cual contrasta fuertemente con los 16 abortos que la Secretaria de Salud dice haber practicado desde la despenalización del mismo en 2022.[3]

Rodríguez le solicita al estado que deje de simular y de usarlas como estandarte político y pide que se generen más reuniones donde la voz de estos grupos sean escuchados. La colectiva, junto a otras 26, es parte de la Red Feminista Quintanarroense, la cual, explica, tiene todo una agenda con acciones que el gobierno debe implementar, pero también iniciativas y recomendaciones legislativas.

“Cada que una mujer se acerca a una colectiva feminista es porque no confía en el estado y a pesar de que estamos llevando a cabo su trabajo, eso no nos garantiza la educación integral de la sexualidad, ni la disponibilidad de anticonceptivos, ni que no nos obstaculicen cuando queremos abortar”, puntualiza la académica y promotora de la prevención de la violencia sexual.

Si bien, Quintana Roo es la décima entidad a nivel nacional en atender el llamado movimiento en reconocer la capacidad de las mujeres, niñas y adolescentes en decidir sobre sus cuerpos y ejercer su autonomía reproductiva, la despenalización del aborto,  es solo un paso más en el sinuoso camino para tener un servicio de calidad. La lucha de las mujeres, personas gestantes, y aliados del movimiento continúa y empuja las acciones gubernamentales para que el ILE sea efectivo y que con este se mantenga la salud pública, el bienestar de las mujeres, y el derecho de las infancias a ser criadas con respeto y amor.