Martes a las 5.45 de la mañana. La plaza Constitución estaba más poblada que nunca. Una fila que parecía eterna daba la vuelta el edificio de la terminal de trenes porteña. Había mujeres con cochecitos, hombres con reposeras bajo los brazos, colchones doblados y atados con un hilo, sábanas y almohadones en el piso.

Marcela, de 50 años, hacía la fila mientras reposaba sobre un colchón. Junto a ella estaba su hijo de 17 años, en silla de ruedas. “Él cumple años el 1° de enero y desde chiquito le prometí que cuando cumpla 18 lo iba a llevar a conocer la playa”, contó a LA NACIÓN. Está instalada en la fila desde el jueves pasado.

Hoy a las 6, Trenes Argentinos puso a la venta los pasajes de larga distancia a Mar del Plata y Pinamar. Comprar los boletos por internet tiene dos ventajas: evitar pernoctar en la calle y un diez por ciento de descuento, pero los usuarios aseguran que la demanda es tanta que la página siempre colapsa y uno se queda sin, o por lo menos eso es lo que sucedió en años anteriores.

En diálogo con este medio, Trenes Argentinos informó que hasta esta tarde se vendieron 188.000 pasajes y aseguró que quedan pocos lugares disponibles para diciembre y enero, pero que aún hay gran cantidad de tickets para viajar en febrero.

Cuál es el precio del pasaje

Desde Trenes Argentinos informaron que hay tres tipos de pasajes: $2695 cuesta viajar en primera, $3230 en pullman y $9430 cuesta la opción de viajar en camarote, que solo tendrá una frecuencia de una vez por semana.

Los pasajes de ómnibus, en cambio, van desde los $21.000 hasta los $30.000, dependiendo de la fecha, el horario, si es semicama, cama o suite. Además se le suman los costos de servicio. Según informó Trenes Argentinos a LA NACIÓN, hoy la fila se extendió hasta siete cuadras.

“Esta es la única forma de que mi nene conozca el mar. El pasaje en bus cuesta el triple aproximadamente y no tenemos auto. Este año me puse como objetivo ahorrar para poder alquilar una pieza en un hotel y poder viajar los dos juntitos. Tengo que cumplirle la promesa. La pieza ya la pagué, ahora falta conseguir los dos tickets”, dijo Marcela, quien trabaja como empleada doméstica de casas particulares y vive en el Barrio Las Tunas, en Tigre.

“Tuve que pedir permiso en las casas para poder faltar y estar acá. Mi hermana vino a relevarme algunas horas durante estos días para que nosotros podamos ir a higienizarnos y comer algo tranquilos”, contó.

Turnos y reemplazos

Carolina Cadeta estaba 40 personas más adelante que Marcela en la fila. Eran las 6. Había llegado tres horas atrás, para reemplazar en la fila a su hermano. Más temprano aún había estado su tío. Son los tres de la familia que tienen horarios más flexibles en el trabajo, y por eso quedaron como los encargados de conseguir boletos para tener vacaciones este verano.

“Todos los años hacemos lo mismo. Lamentablemente el año pasado hicimos fila virtual y no conseguimos. Siempre hicimos la fila presencial, pero el año pasado no pudimos organizarnos entonces la decisión fue hacerlo por la web. Y fue imposible y nos quedamos sin vacaciones”, recordó la joven de 27 años.

La mayoría de las personas que está esperando para conseguir sus tickets y poder ver el mar este verano organizó guardias y relevamientos con amigos, familiares o vecinos. Incluso hay varios que se hicieron amigos en la fila, y entre ellos se cuidan, charlan y pasan las horas, o los días juntos.

“Ayer a la noche golpearon a un señor para robarle. Es un desastre que nos hagan hacer estas filas, hay gente que está hace más de cinco días, durmiendo en la calle, con el calor, bajo el sol y a la noche con la inseguridad que hay”, contó Rodolfo, de 65 años de Merlo, quien espera viajar en enero junto a su esposa y quien ocupó su lugar hace dos días.

Antonia Conte tiene 63 años y está desde el domingo a la noche en la cola. Junto a su marido esperan poder viajar la primera semana de enero para estar presentes en el cumpleaños número 50 de su prima: “Es un desastre, es inhumano que nos hagan hacer estas filas. Siempre es un caos, personas mayores durmiendo en la calle con la inseguridad que hay”, opinó.

Pero también consideró que los precios son económicos a comparación de los de ómnibus, y que es inevitable que la gente no quiera hacer el sacrificio para conseguirlos.

Diego y Francisco son padrastro e hijastro. Ambos están desde el domingo a la noche juntos. Esperan poder conseguir un boleto para poder viajar en enero junto a su familia. “Nos trajimos un colchón y nos tiramos en el piso, todo sea por tener vacaciones”, consideró el hombre de 44 años.

Un sueño

Bianca es profesora de danza urbana y está en la fila hace varios días. Junto a ella esperaba un grupo de madres. Todas tienen un sueño: conseguir 50 tickets para que las alumnas de la academia puedan viajar a una competencia de baile en Mar del Plata.

“Nosotras somos de Florencio Varela. El intendente nos prometió que nos iban a dar los pasajes para que las chicas puedan viajar y competir, pero esto nunca pasó. Estamos acá hace días, turnándonos para que las chicas puedan viajar”, dijo la madre de una de las bailarinas, quien sostenía varias reposeras bajo el brazo.

Lilian Romero tiene 60 años y junto a su familia están próximos a la boletería, no falta mucho para conseguir los tan deseados boletos: “Uno trabaja todo el año para poder disfrutar por lo menos unos días y esta forma es la más económica de viajar, sino es imposible. Es un sacrificio que se hace una vez por año para después poder disfrutar en la playa junto a la familia”.

Sandra trabaja en un comercio en Banfield y contó que entre las personas que hacen la fila hay un clima respetuoso y de mucho cuidado: “Acá cuidamos los lugares de todos. Muchos se quieren colar, pero ya nos conocemos las caras y sabemos con quienes estamos avanzando, entonces somos muy cuidadosos y no permitimos que nadie se meta”, dijo la mujer, quien va a viajar junto a su marido y su suegra.

Norma está sentada en un sector donde esperan las personas que tienen alguna discapacidad. Está preocupada. La hicieron ingresar sola y todo el resto de su familia, más de diez personas, quedó en la fila regular que hace el resto de las personas.

“Me da miedo que no podamos viajar todos juntos. La organización es pésima, toda mi familia quedó haciendo la fila y yo solo voy a poder comprar ocho pasajes, pero somos más de 10″, expresó con angustia.

“No sé si ellos van a poder conseguir pasaje y si consiguen si va a ser para la misma fecha que la que consiga yo. Me voy a volver loca, es un estrés”, dijo, mientras esperaba su turno sentada en una silla de plástico.

Modalidades para sacar pasajes

• La modalidad de adquisición de boletos rige a partir de hoy, 21 de noviembre. El pasajero podrá ingresar a la página www.trenesargentinos.gob.ar o dirigirse a una de las boleterías de larga distancia para adquirir los tickets.

• Según informó una empleado de la empresa a LA NACIÓN, las personas que hayan reservado un ticket deberán reconfirmar la compra con un trámite que se podrá hacer entre 24 y 72 horas antes del inicio del recorrido llamando al 0800-222-8736, en boleterías o descargando la aplicación Confirmá tu viaje, que está disponible para Android y IOS.

• Si no se realizó el trámite, 24 horas antes de la salida del tren, el boleto queda disponible en la página web y en ventanilla. Cabe remarcar que las personas que perdieron su pasaje pueden pedir un reembolso del 70%.

Otros viajes de larga distancia

• Para el servicio que une CABA con Rosario, la provincia de Córdoba y Tucumán la venta de los boletos estará disponible el 24 de noviembre. Para el resto de las prestaciones (Bragado, Pehuajó, Justo Daract, Junín y Palmira) la ventanilla abrirá un día después, el 25.