Cocodrilo de 3 metros sobrevive ataque brutal: su mandíbula destrozada revela feroz pelea territorial
Un cocodrilo de 3 metros que misteriosamente huyó de su “rango de hogar establecido” en un pantano de Georgia fue encontrado meses después con su mandíbula inferior casi arrancada, según investigadores. Se sospecha que el movimiento repentino fue un intento de escapar de lo que atacó al cocodrilo en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Okefenokee, según informó el 11 de noviembre en una publicación de Facebook el Laboratorio de Ecología Costera de la Universidad de Georgia.
Las lesiones fueron descubiertas en la primera semana de noviembre, cuando los investigadores localizaron al cocodrilo, llamado BEN, para retirarle una etiqueta de seguimiento satelital.
“Primero notamos que estaba un poco delgado y, después de meterlo en el bote, comprendimos el porqué: ¡un pedazo de su mandíbula inferior había sido casi completamente arrancado!”, escribieron los investigadores.
“Este tipo de lesión es consistente con una pelea con otro cocodrilo, y creemos que no solo BEN fue expulsado de su territorio, sino que perdió la pelea por su territorio con el macho más grande que apareció”.
Una inspección más detallada reveló que su mandíbula inferior estaba desconectada y solo se mantenía unida gracias a la piel y su lengua, informaron desde el laboratorio. Las fotos muestran que la mandíbula parece plegarse sobre sí misma, dejando solo una pequeña abertura para alimentarse. “Por supuesto, nunca sabremos con certeza si fue en ese momento cuando ocurrió, pero estamos bastante seguros de que fue el resultado de una pelea con otro cocodrilo”, dijo el laboratorio. “A veces los cocodrilos pueden superar lesiones como esta y, otras veces, son fatales”.
La pérdida de peso de BEN muestra que está teniendo dificultades para “conseguir suficiente comida para mantener su tamaño corporal,” lo que indica que tal vez no sobreviva, según el laboratorio.
Vive cerca de la entrada de Folkston en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Okefenokee, que abarca 353,981 acres de naturaleza en el sureste de Georgia. BEN llevaba una etiqueta de seguimiento satelital durante dos años como parte de un programa de investigación de la UGA que sigue a los cocodrilos para estudiar su tasa de crecimiento, hábitos de apareamiento y anidación, y el impacto en su salud de “contaminantes como el plomo, el mercurio y los bifenilos policlorados.”
“No sabemos qué pasará con BEN, pero le agradecemos su contribución a la ciencia y le deseamos la mejor de las suertes,” señaló el laboratorio. El Refugio Nacional de Vida Silvestre Okefenokee está a unos 85 kilómetros al noroeste de Jacksonville, Florida.
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